Enfoque

Mar 7, 2024

Por: Carlos Díaz Figueroa

Ciudadano obligado razonar a conciencia para  sufragar y depositar el voto en las urnas.

A poco menos de 90 días el electorado debe centrar y someterse en el análisis y la reflexión en razonar el voto a conciencia por encima de las encuestas preferenciales manipuladoras en la etapa de la contienda.

El ciudadano deberá sujetarse a un examen de moral con lo que realmente es ofertable, toda vez que las propuestas anteriores se han convertido en simulaciones de a mentiras que aún en el presente no tienen efecto de alcance.

Sugerido que en el razonamiento del voto no vaya el doble enigma del electorado al emitir y depositar el sufragio en la urna a través de la compra de conciencia, bajo el chantaje y las falsas ofertas electorales planteadas.

Sino, al contrario, el libre derecho del voto se debe emitir con un criterio propio en dirección en el análisis y la reflexión, aplicando y replicando a conciencia con el verdadero cambio generacional del presente y el futuro.

Por eso, el ciudadano en estos poco menos de 90 días del proceso electoral debe asumir con carácter moral con un sentido de conciencia diferente al no caer y no ser utilizado en propuestas y ofertas a medias y de a mentiras.

En las últimas procesos electorales previó a la elección en México, las encuestas elaboradas se han encargado de confundir al elector y aunque los pronósticos son viables y otras veces un mecanismo manipulador.

La denominada elección histórica del domingo 2 de junio se juega el interés personal y de partido por encima y en riesgo de la conciencia de mexicanos que aún no saben definir el sufragio el día de la jornada electoral.

De tal manera, que el electorado debe darle una dirección al voto de forma propia, en la que no se intimide la decisión del ciudadano, ni comprando, ni utilizando la conciencia en el libre derecho de ejercer tal participación.

Lo anterior en referencia con el mecanismo de participación ciudadana por excelencia para a  eligen sus candidatos a cargos de elección popular, mediante el derecho de albedrío de cambio y de virtud razonable.

Más allá de una elección histórica también los órganos electorales deben implementar direcciones para concientizar la voluntad ciudadana en este ejercicio de legalidad y derecho electoral constitucional.

En la apertura de las campañas electorales no hay mejor forma de interés en escuchar la propuesta ofertable y viable de los candidatos, aunque no dejando en privilegiar y concientizar las decisión personal en la admisión del voto.

Razón, por lo que el ciudadano está obligado a razonar a conciencia el voto libre, sin que la conciencia del electorado continúe siendo utilizada para sufragar y emitir el voto en evidentes actos de simulación bajo mentiras.

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