Por: José Eduardo Cruz Carbajal


Iguala, Guerrero, Abril 27.- Gracias por compartirme tu situación, ver que alguien que amamos poco a poco pierde el tesoro de los recuerdos que ha construido es muy doloroso, genera sentimientos encontrados, una vez que esto se presenta ya no hay vuelta atrás, la pérdida de la memoria se hará más notable cada día, hasta que tu ser querido te desconozca por completo y sea incapaz de valerse por sí mismo. A está situación se le conoce como duelo ambiguo, es decir, la persona está, pero no está, cuentas con su presencia física, pero psicológicamente ya está ausente.

Lo que hace que quizá la situación que vives sea un poco menos complicada es que ya lo sabes, es decir, ya te diste cuenta de lo que está sucediendo, pide ayuda a un Tanatólogo, para que puedas sumergirte en este tipo de duelo que te da la oportunidad de cerrar el ciclo con tu ser querido desde antes de su partida, reconoce tus sentimientos, y exprésalos sin juzgarte. Recuerda que las emociones y sentimientos no son buenos o malos, lo que si puede ser juzgado es lo que hacemos a partir de lo que sentimos.

Pide orientación médica, ya que al hacerlo contarás con las herramientas para brindar un mejor cuidado a tu ser querido, asiste a las citas disciplinadamente, e informa al médico sobre los signos o síntomas que te sean desconocidos, trabaja ejercicios de memoria con tu paciente, sopas de letras, crucigramas, series de números, responde con amor cada vez que te haga la misma pregunta, evita enojarte o hacerle una mala cara, quizá tú recuerdas todo perfectamente, pero si él te pregunta, es porque ya no lo sabe y necesita la respuesta, muéstrale fotografías y pídele que te cuente la anécdota de esa fiesta o ese viaje, nunca esta de más repasar la historia familiar que los une, escucha con atención, quizá te mencione detalles que tú ignorabas.

Cuando el terrible momento en el que te desconozca por completo llegue y se porte agresivo contigo, no reacciones igual que el, ya que recuerda, él está contigo físicamente, pero su alma y su espíritu ya emprendieron el viaje a la eternidad, ponte a salvo en esos momentos de crisis para preservar tu integridad, hazte presente una vez que la crisis haya pasado, quizá tenga un momento de lucidez, y se porte como si nada hubiera pasado… ¡No le reclames nada! ¡Aprovecha esos instantes para abrazarlo, decirle cuanto lo amas, brindarle tu perdón, perdonarlo y soltar, quizá el paso más difícil de todos, y por cierto… pide ayuda para cuidarlo, ya que tus fuerzas en algún momento se verán disminuidas, recuerda que lo mejor que puedes hacer en esta situación es cuidar de ti, para así poder cuidarle a él.

Referencias:

Israel, M. (2022). Abrazar hasta el último aliento. México: Grijalbo

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