E. Poniatowska, manantial de luz
Por: José Rodríguez Salgado
Nada más justo que la periodista y escritora Elena Poniatowska Amor haya recibido la semana pasada la Medalla “Belisario Domínguez”, por parte del Senado de la República. Se cumple la aspiración de ofrecer o recibir los homenajes en vida. Distinguidas personalidades han sido acreedoras a esa presea que premia los esfuerzos en favor de nuestro país. Poetas, escritores, periodistas, políticos, maestros, profesionistas y simples ciudadanos que hicieron mucho para merecerla. Con este motivo le han prodigado innumerables muestras de simpatía y reconocimiento. Ojalá sea un incentivo para leer la obra de “Elenita”, que es abundante y abarca los géneros del cuento, la novela, el testimonio, la entrevista, el reportaje y la crónica, todas de transparente autenticidad.
La crítica especializada considera que ella ha convertido la entrevista en un género mayor “que ha logrado un estilo perfectamente individual; es una novelista dotadísima” y que tan sólo ese señalamiento la convierte en una de las mejores escritoras de México. Se le reconoce también su valentía, el uso certero que hace de la palabra para defender a quienes carecen de ella. Sergio Pitol, el célebre escritor veracruzano destacó “ese grano de dinamismo oculto tras su sonrisa y su nariz fruncida, capaz de hacer añicos toda la estupidez, la crueldad y la arrogancia con que suelen recubrirse los triunfadores de este mundo”.
Su don de narradora vuelve personal todo lo que toca, pone su intensidad, su actitud apasionada al servicio de su escritura, y por lo mismo, resulta convincente. El periodista y locutor del siglo pasado Pedro Ferriz Santa Cruz afirmó categórico “sin Elena, la vida de México tendría menos sentido”. En el Diccionario de Escritores Contemporáneos de México se registra lo siguiente: Elena Poniatowska nació en París el 19 de mayo de 1933. Llegó a México cuando aún no cumplía 10 años de edad y por lo tanto es mexicana. A lo largo de muchos años de ejercicio periodístico y narrativo ha producido una veintena de libros, entre los más importantes hay que citar: Lilus Kikus, Hasta no verte Jesús mío, La noche de Tlatelolco, Querido Diego, te abraza Quiela, De noche vienes, Fuerte es el silencio, Ay vida no me mereces, Nada, nadie, Tínissima, La “Flor de lis”. Considera que el libro sobre la fotógrafa y luchadora social Tina Modotti es el que ha escrito con mayor satisfacción. Escribió durante mucho tiempo para las secciones culturales de los diarios, los suplementos y las revistas, pero hoy, asegura “el escritor debe dejar el periodismo en determinado momento”, por que no debe ser periodista toda su vida a menos que quiera repetirse y reproducir en su literatura los trucos y mecanismos que aprendió en la redacción diaria y rápida.
Ha recibido múltiples reconocimientos en el país y en el extranjero: El Premio Nacional de Periodismo, El Cervantes, El Alfaguara, La UNAM la distinguió con el Doctorado Honoris Causa en 2001, otras instituciones y universidades de varias partes del mundo la han honrado con sendos reconocimientos. A ellos hay que agregar más de cien distinciones en Estados Unidos, América Latina y Europa. La Universidad de Varsovia le rindió un gran homenaje el 14 de mayo de 2021 por su labor literaria y periodística que contribuye al fortalecimiento del diálogo intercultural entre Polonia y México. Ahí el rector Alojzy Nowak dejó de manifiesto la influencia de EPA en la educación de los jóvenes y en los valores humanos.
Dice admirar a las escritoras mexicanas María Luisa Erreguerena, Kira Galván, Esther Seligson, Inés Arredondo, María Luisa Puga, Margo Glantz, Silvia Molina, Rosa María Nisán, Alicia Trueba y Laura Esquivel. Afirma que sus maestros fueron en cierta forma Diego Rivera, Octavio Paz y Alfonso Reyes y que admiró siempre al cronista Carlos Monsiváis, por su visión y sus observaciones para entender a nuestro país. Reconoce también a Héctor Aguilar Camín, Gabriel Zaid, Jaime Avilés, Herman Bellinghausen, Ángeles Masttreta entre muchos más. Definitivamente se siente deudora de Juan Rulfo, Fernando Benítez, Gastón García Cantú y Guillermo Haro (destacado astrónomo y padre de sus tres hijos).
Su discurso de agradecimiento al Senado de la República fue espléndido, ahí manifestó una vez más que la escritura, junto con sus hijos son la “primera razón de su vida”. Honor a quien honor merece. Felicidades.
Abril 27 de 2023.