Afortunada reunión con mis ahijados

Por: José Rodríguez Salgado

A la memoria del Maestro Jesús Ruiz Aguilar, ex Director de la ENS de Nayarit.

Después del período de pandemia, tuve ocasión de saludar a algunos miembros de la generación 1964-1970, de la Escuela Normal Superior de Nayarit, que me concedió el honor de nombrarme su Padrino. Hace 25 años algunos ex alumnos de Sonora tomaron la decisión de reunirse e invitarme para evocar los años que pasamos juntos en esa institución cuyo prestigio trascendió en todo el país. Efectivamente, miles de profesores de distintas regiones de la República asistían por los sesentas, setentas y ochentas a realizar Cursos Intensivos de Verano que los habilitaban para ejercer la docencia en escuelas secundarias en diversas especialidades.

El encuentro permitió enterarnos de los progresos académicos, culturales, sociales, económicos y políticos de algunos integrantes. Hay de todo, desde prósperos comerciantes, directivos de planteles de educación media, media superior y superior, propietarios de empresas educativas, agentes inmobiliarios, pequeños empresarios, transportistas, jueces, magistrados, ex políticos, ex dirigentes sindicales, ex corresponsales de prensa y en su inmensa mayoría docentes jubilados. Los convocantes integran una agenda sencilla alejada de ceremonias y formalidades innecesarias, el objetivo central es conservar el trato, actualizar el directorio y fortalecer los lazos de amistad. Hay una parte del programa que generalmente se desahoga en la sobremesa para confrontar los problemas educativos actuales con las políticas que nos tocó aplicar durante nuestro desempeño activo.

En algunas ocasiones se organiza un programa especial que se hace extensivo a la comunidad; recorridos por sitio de interés, lugares emblemáticos y/o sitios turísticos, etc. Procuramos no mezclar el objetivo central con situaciones sindicales, religiosas, políticas o partidistas. Comentamos aspectos relacionados con nuestras propias experiencias resultado del ejercicio profesional o anécdotas de nuestro paso por la ENS. No olvidamos a los compañeros que desafortunadamente ya fallecieron. Guardamos un minuto de silencio y les destinamos cariñosos aplausos.

Uno de los puntos significativos es cambiar impresiones sobre las materias cursadas y los efectos en la práctica docente. En esta ocasión moderé las intervenciones relativas exclusivamente al ámbito de la Neaniscología (del griego neanisco-recién nacido y logos-estudio, disciplina relativa a los adolescentes, recién nacidos y encaminados a la juventud). Recordamos que por esos años se dieron los hechos trágicos de 1968 y sus efectos en la vida de la sociedad mexicana: deslumbrantes avances en la ciencia, la tecnología, el desarrollo globalizador, nuevas formas de conducta, evaluación de los procesos de aprendizaje, comunicación inmediata sin importar las distancias, cambios éticos, modas, etc.

Sabido es que en esta etapa de la vida son más frecuentes los conflictos, problemas, accidentes y los errores; a la vez se obtienen mayores oportunidades y nuevas relaciones. A manera de conclusión se convino que los niños y los adolescentes de la actualidad requieren una mayor integración y funcionamiento de todas las operaciones mentales; aprovechar y dar respuesta a cuantos descubrimientos y transformaciones se generan en el momento. Son cada vez más aptos para el manejo de los dispositivos digitales con rapidez y eficacia; tienen mayor facilidad para abrir nuevos caminos y crecer; comprenden mejor el manejo de otros idiomas y tienen una mayor facilidad para integrarse con muchas personas y mundos diferentes. Paralelamente confrontan a diario decenas de conflictos, peligros y adicciones.

Conviene como padres y abuelos estar más cerca del desarrollo de nuestra familia; comprender los cambios psicológicos, biológicos, culturales y sociales, tal como lo recomienda el autor del texto auxiliar de nuestra clase (Psicología de la Adolescencia, de Aníbal Ponce, que curiosamente en su parte central, sigue vigente). Particular mención hicieron nuestras compañeras abuelas respecto a la minimización del papel de la mujer que por siglos fue objeto de maltratos, opresión, castigos, segregación y negación a determinados trabajos, etc., no obstante los avances registrados en los últimos tiempos.
Se hace necesario por tanto, modificar y actualizar los códigos de conducta que se resisten a desaparecer y adquirir nuevas pautas para el trabajo, la interacción y la convivencia humana, así como la plena inclusión y la prosperidad social para enfrentar los desafíos por venir.

Nos despedimos con camaradería y agradecidos con la vida por permitirnos evocar el pasado y ponderar el desarrollo y crecimiento en el campo que desempeñamos, pero fundamentalmente forjarnos el propósito en ser factor de unidad, lucha y persistencia de los mejores principios e ideales.

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