Por: Vicky Barrios


Iguala, Guerrero, Marzo 6.- Las personas han creado una dependencia a las redes sociales porque a través de ellas se cubren diferentes necesidades que tienen que ver con la cuestión emocional y que no han sido cubiertas por uno mismo, y cuando se desconectan por alguna razón, entran en pánico y eso se le conoce como nomofobia, dijo la psicóloga Karla Avilés Marquina.

A propósito del caos, molestia, desesperación y hasta ansiedad que causó este martes la «caída» de las redes sociales y el Internet, consultamos a la psicóloga Avilés sobre el grado de dependencia que tienen las personas de todas las edades, que en el trabajo e incluso dentro del hogar no sueltan el teléfono celular y están interactuando todo el día.

Desafortunadamente se ha creado una dependencia y ha ido en aumento en los últimos años, debido a la mayor facilidad de adquisición de un equipo móvil y al auge de las redes sociales, por ello quedarse incomunicado crea lo que hoy se conoce como nomofobia, que es ese miedo a estar incomunicado o sin aparato móvil.

La interacción en redes sociales, sobre todo en los jóvenes la creen necesaria para obtener la reafirmación de sí mismo, desde un sentido de aprobación, de reafirmar su autoestima a través de los likes y los comentarios, porque eso reafirma su autoestima. Para muchos es funcional la interacción social a través de redes, porque en persona suelen ser tímidos, introvertidos, y las redes les permiten cubrir esa necesidad, incluso mostrarse chistosos y agradables, algo que en persona no podrían socializar.

Esta deoendencia experimenta ansiedad y miedo, precisamente por la adiccion que se ha creado, por la dependencia que ya se tiene a las redes sociales, en el caso de las personas que las ocupan con ese fin emocional, claro, si las ocupan con un fin económico, es decir por trabajo, depende de las plataformas, algo que pondría el riesgo el sustento economico.

Finalmente, la psicóloga Karla Avilés Marquina dijo que es importante que como individuo tomen el control de su vida y sus emociones, porque la dependencia o adicción, como cualquier otra, no es sana, genera miedo y sufrimiento. «Lo mejor es acudir con un profesional de la salud», dijo.

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