Merecido homenaje
Por: José I. Delgado Bahena
Hace cuatro años, en 2018, recibí una invitación para desayunar con una persona a quien, la verdad, solo había oído nombrar, pero no tenía el gusto de conocer. La persona intermediaria fue la poeta Analú Garduño quien, amablemente, me indicó que me esperaban en un conocido restaurante del centro de nuestra ciudad.
Al llegar, me encontré con las sonrisas francas de quien ahora es mi amigo, el licenciado Juan Manuel Jaimes Adán, y de su señor padre: el maestro Edmundo Jaimes Martínez.
Mientras tomábamos algunos alimentos, me hicieron saber el motivo de la invitación y, por la forma tan vehemente que me fue solicitado, no pude negarme a ser el vínculo para invitar a gente de la cultura de Iguala para conformar la Sociedad Igualteca de Geografía y Estadística que el maestro Edmundo estaba interesado en promover para darle continuidad a los propósitos con los que esta noble asociación fue fundada en México, el 18 de abril de 1833, por don Valentín Gómez Farías, siendo presidente de nuestro país.
En el trayecto de las invitaciones que hice, me enteré de que esta sociedad ya había sido integrada en Iguala hace varios años, solo que, por causas que me son desconocidas, dejaron de realizar actividades en torno a la cultura en beneficio de la sociedad.
Entonces, respondiendo a mi llamado, acudieron cerca de cincuenta personas dedicadas al arte, a la educación y, sobre todo, a la cultura. De las reuniones subsecuentes emergió el grupo que encabezaría esta asociación en Iguala, siendo nombrado presidente el biólogo Luis Felipe Cariño Preciado.
Desafortunadamente, meses después, el maestro Edmundo partió de este plano terrenal y ya no pudo darle seguimiento a las acciones que organizamos y que, en poco tiempo tuvimos que suspender, por motivo de la pandemia.
Antes de continuar, permítanme contarles algo acerca del maestro Edmundo Jaimes Martínez.
Por lo que he sabido, siempre fue un hombre modesto que dedicó 65 años de su vida a la educación en México, en el Estado de Guerrero. Fundó escuelas a lo largo y ancho de la entidad; fue un destacado profesor, escritor, orador, poeta, dirigente sindical; un ciudadano ejemplar.
Nació el 16 de noviembre de 1931 en San Juan, municipio de Ixcateopan de Cuauhtémoc.
Su trayectoria como maestro inició en el medio rural del estado en 1949; luego, ascendió a Supervisor Técnico Docente y en 1969 fue nombrado Director General de Educación Pública, cargo al que renunció en 1971; de entonces hasta el 2018, se desempeñó como Supervisor Escolar en el estado.
Como miembro de la Asociación Nacional de los Clubes de Leones, fue dos veces Tesorero Nacional y Director del Fondo de Solidaridad Leonística Miguel E. Abed.
Como poeta, practicó el verso clásico y el soneto. Publicó 5 obras de su autoría: Tasco en sonetos; Los versos olvidados; Mil refranes populares en mil coplas singulares; 15 Sonetos de Amor y un Canto a los Ojos y Fulgores Crepusculares; además de 3 coautorias: Altamirano Visto por Altamiranistas; Pensamiento Antológico Universal y Homenaje a Manuel S. Leyva. Antología Célebre 2015.
Le fue otorgada la Presea “Ignacio Manuel Altamirano” por 50 años de servicio a la Educación y recibió el Premio Estatal al Mérito en Literatura y Bellas Artes “Juan Ruiz de Alarcón”.
Se le reconoció como hijo predilecto del municipio de Ixcateopan de Cuauhtémoc y Ciudadano Ejemplar del municipio de Taxco de Alarcón.
Fue nombrado “Maestro Emérito de México” por la Plataforma de Opinión y Expresión Magisterial. Se le rindió un Homenaje por el Gobierno del Estado por su jubilación tras 65 años de servicio a la educación y se le nombró Supervisor Escolar Emérito de la 9ª Zona Escolar Estatal.
Como hombre de familia se unió en matrimonio con la Profa. Paz Elizabeth Adán Rangel, igualteca de nacimiento.
Siendo él Presidente fundador de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística correspondiente a Taxco de Alarcón, se develó una estatua a Don José María Morelos y Pavón; y fue el principal promotor para que se fundara la Sociedad correspondiente a Iguala de la Independencia.
El maestro Edmundo Jaimes Martínez, emprendió el viaje sin retorno el 7 de diciembre del 2018 a la edad de 87 años.
Se fue con la satisfacción más grande que un ser humano puede tener, la enseñanza que otorgó a niños y jóvenes y la defensa que prestó al trabajador para alcanzar el bienestar laboral, remunerable y digno.
Por estas y muchas más razones para las que no tuve espacio suficiente, la Sociedad Igualteca de Geografía y Estadística (SIGE), a la cual pertenezco, hemos preparado un significativo y merecido homenaje, in memoriam, a nuestro impulsor, a cuatro años de su partida, el cual llevaremos a cabo hoy, sábado 3 de diciembre, en el Museo de la Bandera y Santuario de la Patria, de Iguala, a las 18:00 hrs. Los esperamos.