Avanzar hacia la igualdad
Por: José Rodríguez Salgado
El próximo 25 de marzo la maestra Beatriz Hernández García cumpliría 127 años. Un cariñoso recuerdo.
En seguimiento al tema que estamos tratando debemos agregar que dentro de la estructura laboral las mujeres descubrieron su propia discriminación: no tenían derechos políticos, recibían menor salario que los hombres, aunque su tarea fuera igual, incluso superior. Solicitaron su derecho a votar y ser votadas; ejercer sus atribuciones políticas en plenitud. El sufragismo es el antecedente más cercano al feminismo contemporáneo. Había que conseguir el voto, pero no sólo eso, era necesario luchar para obtener la paridad entre géneros.
Afortunadamente las constituciones y códigos civiles y penales, conceden a las mujeres plenos derechos ciudadanos. Se contempla la eliminación de las condenas religiosas, estigmas, desprecio acumulado, desvalorizaciones y control sobre su cuerpo y su mente, de manera ruda o sutil, grosera o elegante, que reafirma y consolida la supuesta superioridad del varón. En algunas regiones del mundo se les da un trato inhumano e infamante, en medio de los sorprendentes cambios tecnológicos y de las justas e indudables conquistas de las mujeres en sociedades más abiertas y progresistas.
Padecen violencia física que en muchas ocasiones acaba con su vida; violencia sexual, psicológica y económica. El problema es social que se nutre de una ideología sexista. La violencia familiar tiene vínculos innegables con la violencia social y política. Un primer paso es la participación de hombres y mujeres, de todos los miembros de la familia, de las instituciones públicas y de las organizaciones no gubernamentales. Continuar con la denuncia de los actos violentos es un imperativo.
A las niñas y a los niños se les debe enseñar que esas prácticas no son naturales ni pueden ser permitidas. La violencia intrafamiliar tiene un alto costo social y económico para un país. Está relacionada con los derechos humanos. No hay que olvidar que las sociedades violentas se reproducen. La opresión y la injusticia provocan enfrentamientos y forman hombres agresivos. En México desde 1975 se anuló la potestad marital que autorizaba al marido a corregir a la esposa y la obligaba a obedecer. Esta supuesta superioridad permitía al esposo la justificación moral y social necesaria para el maltrato a su cónyuge. Actualmente no se acata la ley y sigue esa costumbre en ciertos lugares.
La obtención plena de la equidad es y seguirá siendo objetivo irrenunciable. Avanzar hacia la igualdad en las condiciones de los sexos implica un proceso de concientización, cambiar la mentalidad de hombres y mujeres para romper los estereotipos. Los hombres y las mujeres deben ser el centro de cualquier proyecto político y asumir que sea cual, su religión, color de piel, ideología o sexo, son iguales y gozar los mismos derechos para el disfrute que la misma sociedad moderna ofrece.
Otro aspecto a considerar es el de la maternidad sin riesgo. En el mundo persisten las inequidades en educación y salud especialmente. En los países pobres las complicaciones del embarazo son la primera causa del fallecimiento de las mujeres en edad de procrear. Alrededor de 1600 mujeres mueren todos los días en el mundo por las complicaciones derivadas del embarazo y el parto. Todos los años más de 60 millones sufren trastornos agudos, 1 millón 400 mil niños nacen muertos y de 1 millón 500 mil a 2 millones 500 mil mueren durante la primera semana a causa de complicaciones en el alumbramiento (pág. web. UNICEF, maternidad sin riesgo).
Un asunto a considerar en este rubro es el del trabajo, que en la mujer está subvaluado y no se reconoce. Por eso la mayor parte sigue sin retribuirse, sin reconocerse y sin valorarse. Es necesario por tanto tomar en cuenta la aportación de la mujer a la economía del hogar. Son varias las medidas implementadas por los gobiernos en los últimos años, sin embargo los esfuerzos son insuficientes y prácticamente nulos.
El abanico que comprende el tema de la mujer y su desarrollo en las sociedades del presente es muy amplio, a reserva de un tratamiento paulatino, se anticipa la siguiente conclusión: Que hombres y mujeres deben tener una vida larga y saludable; adquirir conocimientos y lograr el acceso a los recursos indispensables para disfrutar de un nivel de vida decoroso y digno; deben hacer uso completo de todas las libertades políticas y económicas, sociales y religiosas; contar con espacios que favorezcan la productividad y la recreación; fomentar la capacidad humana y aprovecharla en beneficio del género humano.
20 de marzo del 2025