Por: Servicios AINI
Ciudad de México, Marzo 28.- El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pidió este martes una exhaustiva investigación del incendio ocurrido la noche del lunes en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, que dejó 39 muertos y 29 lesionados.
A través de su portavoz, Guterres lamentó profundamente las muertes y transmitió su más sentido pésame a las familias y seres queridos de los fallecidos y deseó una pronta recuperación a los heridos.
“El Secretario General insta a que se lleve a cabo una investigación exhaustiva de este trágico suceso y reitera su compromiso de seguir trabajando con las autoridades de los países en los que se producen movimientos mixtos de personas para establecer vías de migración más seguras, reguladas y organizadas”, según un breve comunicado de las Organización de las Naciones Unidas.
El hecho ha causado conmoción a nivel internacional, particularmente en las naciones de centro y sudamerica de donde provenían los migrantes que perdieron la vida traían un intento de motín.
El gobierno de Guatemala ha confirmado que al menos 28 de los fallecidos tienen esta nacionalidad.
«No son albergues, son estaciones migratorias que operan como prisiones”: Episcopado
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció que las estaciones migratorias del gobierno federal «no son albergues», sino prisiones en las que se criminaliza la migración irregular.
Al lamentar la tragedia en la que perdieron la vida 39 personas extranjeras y 29 más que resultaron heridas, tras incendiarse la noche del lunes la Estancia Provisional del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua, los obispos católicos de México reprobaron que las políticas migratorias en México sólo buscan contener aspectos relacionados con la seguridad nacional, pero descuidan la protección de los derechos humanos de los migrantes.
A través de firme y duro pronunciamiento, la CEM subrayó que «el hacinamiento, la sobrepoblación y las condiciones infrahumanas a las que son sometidas las personas en contexto de movilidad, son causa de las numerosas detenciones que realiza el Instituto Nacional de Migración (INM) como resultado de políticas migratorias de contención».
«No son “albergues”, son Estaciones Migratorias que en realidad operan como prisiones y como castigo ante la migración irregular. Como Iglesia, nos mantendremos siempre al lado de quienes más sufren, de los excluidos, de los pobres y de las personas más necesitadas» alertó la jerarquía católica.
Además, hicieron notar que los hechos del lunes por la noche en Ciudad Juárez “guardan estrecha relación con lo sucedido en 2020 cuando una persona nacional de Guatemala perdiera la vida en la Estación Migratoria de Tenosique, Tabasco, así como los hechos en la Estación de Piedras Negras, Coahuila en 2022”.
El mensaje para las familias afectadas por esta tragedia fue el de que siempre contarán con el acompañamiento pastoral ya que “no importa el lugar de origen, nacionalidad, idioma o situación migratoria para hacer valer la protección de los derechos humanos»
“El dolor y el sufrimiento por abandonar el hogar ya es demasiado, y no podemos permitir que su tránsito por México se convierta en un calvario para quienes dejan su familia y país, en búsqueda de una vida mejor (…) los obispos de México hacemos un atento llamado a las autoridades de todos los niveles, a no criminalizar a las personas migrantes» demandaron en su posicionamiento los obispos católicos.
La postura de la iglesia católica fue suscrita por Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM así como por Ramón Castro y Castro, secretario general del organismo clerical.