Ceniceros, cumplió con su tiempo

Por: José Rodríguez Salgado

A la memoria del profesor teloloapense Efraín Rabadán Beltrán. RIP

En mi columna de la semana anterior relaté un acontecimiento determinante en mi desarrollo profesional. Fue de gran utilidad el apoyo que recibí del Secretario de Educación, profesor y licenciado José Ángel Ceniceros Andonegui, al disponer que se me otorgara una beca en metálico, que constituyó apoyo fundamental para solventar mi estancia en la capital del país durante mis estudios. En marzo de 1959, inicié mis labores en la Escuela Primaria “José Luis Vieyra González”, de la Delegación Cuajimalpa, D.F., bajo la dirección de la maestra Eloísa Gutiérrez, ahí reafirmé mi vocación de la que me siento profundamente orgulloso.

Deseo en estas líneas referirme a la vida y obra del licenciado Ceniceros titular de la SEP. Nació el 8 de junio de 1900 en Victoria, Durango y falleció el 24 de abril de 1979, en la Ciudad de México. Fue político y diplomático. Secretario de Educación Pública de 1952 a 1958. Se desempeñó como representante diplomático en Cuba (1944-1945) y en Haití (1949-1951). Exalumno de la Escuela Nacional de Maestros. Abandonó sus estudios (que inició en 1912), para incorporarse a la Revolución Constitucionalista, como Subteniente en las fuerzas del General Álvaro Obregón. Después de su breve paso en la milicia reanudó sus estudios normalistas y egresó en 1921 con el correspondiente título.

Más tarde se inscribió en la Escuela Libre de Derecho, donde terminó la carrera de abogado en 1925. Su jurado estuvo integrado por los eminentes juristas Miguel S. Macedo, Emilio Rabasa, Ricardo Guzmán, Gilberto Trujillo y J. Ortiz. El tema de su tesis fue “El Derecho Penal en la Rusia Bolchevique”. Por 19 años fue catedrático en la Escuela Nacional de Maestros impartiendo materias Pedagógicas y Sociales. En la Escuela Nacional de Jurisprudencia tuvo a su cargo las materias de Delincuencia Infantil y Juvenil. En la UNAM estudió el Doctorado en Derecho y al obtener el grado se incorporó como profesor de esa División Superior.

Se especializó en Derecho Penal y cubrió los servicios de Defensor de Oficio, Agente del Ministerio Público, Consultor de la Secretaría de Marina, Procurador de Justicia Militar, Subprocurador General de la República, Oficial Mayor, Subsecretario y Encargado del Despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Trabajó en la Secretaría de Educación Pública como titular durante el régimen de don Adolfo Ruiz Cortines, de quien recibió el mayor apoyo para el éxito de su gestión. Fue precedido en el cargo por el licenciado Manuel Gual Vidal y su sucesor fue el doctor Jaime Torres Bodet. También dirigió el periódico “El Nacional”.

El escritor Miguel Álvarez Acosta, refiere que su vida fue “dinámica y polifacética”. Fundó la Revista” Criminalia”. Su producción jurídica, pedagógica y diplomática es abundante y profunda. Otra actividad que desarrolló de manera sobresaliente fue la de Conferenciante, tanto en temas jurídicos como educativos; sus intervenciones fueron valiosas, orientadoras y sistematizadas. Fue miembro de múltiples organismos nacionales e internacionales en el campo de la docencia, el derecho penal y las ciencias sociales, recibió innumerables premios y condecoraciones en el país y en el extranjero.

En sus discursos se observan valores literarios y conceptuales, además del deseo de dar a la palabra y al pensamiento una tarea funcional. Hombre formado moralmente en un hogar de educadores y creyentes en la virtud. Lo mismo disertaba ante campesinos, obreros, universitarios, médicos, estudiantes, profesores y funcionarios, con elegancia y sencillez. Planteaba el grave problema de la responsabilidad magisterial: “Cabe preguntarnos si nuestros maestros, al impulso de las inquietudes científicas del siglo, han superado en proporción a otros sectores de la vida nacional y si la pedagogía mexicana ha dicho su mensaje al mundo”.

“La responsabilidad del maestro como guía y orientador espiritual de las nuevas generaciones, implica no sólo una dinámica pedagógica sino una mística educativa, pues el maestro en su tarea de sembrador a la luz de las conciencias, sirve de guía a los pueblos. Fincamiento histórico, consigna de la Patria”.

Es corto el espacio para conocer la obra de un hombre que dedicó gran parte de su vida a elevar el nivel del pueblo por medio de la educación, merece de las nuevas generaciones de maestros el mayor interés para justipreciar su legado. Marzo 09 de 2023

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