La palabra empeñada

Por: José I. Delgado Bahena

Lo que son las cosas, como dijera “el poeta”: lo que más vale del hombre es la palabra; podrías firmar mil documentos, cuando te echas algún compromiso, pero si no respetas tu palabra, de nada sirve.

Les hago este comentario porque, afortunadamente, el presidente municipal de Iguala, David Gama, empeñó su palabra con el Comité Pro Rescate del Centro Histórico de Iguala, ante dos compromisos: que sí le entraría al proyecto y que nos tendría en consideración, por haber sido quienes tomamos la iniciativa de proponer, a lo largo de once años, la remodelación del primer cuadro de la ciudad, conocido como Centro Histórico.

Mucha de la historia de nuestras gestiones la he compartido en otras ocasiones, por eso creo que no es necesaria una relatoría completa; sin embargo, he supuesto la necesidad de hablar sobre este tema por algunos puntos que hay que señalar.

Bueno: antes que todo, les recuerdo que, como comité, visitamos a los ediles de todas las administraciones que desde 2011 han estado al frente del ayuntamiento. Los únicos que abrieron sus oídos para atender, y realmente apoyar de alguna manera nuestra propuesta, fueron:

El Dr. Tovar, ya que, precisamente, él estaba cuando el regidor Miguel Garduño hizo la propuesta en una mesa de trabajo para que fuéramos escuchados, y se asentó nuestra participación en un acta de cabildo de aquella fecha.

Después, en el periodo en que estuvo el licenciado Esteban Albarrán, el cabildo nos tomó protesta como Comité Pro Rescate del Centro Histórico, reconociendo y atendiendo nuestra inquietud que tenía la intención de darle realce a nuestra ciudad, por la trascendencia histórica que tiene. Incluso, la propuesta que presentamos la denominamos: Plaza Bicentenario Plan de Iguala, ya que pretendíamos que se inaugurara en 2021 como parte de los festejos por el bicentenario de la firma del Plan de Iguala.

En este lapso, cuando el ahora presidente municipal, David Gama, era diputado, lo visitamos para pedirle su apoyo, el cual obtuvimos, y en alguna ocasión nos acompañó y opinó con base en sus conocimientos, como arquitecto que es. Desde entonces se mostró comprometido con el proyecto.

Cuando acudimos a solicitar el apoyo por parte del Dr. Antonio Jaimes, tomó nuestro proyecto como bandera y aceptó encabezar la gestión para hacérselo llegar al presidente de la República, de manera que, en la primera oportunidad que tuvo, hizo entrega de una copia a López Obrador y, no tenemos la menor duda, fue la chispa que le encendió la mirada al presidente del país para que volteara a ver a Iguala y aceptara que le hacía falta un cambio digno que resaltara la importancia que tiene, por ser la cuna de la bandera y de la firma del documento que finalizara con la guerra de independencia.

Lamentablemente, el presidente Jaimes, no aceptó el compromiso de aportar el dinero que el municipio debía poner para las obras complementarias del proyecto, y se fue rezagando su realización, hasta que entró en funciones el arquitecto Gama y él rescató su palabra empeñada, de buscar el cambio de imagen para Iguala, como lo hemos estado viendo en lo que va de su administración.

Sinceramente, quienes integramos el Comité, aún estamos ilusionados por saber que pronto veremos a Iguala con un rostro distinto, desde luego, mejor que el que tenía. Sabemos que hay muchos comentarios sobre los trabajos que se están realizando; pero, gracias a que hemos asistido a las reuniones con los funcionarios municipales y de la SEDATU, sabemos que el proyectista responsable tomó en cuenta elementos que nos identifican, como los portales, que aún se pueden ver en algunas partes del centro, y se prioriza al peatón , antes que al automovilista.

Además, creo que no es justo que valoremos y critiquemos algo que aún no está concluido. Esperemos a ver cómo queda y, si a las generaciones de los próximos años, les parece que deben buscar una mejora, sin duda se podrá hacer.

Desde luego, contamos con la promesa del presidente Gama de que, en cuanto se termine la obra federal, él verá la manera de que se remodelen otras áreas cercanas. Por lo pronto, tal vez sea necesario que se elabore un reglamento de imagen urbana para regular lo que se construya, se pinte y se use en estos espacios. Es decir: ojalá que lleve a cabo el igualar las fachadas y ordenar el ambulantaje.

Los funcionarios de la SEDATU se comprometieron a que entregarán la obra en tiempo y forma. Ojalá que así sea.