Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Febrero 27.- El cine hecho en México sigue dando de qué hablar en el extranjero y ayer tocó el turno a tres producciones lideradas por mujeres que se coronaron en la edición 73 del Festival Internacional de Cine de Berlín.

El documental El eco, de la realizadora méxico-salvadoreña Tatiana Huezo, se alzó con el premio a Mejor Documental, así como el premio a Mejor Directora, éste último otorgado en la Sección Encounters, mientras que la cinta Tótem, de Lila Avilés, obtuvo el premio del Jurado Ecuménico a Mejor Película y la realizadora Sofía Auza obtuvo el Oso de Cristal a Mejor Película de la Sección Generation 14Plus, dedicada al público juvenil.

Lila Avilés, quien en años pasados dio de qué hablar con su ópera prima La camarista, regresó a los sets con Tótem, la única cinta latinoamericana que fue elegida para contender por el Oso de Oro de Berlín. Fue gracias a la historia de una niña de siete años llamada Sol, quien le ayuda a su abuelo a organizar una fiesta sorpresa a su padre para después darle paso al caos cuando se enteran de una enfermedad, que Avilés conquistó al Jurado Ecuménico, que le otorgó el Premio a Mejor Película.

Estoy superfeliz, imagínate. Esto es una locura y (Tótem) va a viajar muchísimo. La están apapachando muchos festivales y también va a tener distribución en muchos países, así que voy a estar en el norte, sur, este y oeste, y justo es lo que uno quiere, que la gente viva el cine. Aparte el gozo de estar en un festival de cine no sólo es el cine, sino la crítica que la ha abrazado brutalmente. Jamás me imaginé aparecer en Francia en Le Monde, el New York Times, Variety o el Screen Daily, y a todo eso súmale presentar el filme en La Berlinale Palace, que es el cine más grande de aquí, y sentir la comunión de la gente, ahí es cuando uno siente que ya trascendió”, contó en entrevista telefónica desde Berlín, Lila Avilés.

Avilés comentó que la distribución en México la llevará a cabo CineCANÍBAL y que están definiendo las fechas de estreno.

Por su parte, Alejandro Durán, productor de Adolfo, filme que obtuvo el Oso de Cristal en una sección dirigida a los jóvenes, compartió el júbilo que tiene el equipo de producción, comandado por Sofía Auza, ante el reconocimiento que le dio Berlín.

La película significa mucho para mucha gente involucrada, significa mucho para la compañía productora The Immigrant, que fundaron Camila Jiménez y Silvana Aguirre, y que es el primer proyecto de esta empresa. Para mí también significa mucho, pues yo después de dirigir en Bengala, una productora en la que amé trabajar, éste es mi primer proyecto fuera de la empresa y obviamente para Sofía significa muchísimo por ser también su primera película” contó desde Berlín Alejandro Durán para continuar con su discurso.

Para los actores este premio es muy importante también, a Juan Daniel Treviño yo le decía, cuando hicimos juntos El norte sobre el vacío, donde lo conocí, que esto era bueno para él, para que no lo encasillaran en papeles de narco o criminal, cosa común en el cine mexicano, y para la actriz Rocío de la Mañana, que es una actriz espléndida, esto es súper importante, pues es su primer protagónico”, dijo el egresado del ENAC.

Adolfo, cinta que se realizó con apoyo del Focine (Programa de Fomento al Cine Mexicano) y que se rodó en Ciudad de México y Avándaro, se centra en la historia de dos jóvenes y un cactus llamado Adolfo. Uno de los jóvenes trae en la cabeza la reciente muerte de su padre y la otra tiene un interés en las drogas y el tema del suicidio.

Tatiana Huezo, realizadora de El lugar más pequeño, Tempestad y Noche de fuego, recibió sus dos premios y comentó durante la conferencia de prensa con ganadores:

Creo que éste es un momento muy bello y poderoso para el documental como cine. El documental puede ser un viaje sensorial que te puede llevar a lugares y a muchas emociones. Creo que afortunadamente estamos en un momento en donde estas fronteras se están borrando entre la ficción y el documental, ya que al final es cine y estás acompañando a alguien en sus sueños o pesadillas”, contó Huezo, quien también dedicó su premio a las directoras mexicanas.

El eco, rodada en el pueblo homónimo, ubicado en Puebla, se centra en la vida de los niños de la región, en cómo cuidan la tierra y los animales y cómo se vuelven adultos ante las responsabilidades que adquieren.

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