Inteligencia Artificial – Don Chimino

Por: J. David Flores Botello

INTELIGENCIA ARTIFICIAL. – La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática en la que aún estamos en pañales en México. Habría que votar no por la 4T sino por la 5T, la T de tecnología. Comparado con las grandes potencias del mundo estamos en parbulito, sin embargo, la empleamos todos los días. No la generamos, no la producimos pero la usamos. Los asistentes virtuales como Siri, Alexa, Google Assistant, entienden lo que les decimos y responden a comandos de voz gracias a la IA. Spotify y Netflix detectan las preferencias del usuario y recomienda películas o música de acuerdo con su comportamiento al verlas o escucharlas. La mayoría de los teléfonos celulares en la actualidad tienen reconocimiento facial, incluso algunos utilizan los llamados algoritmos de IA para mejorar los resultados de búsqueda y personalizarlos según el interés y el comportamiento en línea. ¿Quién no ha pasado momentos desafortunados cuando el auto tex o auto corrector nos cambia una palabra por otra? O cuando nos predicen la palabra que vamos a escribir a continuación. Ni qué decir de Google Maps o Waze que nos calculan las mejores rutas y estiman el tiempo que tardaremos en llegar a cierto lugar en función del tráfico en ese momento. Google Translate usa IA para traducir texto y voz de diferentes idiomas casi de inmediato. Su uso en medicina cada vez es más útil. Ayudan a diagnosticar enfermedades a partir de imágenes radiográficas, tomográficas y otras. La mayoría de los bancos en México utilizan sistemas de IA para analizar los patrones de gastos y comportamiento financiero de sus clientes, el reconocimiento a través de la voz ya es cosa común, parece ser infalible para ellos pues, es la llave que permite movimientos financieros de manera virtual, incluso para sacar dinero del banco sin tarjeta. En algunas ciudades se utiliza la AI para analizar cámaras de seguridad y detectar comportamientos sospechosos, lo que ayuda a prevenir delitos y actuar de manera rápida. Las empresas telefónicas utilizan IA en los llamados chatbots que proporcionan atención a los clientes las 24 horas del día, respondiendo a preguntas comunes y frecuentes solucionando la mayoría. Aunque a veces es difícil y engorroso solucionar problemas como, por ejemplo, por fallos en la línea telefónica o por un cobro no reconocido, al llamar contesta una voz de robot que da opciones varias, del uno al seis o al diez, en ocasiones, ninguna opción resuelve nada, lo traen a uno de la seca a la Meca y al final nos envían a usar el móvil para chatear con otro robot que, a veces, llega a resolver la falla o canaliza con un operador en línea. Es cuando extrañamos a las operadoras de antaño. Con la IA puede haber pérdida de empleos en ciertas industrias, las máquinas podrán hacer más en menos tiempo. Con la IA nuestra privacidad cada vez será menor, podremos ser vigilados y controlados mediante la manipulación de nuestros datos. La IA puede ser utilizada para difundir información falsa, fabricar hashtag o tendencia en X antes Twitter. Se puede con IA, manipular a la población y afectar a la democracia de los países. La IA permite que grandes autobuses o camiones anden por las autopistas sin chofer o conductor a bordo. Será interesante el momento en el que, desde nuestros hogares a través de un teléfono o computadora podamos saber cómo estamos de salud, qué enfermedad o problema tenemos y cómo solucionarlo. ¿Se podrá detectar y curar al cáncer con IA? Es probable. La IA ha permitido avanzar velozmente en los nuevos conocimientos en todas las áreas. La IA se utiliza para diseños arquitectónicos, simulación de estructuras y diseños de todo tipo optimizando el espacio. Y no se diga en el aspecto militar en donde la IA permitirá el dominio bélico de un país a otro. El enjambre de drones con IA comunicados entre sí con un objetivo en común hará que las guerras sean más y más cruentas. “El tiempo de reacción de un humano en caso de un ataque militar, podría llevarle horas, con IA solo segundos”. Por lo anterior, nos hacemos una pregunta: ¿será posible que una máquina alimentada con más y más información sea capaz de pensar por sí sola, no reconocer a su patrón, jefe o creador y convertirse en la gobernadora del Mundo, sin que haya ser humano que pueda impedirlo al tenernos controlados a todos? Las máquinas no tienen sentimientos ni instinto de supervivencia, pero tampoco serían capaces de autodestruirse. Como con las armas nucleares, urge reglamentar estas tecnologías, ¿no cree usted?
DON CHIMINO. – Qué bueno que las gentes ya tienen más cuidado y no andan provocando incendios porque, ni Dios lo quiera, que se prendan los cerros como otros años. Y luego sin agua, noo pos taría más cabrón el asunto. Ójala que no ahiga calamidades y que, sobre todo, que lleguen pronto las aguas. Onde que la calor ta´de la chingada y mi Puchunga me dijo que el ventilador echaba harto aigre caliente, que sufría mucho y en veces se iba al pasillo onde corre más aigre pero más tardaba en ir que en regresar, el ataque de los zancudos es más pior pa´ella, que tar sudando. A mi me convenía que tuviera harta calor pues no se tapaba y, con los mini choninos que ora usa pos, cuando me paraba a hacer pipí, me echaba mi taquito de ojo. Y anque ya tenemos aigre acondicionado del que le mientan mini esplit, me lo sigo echando hasta la madrugada, que es cuando se echa una sabanita encima porque ya refresca, pero casi toda la noche sigue sin taparse y yo, pos aprovechando. En veces el que protesta soy yo. Yo soy indio de calor y ella prefiere lo frío. Ora que tiene el aigre lo quiere prender aunque haga frío, como en diciembre y enero pues, no digo que ora. Ora sí cái bien el aigrecito pero no tan frío pues, si por ella fuera lo pondría en 20 o 21 pero yo, lo mínimo 28. En veces no le digo nada anque lo ponga en 21, me encobijo bien y me tapo mis narices con la sábana pa´ no respirar aigre frío porque se me tapan, me mormo pues, y ya no puedo resollar bien. Pa´acabarla de chingar, si lo pone muy frío, aparte de que me agarra una miadera toda la noche, ya en la madrugada me dan unos pinchis calambres, que hasta ella me ha tenido que ayudar arrempujando la punta de mi pie porque me ve casi chillar del dolor que me da, onde que en veces son mis dos canillas… y áhi sí que ta´más cabrón. Lo que sí ta de la chifosca mosca es lo que acaba de escribir el Daví en esta colugna, hasta me dio mieditis de que ya no vaya a ser un pinchi loco el que eche una bomba atómica y nos muéramos toda la humanidá, sino que sea una máquina inventada por el hombre, o la mujer, pa que vean que yo soy plural. Eso de la inteligencia artificial me ha venido a sacar de muchas dudas. Anque ta viejito mi aifon, agún todavía le funciona la Siri, anque en veces es medio pendeja, prefiero preguntarle cosas a Google. l´otro día que juimos a su casa de mi compa Flor, que vive en la coloña Luis Quintero, él tiene a su Aletsa que además de contestar lo que uno le pregunta, toca hartas canciones, de las que le pidan. Yo me preguntaba cómo una señora, la Siri, pudiera saber tanto. Una vez dijo mi nombre, me saludó y en veces hasta patico con ella, pero por mi tatena no pasaba nada que me hiciera entenderlo. Ahora entiendo por qué, una vez que taba en el Yu Tub, salió una imagen de una piyama muy coqueta como pa´mi Púchun, le dí clic pa informarme y, dende esa fecha, me salen y me salen chamaconas modelando ropa demasiado provocativa, onde que las seletcionan acinturadas, caderonas, pechugonas y en veces, se me antoja una ropita pa que la traiga puesta mi vieja. Esa mentada inteligencia artificial puede deteptar a onde me meto a fisgoniar y chance hasta ya sabe qué videos abro de esos que me mandan mis compas de no sé cuantas equis. Pondré más cuidado… y, híjoles, ya se acabó el espacio, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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