“No me ruegues que te deje y me aparte de ti…” -Rut 1:16-

Por: José Eduardo Cruz Carbajal


Iguala, Guerrero, Febrero 8.- Quédate siempre a mi lado, amor, soy muy feliz contigo, a tu lado descubrí al hombre romántico y amoroso que vive en mí, una dimensión que honestamente me era desconocida, pero debo reconocer que me gusta, me gusta mucho. Amo caminar contigo, tu compañía es lo mejor que me ha pasado. Quédate siempre a mi lado amor, puedes confiar en que seré tu admirador número uno, te acompañaré en el camino a tus metas personales, celebraremos juntos tus éxitos, lloraremos juntos tus fracasos, prometo despertar en ti el deseo de mi compañía, pero también respetar y aceptar los momentos en que necesites estar a solas. Quédate siempre a mi lado, amor, mi amor y mi respeto hacia ti los tienes seguros, y si algún día sientes que no los estoy poniendo en práctica házmelo saber, te amo y te respeto, ¡Nunca dudes de ello! Pero también hazme saber las maneras en las que te gusta sentir ese amor y ese respeto, te amo demasiado, pero también deseo expresarte amor y respeto en las maneras en que tú puedas comprenderlos.


Quédate siempre a mi lado, amor, no te prometo que todo estará bien, porque hacerte esa promesa es mentirte, y la mentira lastima y destruye el amor, pero si puedo prometerte mi compañía y mi ternura en esas noches oscuras de la vida, seguramente habrá caídas y golpes fuertes, pero mi mano siempre estará lista para sostenerte y vendar tus heridas. Quédate siempre a mi lado, amor, sé que no soy el mejor hombre, que estoy lleno de carencias y defectos, pero me comprometo a buscar a Dios de manera apasionada e intencional, para que Él me transforme en el hombre que tú necesitas que yo sea.


Quédate siempre a mi lado, amor, que nunca el silencio y la indiferencia hagan separación entre nosotros dos, que el perdón y la comunicación nos sanen y nos lleven a ser nuestra mejor versión, que la risa y el romance sean constantes, que la prudencia y el silencio sean mediadores en nuestros momentos de enojo, que el cariño, la paciencia y la ayuda nos ayuden a transitar los días en los que nuestro cuerpo se debilite y se enferme, que la aceptación genuina nos ayude a pulirnos mutuamente sin perder nuestra esencia, que el tiempo con nuestra familia y nuestros amigos siempre nos nutra.


Quédate siempre a mi lado, amor, sé que no me necesitas para nada, que puedes vivir sin mí, pero quiero compartir todo contigo, me gusta tenerte en mi vida, rompamos las reglas de vez en cuando, seamos cómplices en todo, lleguemos a conocernos íntimamente, sin necesidad de palabras, lleguemos al punto de saber interpretar miradas y adivinar nuestros pensamientos, vivamos un amor tan intenso y fuerte, a tal grado de que solo la muerte haga separación entre nosotros dos.

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