Excelente atención médica
Por: José I. Delgado Bahena
Una de las mayores preocupaciones que como seres humanos tenemos, es el cuidado de la salud. Lo primero que pedimos, en los brindis de año nuevo, es salud; a las muestras de afecto, al encontrarnos con otras personas, les llamamos “saludos”. De la manera que sea que nos saludemos, debe ser cordial y con la mejor intención de abrazar, tomar la mano, y hasta besarse, deseando, de esa manera, que a quien estimamos le vaya bien y que, por supuesto, no tenga problemas de salud.
Por eso, hace unos días que, en el hospital del ISSSTE de Iguala, celebraron un aniversario más, reflexioné que, ciertamente, en ocasiones tienen fallas con el servicio que prestan; por ejemplo: se retrasan en la atención, no hay medicamentos, no hay reactivos en el laboratorio, no funcionan los baños, etc. Sin embargo, hay que reconocer, que el personal depende de una organización de más arriba y, si “los de arriba” fallan, hacen quedar mal a los médicos, enfermeras y enfermeros, hasta al director, claro está, por ser el primer responsable de que las cosas vayan bien en la institución a su cargo.
Pero, la verdad, por mi parte, más que quejas, tengo agradecimientos. He encontrado médicos, enfermeras y enfermeros, empleados en las diferentes áreas: archivo, administrativa, farmacia…, personas muy amables que, aunque no con una sonrisa, pero sí con atención y respeto, me han atendido y resuelto mis necesidades.
Correré el riesgo de hacer omisiones, pero nombraré a algunos que me sé sus nombres, porque me han dado excelente atención. Médicos: Romero, Arano, Ben Yehuda, Bandera, Yáñez, Zorrilla, Gómez, Jaramillo, Limones; además, otros trabajadores que no son médicos, pero me han dado un servicio de calidad: Ángel, Isidro, Irma, Adrián, Alma y otros que no me sé sus nombres.
Dejé aparte a la doctora Alejandra García, quien está a cargo de la unidad de MIDE, que atiende a los pacientes que, como yo, hemos desarrollado la enfermedad de la diabetes. Sinceramente: qué excelente profesional es. Hace un par de días que me atendió, no tenía enfermera, pero ella hizo lo que debía hacer su asistente, para cumplir con su responsabilidad. Desde luego, como los médicos que nombré antes, es muy humana y servicial, respetuosa y preocupada por ofrecer los mejores tratamientos y consejos para el cuidado de nuestro organismo y evitar que avance nuestro problema de salud.
Bueno, vaya un saludo y una felicitación por este aniversario a todos los trabajadores de este hospital, que ha sido muy criticado, pero que la mayoría del personal se esfuerza por dar un muy buen servicio.
Por otra parte, ya que hablamos del cuidado de la salud, les comento que, gracias a Dios, la vida me ha regalado con la amistad de varias personas que también me han apoyado en cuestión de enfermedad.
Uno de ellos es el doctor Gildardo García Arano, quien tiene una clínica cercana a mi pueblo: El Tomatal: CUCGI. Ahí me han atendido en casos de emergencia y, de igual manera, me han dado un servicio excepcional.
También, como una alternativa importante, he llegado a solicitarle a mi amigo Rafael Villalobos Salazar, quien tiene su consultorio en la calle de Zapata, en el centro de Iguala, diversos tratamientos de apoyo para el buen funcionamiento de mi organismo. La verdad, me he sentido muy agradecido con él porque, además de ser un excelente profesional, es un gran ser humano.
En lo profesional, les comento que estudió: la licenciatura en Naturopatía y Terapias Naturales en el Centro Universitario de Alternativas; en la Fundación Mexicana para la Nutrición; Tanatología en FMP, Guerrero; en la Federación Mexicana de Psicología, A.C.; en el Instituto de Cosmetología y Cosmiatría Integral SC; Medicina Alternativa en el Centro Universitario de Alternativas Médicas.
Mi amigo Rafa, como le digo afectivamente, me ha aplicado tratamientos para la presión arterial y otros órganos; pero, recientemente, me puse en sus manos para que le diera seguimiento a un plan de alimentación que me ayudara a dejar mis malos hábitos que me llevaron a dar resultados altos en mis estudios de laboratorio. La verdad, a los tres días de iniciar, la glucosa me empezó a dar resultados de 112 y 96 en los niveles, lo que me dice que vamos por buen camino.
Lo importante, pues, es reconocer que, como seres humanos, todos podemos tener fallas; pero también hay que valorar a quienes nos ofrecen su mano para ayudarnos a salir de los problemas de salud que, con frecuencia, nosotros mismos nos causamos.