“Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su boca”.
Proverbios 31:26

Por: José Eduardo Cruz Carbajal


Ciudad de México, Diciembre 24.- Tu tía favorita. Ella siempre ha sido parte de tu vida, no recuerdas un momento en el cual se hayan vuelto tan cercanos, simplemente te recuerdas cercano a ella desde siempre, su casa es tu casa, sus hijos se vuelven tus hermanos, siempre hay un lugar en su mesa para ti, te trata como a uno más de sus hijos, no hace diferencia entre ellos y tú. Ella también se convierte en una madre para ti. Pasar tiempo con ella es genial, no solo te escucha con sus oídos, te comprende desde el corazón.

Se vuelve tu maestra, tu confidente, ella permanece fiel a ti, te escucha sin asustarse, sus palabras se vuelven medicina para tu alma, sus brazos son el traje a la medida para rodearte cuando tu corazón está desconsolado, aunque no vivas con ella, sabes que te cuida, cuida de ti en sus oraciones, y también preguntando cómo va tu vida por medio de un mensaje o una llamada.

Ella conoce tus limitaciones y siempre procura que tu vida sea más fácil, te ayuda al subir y bajar escaleras cuando éstas no tienen barandal, te ayuda a mejorar la manera en que tocas tu instrumento musical, ya que ella y tú comparten el gusto por el mismo instrumento: El piano. Cuando te cuenta las horas de estudio que ella vivió con el piano, simplemente te quedas corto a su lado, y con ganas de cada día hacerlo mejor, ella siempre está dispuesta a sacarte de un apuro musical, siempre tiene la respuesta, y no solo te la da, te enseña cómo hacerlo.

Te comprende perfectamente, es capaz de ver las cosas como tú las ves, sus respuestas son siempre con sabiduría y con amor, hay ocasiones en las cuales ninguno de los dos tiene una respuesta a lo que viven, pero el amor de Dios y su fe en Él acallan la duda y confortan el corazón, nunca te suelta en tus días negros, y celebra contigo tus logros, ambos saben que no están solos, que pueden confiar el uno en el otro.

Un amor como el de tu tía favorita es eterno, se nutre cada día con pequeños detalles que te alegran el alma, con carcajadas que hacen que el tiempo compartido sea divertido, con silencios y abrazos fuertes cuando las palabras están de más. Un amor como el de tu tía favorita es un gran regalo, un amor como el de tu tía favorita es la prueba de la presencia de Dios en tu vida, que te recuerda que Él no se ha olvidado de ti, que Él te lleva en sus brazos como a un niño pequeño, reservándote una parte escogida de su especial tesoro.

*José Eduardo Cruz Carbajal (Iguala, Guerrero) es psicólogo con estudios en tanatología. Contacto: psiceduardo15@gmail.com

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