Juárez, conciencia de México
Por: José Rodríguez Salgado
A la memoria del hidalguense Cutberto Ramírez Osornio, por su talento y preparación académica. RIP
Como lo advierten los lectores esta columna tiene la pretensión de evocar a personajes emblemáticos del pasado, no para exaltarlos nada más, sino para convocar a la reflexión sobre su legado y hechos relevantes, en aras de tomar su ejemplo como guía y continuar la marcha como nación. Hace un par de días se cumplieron 151 años del fallecimiento en Palacio Nacional del Lic. Benito Juárez García, figura principal de la Reforma y Restaurador de la República, después de la injusta y condenable invasión francesa y consecuente instauración del imperio de Maximiliano de Habsburgo.
Dentro de la abundante bibliografía del Benemérito de las Américas, recomiendo una obra que es joya en su género: “Juárez, su vida contada a los niños” por Ermilo Abreu Gómez. Ediciones de Cultura Popular, que nos enseña de manera sencilla que la vida de Juárez es justa y humilde, no conoció comodidades ni holguras, estudió venciendo inmensas dificultades y trabajó con tenacidad para ganarse el pan de su familia.
Esta fecha necrológica nos debe obligar a recoger la estafeta y reafirmar los propósitos que nutrieron su fe y esperanza para preservar nuestra soberanía e independencia; combatir en serio la inseguridad desencadenada y toda manifestación autoritaria por parte de quienes detentan el poder. Son muchas y crecientes las necesidades que apremian, de ahí que la lección de Juárez sigue vigente para enfrentar los molinos de viento de las fuerzas del mal que amenazan la paz y tranquilidad de la República; detener la injusticia, el desorden, la violencia que se manifiesta sin tregua en los cuatro puntos cardinales del territorio, junto a la extorsión e intimidación que crecen coludidos con el poder.
En tanto prive este negro panorama y no se restaure el derecho a disentir, no se toleren las opiniones ajenas, no se respete la vida, no se construyan puentes de entendimiento y se alejen las calumnias y denostaciones de todo orden, el país seguirá sufriendo con sus heridas abiertas. México no habrá alcanzado plena madurez si continúan reproduciéndose las ingentes necesidades que agobian a la población. Nada ofende tanto como las mentiras, los delitos inventados, la vanagloria de las palabras y las condenables e irreflexivas prácticas que merecen la condena generalizada.
Tenemos una deuda ancestral con la cultura, la educación, la economía y el empleo. El espíritu juarista anima a superar las dificultades, continuar la brega y alcanzar un armónico crecimiento en todos los órdenes. Se hace impostergable alentar los programas de investigación científica y tecnológica; combate a la pobreza; lucha cierta contra la corrupción y el maridaje con las fuerzas del mal e instaurar la sana convivencia; trato civilizado entre todos, congruencia ideológica y aceptable colaboración en el concierto de las naciones.
En este aniversario luctuoso reiteremos al patricio nuestra disposición para trabajar unidos y construir armoniosamente el futuro; preservar las conquistas; edificar una patria justa, con oportunidades para todos, sin exclusión de nadie, por razones de color, ideología o militancia política, en suma, mantener abiertas las ventanas del entendimiento y la buena fe. Aceptar las discrepancias con madurez; desterrar rencores y conductas enfermizas por el odio y la desconfianza. Por sobre todo, luchar por nuestra evolución con determinación y aplomo.
Tarea urgente es la reconciliación nacional, inspirados en la remembranza y respeto a nuestros símbolos que nos empujan a desterrar conductas egoístas, mezquindades y cobardías. Ser laboriosos para ser fuertes y libres. Buscar la prosperidad, prepararnos en el cumplimiento de los deberes y disfrute de los derechos para merecer una vida digna. Persuadirnos del valor del tiempo y trabajar con la mira puesta en la superación tanto en el campo como en las grandes ciudades, en los valles como en las montañas y en todos los lugares donde se persevera para que reine el imperio de la ley.
Recordar a Juárez, su vida y su obra, es mantener en la conciencia nacional la fuerza para vivir decorosamente. Con su integridad moral no sólo es un héroe de México, sino una figura prominente de los países de este continente. Hacer realidad cotidiana las convicciones juaristas, observar su pensamiento y legado será responsabilidad de todos.
Julio 20 de 2023.