Carlos Cantú Lagunas
Por: Rafael Domínguez Rueda
Las más de las veces desarrollamos los temas de nuestra columna con mucha soltura; sin embargo, hay ocasiones que me pregunto: cómo hablar acerca del maestro que es un talento muy reconocido, en qué tono describirlo, como glosar aunque sea al desgaire, la vida de ese hombre ejemplo de sencillez, de limpieza moral, de talento, de espíritu poético abierto a los cuatro puntos cardinales, cuya cultura asombrosa se advierte en todas sus obras, sobre todo, en la Enciclopedia Guerrerense que él dirigió magistralmente… Yo confieso, como un modesto admirador, que él ha sido un buen sembrador cuya obra aunque no atendida como debiera ser sigue brillando y no ha podido fructificar en nosotros, a la medida, al tamaño y a la estatura del sembrador.
Me refiero al maestro Carlos Cantú Lagunas, quien forma parte de los 100 personajes en la educación de México, título con el que lo reconoció la Secretaría de Educación Pública.
Carlos Cantú destaca como escritor al tener un estilo literario propio de artículos, entrevistas, biografías y relatos breves, pues sus textos están provistos de una vasta cultura, mundos alternativos y metáforas
Con mi reconocimiento a su talento y mi gratitud por tantas atenciones y elogios a mi persona, reproduzco el guion que siguió el amigo Carlos durante la presentación de mi libro Historia de la Bandera Nacional, en Chilpancingo y en la que demuestra su versatilidad.
“Señoras y señores: doy a ustedes la más cordial bienvenida a este recinto.”
La Secretaria de Educación de Guerrero, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia y la Casa Altamirano han unido esfuerzos y voluntades para presentar ante los guerrerenses, desde esta ciudad capital, la más reciente edición de la Historia de la Bandera Nacional, obra premiada por el Gobierno de la República, y que hoy, en una bellísima y muy cuidada presentación, llega hasta nosotros.
Presiden este acto: el Profr. José Luis Peralta Lobato, Presidente municipal de Chilpancingo; Lic. Mario Montalvo Zaldívar, Coordinador General de Administración y Finanzas de la Secretaria de Educación Guerrero; Lic. Paula Sánchez Reyna, Directora General del DIF estatal Prof. Alfredo Hernández Bravo, Representante personal del C. P. Daniel Pano Cruz, Secretario de Educación de nuestra Entidad.
Tenemos a tres comentaristas excepcionales y, por supuesto al autor del libro, integrando esta mesa.
Me da mucho gusto y me honra presentar – aun cuando estoy seguro de que muchos de ustedes ya los conocen a don Hermilo Castorena Noriega, a don Juan Pablo Leyva y Córdoba y a don Jaime Solís Robledo. Ellos acompañan al laureado poeta, escritor e historiador don Rafael Domínguez Rueda, a quien ahora tengo el privilegio de presentarles.
A los cuatro los une su vocación de servicio a los demás, su común interés por la literatura, un gusto sin medida ni frontera por la poesía, un permanente acercamiento a la historia y un profundo cariño por esta tierra, por sus tradiciones y costumbres y por su gente.
Los cuatro son poetas, pero, sobre todo, los cuatro son amigos. Así es que, en este marco de camaradería y de respeto personal y profesional, vamos a dar comienzo a ésta, que será, sin duda, una linda jornada cultural.
La participación de los comentaristas se dará en el orden previsto en el programa que tienen en sus manos. Al final, don Rafael hará uso de la palabra.
Nuestra edecán, la señorita Carilú Rumbo, hará llegar a ustedes tarjetas en las que podrán presentar sus preguntas a los comentaristas y al autor de la obra.
Antes de ceder el micrófono al Lic. Leyva y Córdoba, permítanme recordar con ustedes algunos datos de su historial
Nació en esta ciudad. En Teloloapan y aquí cursó la primaria. En el Colegio del Estado estudió la secundaria y la preparatoria. En la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México hizo los estudios de abogado.
Fue líder estudiantil; campeón de oratoria en los años 1951, 1952 y 1954, así como vencedor en el certamen nacional en 1952.
Ha sido agente del ministerio Público, Juez de Primera Instancia, Diputado Federal, Subsecretario General de Gobierno y, actualmente Notario Público Núm. 1, con residencia en esta ciudad.
Tiene una vasta obra publicada. La edición de sus Discursos permite recuperar aspectos fundamentales de su pensamiento político y de sus preocupaciones y esperanzas en torno al bien común.
En su libro las Vecindades de la Muerte traza la imagen quizás la mejor que se ha escrito sobre ese volcán de la política que fue el inolvidable Alejandro Gómez Maganda, a quien muchos llamaron «el jefe» y de quien el gobernador Ruiz Massieu dijera que fue «leal a sí mismo, a su tierra y a sus gentes».
Y termino esta presentación necesariamente breve con palabras que el propio Ruiz Massieu dedicara a don Juan Pablo Leyva y que, en mi opinión, lo describen como querían y quieren los clásicos del lenguaje: de manera breve y sustanciosa «Juan Pablo Leyva y Córdoba (es) uno de los mejores talentos del Sur, a quien el pulcro ejercicio notarial no le ha apartado de su misión más íntima: la cultura y la política”.
Señoras y señores: con ustedes nuestro primer comentarista; Juan Pablo Leyva y Córdoba.