Los miedos de los papás – Don Chimino
Por: David Flores Botello
LOS MIEDOS DE LOS PAPÁS. – Por naturaleza, nacemos, crecemos y nos reproducimos, es la ley de la vida. Cuando llega un bebé a una familia, nadie de la misma y menos los padres, quisieran que dicho bebé se llegue a enfermar, a algunos les angustia y a otros les causa pavor. En ocasiones, los nuevos padres son tan jóvenes, inexpertos o inmaduros que, lejos de asumir su responsabilidad como padres, delegan la misma a las abuelas, quienes les aconsejan qué hacer y qué no hacer de acuerdo a sus propias experiencias, pero no pocas veces, mal aconsejan a los nóveles padres que con todo se espantan. Si el recién nacido llora se angustian todos, como si siempre el niño debiera permanecer callado o dormido. No falta quien o quienes recurran a los calmantes de cólicos sin resolver el problema. Todavía vemos bebés con vendas o fajeros en el abdomen que las abuelitas les ponen supuestamente para evitar hernia en el ombligo lo cual es incorrecto. Bebés con gorro pensando que, si no lo traen, se les enfría la mollera (fontanela anterior) lo cual también es incorrecto. Así que, ni gorros, ni fajeros, ni vendas en el ombligo, tampoco parches con microporo o tela adhesiva, ni bolitas de algodón, de cera de Campeche o de gasa, ni canicas ni tampoco aplicación se sustancias como mertiolate o alcohol. El ombligo se asea en el baño diario con agua y jabón. Cuando un niño se enferma y presenta fiebre, lo primero que quisieran algunos padres es que se le recete algún medicamento que le corte dicha fiebre, sin pensar que, la fiebre es la respuesta del organismo ante la presencia de algún microbio invasor, es un mecanismo de defensa que, además de activar los anticuerpos, también hace que los gérmenes no se “sientan” cómodos. Cuando hay fiebre, el mayor miedo de los padres es que su niño llegue a convulsionar por la fiebre porque les han dicho que, si eso pasa, el niño puede quedar dañado de su mente, lo cual también es incorrecto: cuando un niño mayor de 6 meses y menor de 6años, previamente sano, llega a presentar fiebre y convulsiona en las primeras 24h de iniciada, seguramente se tratará de una crisis febril que, generalmente, es inocua, es decir, no causa daño y no requiere radiografías, análisis y menos una tomografía del cráneo. La tos del niño con crup, es decir, con laringotraqueitis, puede causar mucha alarma o temor en algunos padres que, lo primero que quisieran es que se les recete algo para que su niño ya no tosa sin saber que, la tos es indispensable para una buena evolución y para evitar posibles complicaciones. Un niño que vomita se puede poner pálido, sudoroso, desguanzado, a veces frío de su cuerpecito y puede alarmar tanto a los padres que piensan que su niño se está deshidratando y les llegan ofrecer agua, té, leche, té o suero y el niño sigue vomitando, no falta quien le ofrezca algún medicamento tomado para tratar de parar dicho vómito o incluso les llegan a aplicar calmantes de vómito lo cual también es incorrecto, a veces el simple ayuno por 4 a 5 horas es suficiente. Tampoco debe haber miedos ante una diarrea, use suero oral y, en base a un análisis en fresco de la popó se procederá a tratar, no se deben usar calmantes de diarrea. Una picadura de alacrán, sobre todo en menores de 5 años, debe ser atendido de inmediato pues requerirá aplicación de suero anti-alacrán.
DON CHIMINO. – Quiérase que no, pero uno aprende algo todos los días. A ver, yo ni tan siquiera sabía que juera tan peligroso tener cáncer de la mama y, con todo lo que me paticó Heriberto y lo que Norma nos dijo a todos los que tábamos ese mediodía festejando sus 58 años, ora sí que aprendí a güi güi. Asegún es uno de los cánceres más mortales de todos los tumores, hartas famosas murieron de eso y ora Norma se taba preparando pa enfrentar el suyo. Micrófono en mano nos siguió diciendo: –“La pandemia nos quitó a muchos de nosotros el analfabetismo cibernético, las redes sociales se convirtieron en la única forma de estar conectados remotamente y de manera segura. La frontera de México con Estados Unidos fue cerrada, Beto que me visitaba cada 3 o 4 semanas, ya no pudo ir, tuvimos que conformarnos con solo vernos y platicar por zoom. Hubo ocasiones que nos dormimos juntos pero separados él en Monterrey y yo en Laredo, abríamos la sesión y permanecíamos horas platicando, a veces jugando baraja o ajedrez, hubo días que, para sentir que estábamos el uno con el otro, nos dormíamos con nuestro celular encendido, viendo cómo el otro dormía y nos dábamos los buenos días a la mañana siguiente. Hubo ocasiones en que nos amanecimos charlando y platicando nuestro día a día, aunque no salíamos ni a la calle. A pesar de que sabíamos que mucha gente se estaba muriendo de COVID poco tocábamos el tema y, siempre nos despedíamos con un, “Dios te bendiga”. Ahora que ya se estaba normalizando la vida me pasa esto. Saber que una tiene cáncer en un seno, no es fácil de digerir e imaginamos muchos escenarios. Por fortuna, Alberto mi hijo, ya no es un niño y ante mi ausencia por mi posible muerte en nada afectaría su futuro pues ya es independiente, sé que le dolería perder a su madre, pero más me dolería a mí su dolor, su sufrimiento pues siempre ha sido un hijo muy amoroso y me preguntaba ¿por qué tendría yo que morir y causarle esa pena? Aunque no todos los días, siempre estuvimos en contacto, a él la pandemia lo agarró en Inglaterra y no lo había podido abrazar hasta hoy que me ha dado la enorme alegría de venir a esta fiesta sorpresa que me prepararon, con el regalo que Dios ha enviado a nuestra familia: mis nietitos que logró concebir con Olivia. Imaginarme mutilada, el perder mi figura, el ya no gustarle a mi marido me atormentaba pues, leí que 4 de cada 10 mujeres con cáncer de mama terminaron divorciadas. Yo, ¿qué haría o le diría a Beto ante una inminente muerte? ¿Que no me llorara, que, si acaso, me guardara luto un año y que rehiciera su vida? ¿Pedirle de favor que de hacerlo no fuera con alguna amiga o conocida mía? Pero no, ¿para qué limitarlo o condicionarlo? Cuando supe que tenía cáncer de mama etapa 3 un torrencial de ideas llegaron a mi mente, me zambullí en los buscadores de internet para empaparme del tema, me enteré de testimoniales de todo tipo, hasta del texto que en una nota póstuma dejó una joven de 30 años antes de suicidarse para no enfrentar la terrible batalla contra la muerte que significa tener cáncer de mama en estadio avanzado. Pero bueno, no les quiero amargar el día ni mucho menos causarles lástima, al contrario, quiero insistirles que he vuelto a nacer, una nueva Norma está aquí, la abuela que aún tiene cuerda para mucho rato y así poder disfrutar a mis nietos y, aunque voy a querer mucho a mi nieto, mi nieta es la niña que siempre desee tener. Beto, muchas gracias por siempre estar conmigo, de acompañarme en todo momento, de darme ánimos, de consentirme tanto, pero, qué se me hace que querías adelantar mi funeral con tantas sorpresas, ¿eh? Ja ja ja, no te creas mi amor, gracias, muchas gracias. Durante los 20 años que viví en Laredo supe que se reunían ustedes compañeros de generación de la secundaria y de la prepa, vi algunas fotos y videos de reuniones que tuvieron donde la pasaban muy contentos, les confieso que a muchos ya no los conocí, pero me daba envidia de la buena verlos disfrutándose, hoy que los vuelvo a ver y abrazar me han proporcionado una enorme alegría. Y, siguiendo con mis confesiones, llegué a pensar mal de ti Amor, durante las últimas semanas te portaste sospechosamente conmigo, te alejabas de mi para hablar por teléfono cosa que normalmente no haces, tu celular que dejabas por todos lados lo empezaste a traer como si fuera parte de ti, era evidente que me ocultabas algo pues nos conocemos muy bien, incluso, algo le comenté a Fernanda cuando nos quedamos esperándolos a ti y a Chimino mientras ustedes esperaban a la grúa que se llevó mi coche, porque, te recuerdo que lo compraste para mí, ¿eeh? Ay, mi amor, perdóname chiquito por mal pensada pero, como ya dije, me sentía devaluada y devastada, hoy, me siento fortalecida y bendecida, voy a poner alma, corazón y vida por ti, por Alberto, Olivia, mis nietitos y por mí, pues, de hoy en adelante, disfrutaré cada momento de mi vida y, para finalizar, desde este momento, los invito a festejar el próximo año, en nuestra casa de Monterrey, mis 59 años, allá los espero, muchas gracias a todos por venir ¡los quiero mucho! Dios les bendiga.” Después de decir lo anterior, abalanzándose sobre Beto, se le colgó del pescuezo con ambas manos, lo miró a los ojos y se fundió con él en un prolongado y efusivo beso, se separaron tantito, mirándose a los ojos se rieron y otra vez se volvieron a besar como queriéndose comer el uno a la otra y a la visconversa, hasta se oyó un mmmmm pues el micrófono que traiba Norma en una mano, quedó encendido. Ay, qué bonito, nos emocionamos tanto que les echamos hasta dos triquiti triquis y, híjoles, ya me rete colgué, áhi nos pa l´otra, graciotas.