Los suspirantes

Por: José I. Delgado Bahena

Ahora que andan muy movidos los “suspirantes”, por su interés de ocupar un cargo de elección popular, como cada vez que es temporada, empiezan a escucharse promesas, propuestas, proyectos sobre tal o cual ejercicio del poder, ya sea para presidente municipal, diputado, senador e incluso presidente de la república.
Y, bueno, cuando se trata de partidos políticos, ya sabemos que, generalmente, sus propuestas tienen que ver con un sistema de gobierno que tratan de seguir, o de imponer a la ciudadanía; pero, cuando se visualiza la intención de un ciudadano que, según, no sigue una línea partidista, pues reflexionamos en su trayectoria o en sus acciones en el ámbito ciudadano, según sea el caso.
Honestamente, en la actualidad, ya parece más una guerra que una contienda electoral. Las agresiones y descalificaciones están a la orden del día y los proyectos, o propuestas, es lo que menos se oye en los discursos de los políticos.
Por ejemplo: cuando, en apariencia, un gobernante se ha preocupado por tener bonita la ciudad y ha apoyado a las comunidades con obras materiales, se interpreta que ese mandatario sí ha trabajado, y parece que ha administrado bien los recursos, nuestros recursos; pero, la gente, se olvida, o ignora, que la responsabilidad va más allá de lo material, que los recursos deben destinarse a procurar que la ciudadanía tenga salud, educación, seguridad, recreación y deporte, que los artistas y la gente dedicada a la cultura reciban los apoyos que le permitan seguir aportando a la sociedad, etc.
Entonces, tenemos que visualizar al candidato que realmente ofrezca opciones de atender todos los rubros del desarrollo de sus conciudadanos, y no nada más procurar tener arregladas y limpias las calles: eso de por sí.
En Iguala, lamentablemente, no he visto programas locales en los que se apliquen recursos para, al menos, incentivar a los niños y jóvenes para que se acerquen a la lectura, al arte, al deporte. Los regidores, mucho hacen con acompañar a otras instituciones que organizan actividades artísticas, deportivas y culturales y, si acaso, llevan algunas pelotas o materiales como apoyo.
Otro ejemplo son las instalaciones de la Miscelánea Cultural, que se ubica por la colonia 24 de Febrero. Durante un trienio pasado, se hacían allí diversas actividades: cursos y talleres, exposiciones, conciertos, presentaciones de libros, etc. En estos días no me he enterado de algún tianguis artesanal, por ejemplo, que haya llevado a cabo. Sé que, si se solicita, prestan las instalaciones, solo eso.
A propósito: ¿cómo se interpreta cuando algún inmueble, que es del gobierno, y debería estar al servicio de la comunidad, lo prestan pero mediante el pago del servicio? Mientras en otros municipios, organizan ferias de libros y me invitan con los viáticos pagados y hasta me compran libros, aquí, las puertas están cerradas, y los bolsillos, claro.
Por eso creo que los discursos de los candidatos debieran considerar propuestas que lleven a mantener a la población en buenas condiciones de salud, a organizar en las comunidades y colonias de Iguala actividades que sean oportunidades para que niños, jóvenes y adultos desarrollen sus capacidades y habilidades en el arte y en el deporte, porque luego las autoridades solo se cuelgan del éxito de los triunfadores como si hubieran contribuido en su formación.
Por lo pronto, en estos días, no he escuchado nada parecido, estaré muy atento para decidir no solo mi voto, sino también la promoción y apoyo al candidato que marque una pauta diferente, que realmente salga de lo común y que no solo prometa el puente, o el río, si no hay río.