Sector 7

Ene 21, 2023

¿Hacia dónde vamos?

Por: José I. Delgado Bahena

La mayor preocupación que deberían tener los gobiernos de todo el mundo es la mejor formación del hombre, del ser humano, como tal, y de la misma manera deberían orientarse todas las políticas educativas, sociales y morales.

Digo esto por el dilema de la actual convivencia humana que indica dos razonamientos: o sales a la calle a arriesgarte, o te resguardas en tu casa; entonces, debemos reflexionar sobre lo que está pasando en la sociedad.

Hasta hace poco, había comunidades que se mostraban muy tranquilas para visitarlas en cualquier hora del día, y me hacían pensar en que eran buenas opciones para vivir; sin embargo, los sobresaltos de los últimos días me han hecho cambiar de opinión y me han llevado a los cuestionamientos de esta columna y a la redacción del primer párrafo.

Entonces, vale la pena preguntarse: ¿qué está fallando?

Tal vez hemos caído en la simulación de darle su importancia a las cosas, pero por encimita, sin profundizar; es decir: hacer como que hacemos. Digamos: hago como que educo, hago como que sensibilizo, espiritualmente hablando, hago como que aplico las leyes, hago como que cuido a mis hijos…

Efectivamente: en los hogares ya no se aplican normas que lleven a los hijos a formarse en el respeto, las responsabilidad, el afecto, la solidaridad; valores que en el escuela “se enseñan”, pero no se aplican. Y es ahí, en la familia, donde se tienen las mayores oportunidades para formar de manera integral al ciudadano del futuro; después estaría la escuela, luego la religión, los grupos culturales o escuelas de arte, etc.

Desde luego, he dejado mención aparte a los gobiernos. Las autoridades, si acaso se preocupan por lo material, por hacer obras que impacten para que la ciudadanía vea que “hacen algo”. Pero, ¿y lo que no se ve?, aquello que hace del hombre un buen ser humano, como la educación, el arte, la cultura, e, inclusive, la religión, ¿realmente se está trabajando en ello?

No se trata solo de hacer eventos, fiestas que distraigan y entretengan, y nos hagan olvidar la problemática, no del hoy, del mañana, el futuro que enfrentarán las generaciones de niños y jóvenes que, para su desgracia, en este primer cuarto del siglo XXI ya está descompuesto.

¿De qué se trata, entonces? Desde luego, de que los planes y programas de estudio, en la escuela básica, enfoquen sus contenidos hacia la integración del individuo en la sociedad, pero en la parte de esa sociedad que aún conserva hábitos y valores que garanticen la armonía que añoramos.
No es justo que no se destinen recursos suficientes para desarrollar proyectos permanentes en beneficio de los niños y jóvenes que quieren pulir sus habilidades y aptitudes en alguna rama del arte.

No es justo que no haya una biblioteca, al menos en cada delegación, comunidad o colonia. Lo digo por la respuesta que estoy teniendo en la librería de préstamo gratuito que abrí en Tomatal, donde 170 lectores acuden a pedir un libro y me comentan lo agradecidos que están con esta labor.
No es justo que, quienes nos dedicamos a realizar eventos culturales, tengamos que cubrir los gastos de sonido y diversos materiales que se requieren.

En serio: no es justo que, si los adultos tuvimos una niñez tranquila, jugando en las calles, e íbamos a la escuela solo con la bendición de nuestras madres, sin temor a que nos ocurriera algo, ahora (y peor será mañana) no puedan ni salir solos a la tienda y tengan que llevarlos a la puerta de su escuela, por la inseguridad en la que vivimos.

Para despedirme, les dejo una invitación para que nos acompañen, al grupo de poetas “Los Refugiados”, en un recital que tendremos hoy, sábado 21 de enero, a las 18:00 hrs, en un lugar ubicado en la calle de Hinojosa, casi esquina con Reforma, donde compartiremos poesía de autores famosos y también textos nuestros, y podrán disfrutar de un rico café. Nos acompañará el joven pianista Axel Estrada.

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