Envejecemos de manera diferente
Por: José I. Delgado Bahena
Con la mejor de las intenciones, y sin querer abordar un tema médico del cual me considero altamente ignorante, aclaro: para hacer alguna referencia formal, al hablar de la geriatría, confieso que tuve que indagar en Internet, con la única y válida justificación de ser respetuoso de algo que, aunque no me es ajeno, no me considero un experto.
Y bueno: no me considero ajeno porque creo que, justamente, me encuentro en la etapa de la vida en la que puedo situarme en la necesidad de que se me trate con las consideraciones de la atención que dan los médicos especialistas en esta rama; pero, además, porque el geriatra al que me referiré es alguien muy cercano: mi sobrino.
Pero, antes que todo, definamos con claridad qué es la geriatría.
En la actualidad, se considera que la geriatría es una rama de la medicina que estudia, previene, diagnostica y trata las enfermedades de las personas adultas mayores. El concepto ha ido evolucionando hasta considerar un enfoque más integral, que no solo se centra en la enfermedad, sino en la salud total del adulto mayor.
Lo anterior ha hecho que profesionales de varias ramas dentro del campo de la salud, además de los médicos, terminen especializándose en geriatría. Entonces, la geriatría es el resultado del reconocimiento de que la vejez no es en sí misma una enfermedad, sino un periodo más del ciclo vital con sus particularidades.
En sus inicios, los pioneros de la geriatría observaron cómo con cuidados adecuados, aquellas personas a las que prácticamente se había desechado por “viejos”, mejoraban. Eso sucedió cuando comenzaron a ser atendidos por su enfermedad y no ignorados por su edad. Así lograban que muchos de ellos alcanzaran nuevamente la autonomía personal.
Tradicionalmente se ha visto al geriatra como un médico que se especializa en la atención a los adultos mayores. Entre las funciones de los profesionales de la geriatría se encuentran:
*Prevenir la ocurrencia de enfermedades en las personas adultas mayores que están bajo su cuidado.
*Mantener la autonomía funcional de sus pacientes durante el mayor tiempo posible.
*Valorar el estado de salud del paciente. Diagnosticar las enfermedades que pueden estar afectándolo.
*Tratar las enfermedades de los adultos mayores, teniendo especial capacidad para abordar aquellas de alta prevalencia en la vejez, como demencia, osteoporosis o diabetes.
Tal vez se preguntarán: ¿por qué decidió, ahora, hablar sobre este tema en su columna?
Probablemente ya adivinaron. Porque quiero hablar de un médico geriatra muy cercano a mi vida: mi sobrino Alejandro Jahén García Delgado. Él es hijo de mi hermana Enriqueta Delgado Bahena y mi cuñado Alejandro García Coria.
Jahén estuvo colaborando con este medio informativo durante más de un año, y en su columna, que también se publicaba los sábados, abordó infinidad de recomendaciones dirigidas a los adultos mayores y a sus familiares, con la mejor intención de crear la cultura de la prevención y atención especializada, de la misma manera como se atiende a los niños, que son vistos por los pediatras.
“Porque todos envejecemos de diferente manera”, fue su frase con la que concluyó la mayoría de sus textos. Nada más cierto. De manera que los tratamientos médicos y las atenciones de parte de los familiares, para apoyar a los adultos mayores, son distintas para cada individuo.
Como testimonio personal, debo decirles que hace casi un año que me vi disminuido físicamente de manera considerable, por las enfermedades que me aquejan; entonces, me puse en sus manos y, con el apoyo de una nutrióloga que él conoce, me ha llevado, desde entonces, un seguimiento puntual de las dosis de mis medicamentos y, gracias a Dios, hemos observado una gran mejoría en mi estado de salud.
Me refiero a él porque en días recientes terminó una maestría en pedagogía con la finalidad de ejercer mejor su labor como docente en la UNAM.
Por su trabajo en el Estado de México, y las consultas que recibe en la Ciudad de México, ha dejado de escribir para el Diario 21, pero sigue apoyando a quien lo busca cuando viene a Iguala. ¡Muchas felicidades, querido geriatra, Alejandro Jahén García Delgado.