Manual para Perversos: La nieta de nadie
Por: José I. Delgado Bahena “¡Ja, ja, ja, ja, ja,!”, se carcajeó al escuchar mi pregunta. “No, mira…”, continuó ya…
Por: José I. Delgado Bahena “¡Ja, ja, ja, ja, ja,!”, se carcajeó al escuchar mi pregunta. “No, mira…”, continuó ya…
Por: José I. Delgado Bahena En esta noche, en la que el bullicio de mi mente estropea mis sentidos y…
Pies bonitos Por: José I. Delgado Bahena Lo que son las cosas: a mis dieciocho años, sin aún haber tenido…
Agua de maracuyá Por: José I. Delgado Bahena Cuando a mi compadre Erasto lo dejó su mujer, por los malos…
La prima de una amiga Por: José I. Delgado Bahena Cuando me lo contaron, no quería creerlo. Pensé que era…
Por: José I. Delgado Bahena Mario creció a la deriva. Primero, bajo la tutela de su tía Mele; después, de…