Por: Servicios AINI

En una sentencia histórica, y luego de nueve años en busca de justicia, el agresor de Carmen Sánchez fue condenado a 46 años y ocho meses de cárcel, por haberla atacado con ácido.

Se trata de la primera sentencia en México y América Latina que castiga la agresión con ácido en tentativa de feminicidio. La jueza impuso una condena más elevada de lo que inicialmente había pedido la Fiscalía.

En febrero de 2014, Efrén García, expareja y padre de las hijas de Carmen, llegó a la casa de la madre de la víctima donde se encontraba resguardada en el Estado de México y le arrojó una botella con ácido en la cara y el cuerpo.

Por la agresión, Sánchez sufrió graves heridas en la cara y otras partes del cuerpo que la dejaron hospitalizada por ocho meses y tuvo que someterse a más de 60 cirugías.

Carmen Sánchez inició una dura batalla para que su agresor fuera detenido y para que los ataques con ácido contra las mujeres no sean considerados sólo delito de lesiones, sino como un intento de feminicidio.

La sobreviviente se enfrentó a una serie de negligencias en su lucha por conseguir justicia; su agresor la seguía amenazando de muerte, las autoridades la revictimizaron y la Fiscalía del Estado de México trató de dar carpetazo a su caso.

En Ciudad de México y Puebla se promovieron varias reformas para incluir violencia ácida en sus códigos penales y aumentar las penas contra los agresores.

Fue hasta el 6 de mayo de 2021, siete años después del ataque, que Efrén García fue detenido y vinculado por el delito de feminicidio en grado de tentativa.

Carmen creó la primera organización para mujeres víctimas atacadas con ácido en México y América Latina y a través de ella otorga ayuda a otras sobrevivientes con acompañamiento médico legal y psicológico. 

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