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Moscú, Rusia. Al reunirse este miércoles con los miembros del consejo de derechos humanos adjunto al Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que “no tenemos ninguna intención de correr por todo el mundo blandiendo las armas nucleares como si fueran una navaja”.
Respondió así a la preocupación de Svetlana Makovetskaya, que expresó su preocupación de que cada vez es más real el riesgo de conflicto nuclear y pidió al mandatario confirmar que Rusia bajo ninguna circunstancia va a emplear ese tipo de armamento.
“Riesgo de guerra nuclear… tiene usted razón –respondió Putin–, ese riesgo existe, qué le vamos a hacer”.
Y siguió: “En cuanto a que Rusia bajo ninguna circunstancia será el primer en usar las armas nucleares.
Bueno, si bajo ninguna circunstancia es el primero en usarlas, entonces tampoco será el segundo porque en caso de que nos ataquen nuestras posibilidades de responder serán muy limitadas”.
El titular del Kremlin explicó que toda la estrategia de Rusia se basa en el concepto de golpe-respuesta y advirtió: “Vamos a defender a nuestros aliados con todos los recursos a nuestro alcance, y no hemos perdido el juicio: sabemos perfectamente qué es el armamento nuclear”.
Concluyó subrayando que Rusia cuenta con esos recursos, “más avanzados que cualquier otro país”, pero no tiene la intención de amenazar a nadie. “Desde luego, tenemos muy presente que disponemos de eso (todo un arsenal nuclear). No es un factor de intimidación, es de contención”.
Putin reconoció que la guerra en Ucrania, que dura ya casi diez meses, no va a terminar pronto. “La operación militar especial puede ser un proceso largo, pero la aparición de nuevos territorios es significativa para Rusia. El mar de Azov es ya un mar interior”, puso de ejemplo.
El presidente ruso aprovechó la ocasión para tranquilizar a quienes están preocupados por una eventual nueva movilización para la guerra en Ucrania.
“No hay ninguna necesidad (en este momento). Tenemos 300 mil reclutas, 150 mil de los cuales se encuentran a disposición del ejército en la operación milutar especial. O sea, sólo la mitad participa directamente en ella. Y de éstos, sólo 77 mil están en la zona de combates y el resto cumple funciones la retaguardia. Hay todavía otros 150 mil que está recibiendo preparación en polígonos y forman parte de la llamada reserva”, explicó y afirmó categórico:
“En esas condiciones carece de sentido hablar de un nuevo llamado (de civiles) a filas. No hay ninguna necesidad”.
El gobernante ruso justificó asimismo el cierre de las oficinas de numerosas organizaciones no gubernamentales de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, que –en su opinión– “son instrumentos para influir en el qjuehacer político interno de Rusia”, igual que el Centro Memorial, ONG rusa que este año mereció el premio Nobel de la Paz.