Importancia del vómito – Don Chimino

Por: David Flores Botello

IMPORTANCIA DEL VÓMITO. – La náusea consiste en un deseo fuerte y desagradable de vomitar. El vómito es la expulsión brusca y violenta por la boca del contenido estomacal. Por lo general, es un mecanismo de defensa protector para expulsar alguna sustancia nociva ingerida, pero también puede ser ocasionado por alguna infección o inflamación en el organismo. Es importante distinguir entre vómito y regurgitación, que consiste en expeler por la boca sin esfuerzo ya sea los alimentos deglutidos o el ácido estomacal conocido como jugo gástrico. Al empezar las lluvias se incrementan las moscas y el número de niños con gastroenteritis también aumenta. En los últimos días, muchos niños han presentado vómito el cual, en la mayoría, ha precedido a la diarrea. Las gastroenteritis virales siguen siendo las más frecuentes y a veces las que más alarman a los padres pues no solo se acompañan de vómitos sino llegan a presentar varias evacuaciones líquidas que podrían complicar la hidratación de los niños. Ya hemos platicado que, cuando un niño vomita presenta alguno de los síntomas producidos por el sistema nervioso autónomo que es involuntario, puede haber sudoración, palidez y decaimiento lo cual más alarma a los papás. Si bien las causas del vómito pueden ser muchas, la gran mayoría son por problemas no graves, no quirúrgicos, los cuales tampoco debe dejarse de tener en mente, pero, por fortuna son los menos frecuentes. Cuando un niño vomita su esófago y su garganta se irritan, si les damos de comer o beber de inmediato es probable que vuelva a vomitar, cada vez que vomite más se irritará su esófago y su garganta y puede vomitar más. Un consejo práctico para los padres, y también para los abuelos, es que: si su niño, previamente sano menor de un año empieza a vomitar, déjelo en ayuno total durante 4 horas, pasado ese tiempo ofrézcale suero oral y obsérvelo, es posible que en las siguientes horas presente diarrea. Si el niño es mayor de un año puede dejarlo en ayuno cinco horas. Si no tiene paciencia puede complicar y poner en riesgo su salud porque si no lo deja en ayuno suficiente tiempo y le da algo de comer o de beber, seguramente vomitará otra vez. Ya sea que le dé agua, té, suero o leche, si no espera suficiente tiempo su niño puede volver a vomitar. Algunos padres cuando ven vomitar a su hijo todo lo que le dan, recurren a farmacias o consultorios donde les inyectan para el vómito o les dan gotitas para controlarlo, no en pocas ocasiones a algunos se les inicia antibiótico pensando que el vómito es por infección de la garganta, pero, muchas veces la garganta se inflama por el mismo vómito. Algunos niños con mucha tos pueden llegar a presentar vómito el cual ayuda mucho al niño para arrojar flemas que a su vez son la causa de la tos. En ocasiones el aspecto físico del niño que vomita es de decaimiento, puede pensarse que se está deshidratando y proceder a internarlo para aplicarle soluciones en la vena lo cual a veces es innecesario. Por eso, queremos reiterar que, ante la presencia de vómito en un niño que previamente estaba sano, lo más sensato y razonable es dejarlo en ayuno unas cuatro horas como mínimo y, si no quiere comer no le exija, pero, pasadas las cuatro horas intente ofrecerle algo de beber de preferencia suero oral. La mayoría de los niños que vomitan y se dejan en ayuno mínimo 4 horas, generalmente dejan de vomitar. Si lo inyecta contra el vómito puede ser contraproducente por los efectos secundarios que se pueden presentar sin que con esos medicamentos se controle por completo el vómito. Hemos sabido de niños que llegan a vomitar más de diez veces porque los padres no tienen paciencia, tienen miedo o el niño les pide de beber. Pruebe a dejarlo en ayuno mínimo cuatro horas y obsérvelo, es probable que le dé diarrea.

DON CHIMINO. – Yo solo en las películas ´bía visto cómo se besan los enamorados pero, la besuquiada que se pusieron Norma y Beto ese mediodía en el restaurán onde estuvimos celebrando sus 58 años de ella, era pa filmarlo y subirlo direpto p´al tiptop, viera tenido hartos laics. Se tardaron tanto en el clinch que, cuando despegaron sus bocas, Norma se tambalió, como si le acabaran de dar 10 güeltas en el mismo lugar con los ojos tapados, no sé si porque le cortó el resueño Beto con tremendo besucón o porque con su vaho le pasó parte de la peda que ya traiba tras ´berse tomado adivinar cuántos güisquis etiqueta azul que pega como mezquite de punta. Asegún tábamos en una parte del restaurán reservado nomás pa las siete mesas de 4 gentes cad´una que éramos nosotros, pero, los que taban desayunando áhi ese mediodía oyeron el relato que nos hizo Norma onde hacía público su cáncer de seno, no digo chichi porque dice mi Puchunga que se oye bien corriente pero yo le digo que asina se le llama dende la antigüedá, pero bueno, nos paticó con tanta emoción y produpto de gallina, anque no tenga, que, no nomás nosotros aplaudíamos, muchos de los que taban almorzando áhi se acercaron a ver, oyir y, cuando terminaron su faje la aplaudidera se generalizó. Heriberto le hizo señas al mesero quien, en un vaso gordo y chaparro echó unos yelos, luego un chorro como de 20 segundos del güisqui y se lo llevó, Beto, que no le gusta que le diga Heriberto, sin chistar tantito le dio un trago largo, le movió los yelos con su dedo, le dio otro trago, le volvió a mover y de otro trago se terminó lo que le sirvieron. ¡Ah pinchi garganta aventurera! Pensé yo en lo que Beto le pedía el micrófono a Norma, que, ya repuesta del mareo se lo entregó, él, aclarándose la voz comenzó a decir: “–Queridos amigos todos, les agradezco su compañía y su discreción para que esta haya sido una real fiesta sorpresa para mi querida esposa que, con un valor ejemplar les contó de su problema, que, cuando yo me enteré, sentí que se me caía el mundo entero encima y al mismo tiempo una rabia intensa que salía por mis ojos. Me sentí culpable por haber aceptado vivir separados por tanto tiempo sin pensar en su salud, no entiendo cómo pudimos aguantar así si tanto nos amamos. Quiero pensar, quizá a manera de justificación, que lo hice respetando su decisión de irse a Laredo para estar pendiente de nuestro hijo mientras él estudiaba, pero, cuando se fue a Inglaterra con Olivia y que casi la convencía de que regresara a Monterrey, nos cayó la pandemia y, no solo no se regresó, sino que ya no pude ir a verla porque cerraron la frontera para viajes no esenciales en marzo del 2020. Allá en Estados unidos iban como un mes adelantados con la pandemia. Cuando empezó la mortandad a diario rezábamos juntos a través de videollamadas o por zoom. Por el terror, nos encerramos en nuestras casas como seguramente muchos de ustedes lo hicieron pero, la mera verdad sí me pegó lo de mi mujer, sin embargo, me puse a leer y me pude enterar de que, en la fecha actual el 90% de las mujeres con cáncer de seno se curan así que hice de tripas corazón y decidí convocarlos para festejar su cumpleaños. Agradezco a Coquis y a Pedro el gran apoyo para poderlos contactar a cada uno de ustedes y convocarlos este día, ellos se encargaron de toda la logística, les pido de favor que les demos un aplauso” No nomás les aplaudimos sino que tambor les echamos su triquititi triqui a cad´uno. Beto siguió diciendo “–Gracias Norma por la entereza y fortaleza conque estás afrontando este momento, sabes que cuentas conmigo siempre en todo y para todo, te amo con todo mi ser. Hoy más que nunca disfrutaré cada momento a tu lado, juntos saldremos adelante y sé que, con la gracia de Dios, saldrás avante y triunfadora ante este gran reto y una cosa sí te digo, no te atormentes pensando en que porque te quiten una bubi vas a dejar de gustarme o que te voy a dejar de amar, al contrario, voy a redoblar mis esfuerzos para hacerte feliz, para demostrarte día a día mi cariño y… “ ¡Pa´su mecha! Ya me colgué de nuez, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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