Por: Óscar Molina


Iguala, Guerrero, Junio 15.- El sonido se escuchaba a kilómetros, su silbato marcaba el inicio de jornadas donde trabajadores y gente que vendía sus productos sabían que era la hora de subir a sus vagones para laborar en una actividad que fue continua por 99 años en la ruta México-Cuernavaca-Iguala; un día todas esas vivencias se terminaron en la estación del ferrocarril en Iguala.

Este medio de transporte marcó la historia por mucho, ya que Iguala fue la única ciudad guerrerense que contó con servicio de ferrocarril, desde 1898 hasta 1997, este suceso la llevó a ser la ciudad más importante en lo comercial y la más poblada a principios del siglo XX en la entidad.

Este 12 de junio se cumplieron 26 años de su cierre, un suceso que marcó a la población que sigue preguntándose cuáles fueron los motivos de cerrarse el servicio. Faltó un año para que se conmemoran 100 años de este servicio que tuvo la visita en este medio de transporte al presidente Porfirio Díaz y posteriormente a Francisco I. Madero entre otros personajes.

EL PRIMER VIAJE DEL FERROCARRIL A IGUALA

El 2 de julio de 1898 se terminó de colocar el último riel de la ruta México-Cuernavaca-Iguala, esta situación provocó que la empresa ferrocarrilera de México pidiera a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas arrancar lo más pronto posible su actividad. Aprobada esta solicitud el 16 de julio de 1898 salió de México rumbo a Iguala la locomotora con un recorrido de 236 kilómetros.

Tras llevarse este primer viaje el tren regresó a ciudad de México, a partir de este momento se estableció el servicio mixto, carga y pasajeros, por 99 años este servicio se mantuvo en esta ruta que finalmente aquel 1997 fue cerrada llegando con esto uno de los momentos más difíciles en el historial de la “cuna de la bandera”.


ÚLTIMO LLAMADO

Artemio Mora Torres, jefe de estación en aquel entonces, recibió la noticia de que la ruta sería cerrada, esto tomó por sorpresa a muchos de los trabajadores que realizaban actividad en la estación como puenteros, albañiles, pintores, estibadores, mecánicos, boleteros y más que estaban ligados a la actividad ferroviaria, así como gente que vendía sus productos.

El destino estaba ya dirigido y fue así que el 12 de junio por la tarde salió de la comunidad de Apipilulco la máquina 9024 con dirección a Iguala; ésta traía el último vagón de pasajeros con el que se concluirían 99 años de historia, en su trayecto por Cocula y algunas comunidades donde hacía parada fue dejando el recuerdo de muchos momentos inolvidables, pasadas las 21:00 horas, finalmente llegó a Iguala, la gente que se enteró en el transcurso del día escuchó su llamado desde la colonia Ejidal.

Antes de su llegada trabajadores pusieron petardos en las vías y se prendieron bengalas, a su paso la máquina iba provocando un ruido estruendoso que marcaba el adiós, tras hacer alto en la estación, maquinista y garroteros bajaron para fundirse en un abrazo con sus compañeros de trabajo, algunos ferrocarrileros no daban crédito a lo que sucedía, su llanto de melancolía se agudizaba más con el paso de los minutos al saber que eran los últimos momentos.

Luego de estar detenido, niños, ferrocarrileros y gente que se dio cita a este evento, se tomaron fotos del recuerdo en la parte delantera del tren, pasados los minutos retomó su camino haciendo sonar su silbato, avanzó unos metros más para detenerse de nueva cuenta en el entronque de la calzada, aquí otra vez la gente se tomó fotografías además de tocar la locomotora con sentimiento, pasado el momento siguió su marcha para dirigirse rumbo a la comunidad de El Naranjo así como estaciones de Morelos.

Enrique Pastrana ciudadano, que ha dedicado por mucho tiempo a la actividad de ferrocarriles, recuerda ese día como un día triste para quien le gusta todo lo relacionado a este medio, “ese día del último tren estábamos tristes la verdad, hubo muchas personas que lloraron, estaba por cumplir 100 años y de un día a otro el gobierno decide cerrarlo, en ese momento la población de Iguala no sabía lo que estaba perdiendo, ese día la tristeza se vio en todos los corazones de los que amamos el ferrocarril”.

SE FORMA EL COMITÉ PRO-DEFENSA DEL FERROCARRIL

El viernes 13 de junio un día después de la marcha del último tren de pasajeros, el alcalde Lázaro Mazón anunció la creación del comité pro defensa del ferrocarril para buscar el regreso de la ruta Cuernavaca-Iguala- Apipilulco de carga y pasajeros, para esto hizo el llamado a la ciudadanía, iniciativa privada, así como los alcaldes de Buenavista de Cuellar y Cocula.

RETIENEN LA 10047 Y LA 10004

Conferencias de prensa y algunas actividades planeadas fueron el arranque de esta cruzada para rescatar el servicio del tren para las empresas y poblaciones, una de las primeras medidas que tomaron fue retener las locomotoras diésel 10047 y 10004, así como el caboose que traían enganchado.

El martes 17 de junio, éstas llegaron a Iguala con la intención de llevarse vagones de carga que estaban varados en la estación y en lo que estaban enganchando todo, el alcalde Lázaro Mazón se enteró de esta situación, lo que provocó que juntara a un grupo de regidores y ciudadanos para tomar una medida drástica como presión.

Luego de consultar qué harían, tomaron la determinación de tirar escombro en las vías para evitar que las máquinas pudieran retornar a la ciudad de México, el maquinista al observar que estaba tapado el paso retornó a la estación, de aquí dio aviso a las oficinas de la “capital” de donde recibió la orden de apagar la máquina, a partir de este momento jamás volvieron a tener movimiento, hasta el momento han pasado ya 26 años de los cuales sigue a la espera de que alguna ocasión pueda escucharse una vez más ese sonido que dio vida a la Cuna de la Bandera.

El exalcalde Lázaro Mazón habló sobre el momento cuando las máquinas intentaron llevarse los vagones que estaban en la estación, “Cuando nosotros nos enteramos de que el tren se iría de Iguala hicimos los trámites correspondientes con el gobierno del estado, reconozco que tuvimos apoyo de Ángel Aguirre, gobernador del estado, fuimos a las oficinas de Ferronales en compañía del secretario de Gobierno, ahí nos dijeron que ya no volvería el ferrocarril, bloqueamos incluso los regidores de todos los partidos del ayuntamiento, cerramos la caseta, hicimos marchas”.

Continuó diciendo: “Cuando nos enteramos después que ya venía la máquina para llevarse los vagones que estaban en la estación nos pusimos de acuerdo con los delegados de las colonias Plan de Ayala, 23 de Marzo, 28 de Abril hasta la Ciudad Industrial, estuvimos alertas para que no se llevaran nada, la misma gente que vivía por la ruta de la estación avisaba”.

EL FERROCARRIL NO REGRESÓ

Las actividades del comité continuaron con la toma de la caseta de cobro, marchas en la ciudad, reuniones con el gobernador Ángel Aguirre y directivos de Ferronales, pero nada se pudo hacer por el regreso de este medio de transporte que tuvo como labor la ruta de México hasta Balsas, con el paso de los años se redujo de la “capital” hasta Apipilulco.

Con el paso del tiempo la estación pasó a ser museo, han pasado los años y surgieron propuestas de algunos proyectos para que se tuvieran mejoras en este recinto como en algunos estados de la República, pero diferentes circunstancias han provocado que no se concreten los proyectos.

Hoy, la ciudadanía igualteca con lo poco que hay en el museo tiene parte de la historia que marcó a muchas generaciones, la máquina lleva inmóvil más de dos décadas, pero las vivencias siguen siendo recordadas por trabajadores y personas que en cada viaje disfrutaron cada momento.

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