Síndrome Post-Covid – Don Chimino

Por: David Flores Botello

SÍNDROME POST-COVID.- Después de casi siete millones de muertes reconocidas por COVID-19 y que pueden ser hasta el triple, no solo han sido esa cifra los afectados sino que, además del enorme un daño a la economía, el rezago de la atención que dejó de brindarse a pacientes con enfermedades crónicas, la detención de los programas preventivos como la mastografía, los estudios de Papanicolau, los relacionados con la próstata y la escasa cobertura en la vacunación, así como las secuelas físicas y mentales que está dejando la pandemia pues muchos pacientes siguen presentando síntomas durante varios meses después de que empiezan a recuperarse cuando el virus ha desparecido de su organismo, la persistencia de estos síntomas se conoce como Síndrome Post-COVID, anteriormente denominado como COVID prolongado. A pesar de que ha habido muchas y profundas investigaciones y de que existen algunas hipótesis sólidas aún no se de manera clara las causas determinantes, qué porcentaje de personas lo padece ni el tiempo que dura ni el límite de este. La COVID es una enfermedad reciente, ha sido una de las más estudiadas en el menor tiempo y, a pesar de ello, no es probable aún predecir qué sucederá en el corto y mediano plazos. El síndrome post-COVID puede presentar síntomas variados, como por ejemplo fatiga crónica, pérdida de la memoria, obnubilación mental, dolor de cabeza, alteraciones del gusto, del olfato, dolor de pecho, tos, dificultad respiratoria, dolores de articulaciones y de los músculos, ansiedad, depresión, problemas de sueño, alteraciones intestinales y erupciones cutáneas entre otras. El Síndrome post-COVID se define como “un conjunto de síntomas multisistémicos subagudos o crónicos que pueden representar una disminución significativa de la capacidad funcional de los pacientes que incluyen manifestaciones neuropsiquiátricas, hematológicas, cardiovasculares, pulmonares y de otros aparatos y sistemas”. El síndrome post-COVID “se puede manifestar en personas que acudieron a una sala de emergencias por síntomas preocupantes, o que tenían síntomas avanzados y requirieron una breve estadía en el hospital, pero también puede presentarse en pacientes que tuvieron síntomas leves y que se atendieron en sus propias casas, pueden ser personas que no requirieron la atención de un especialista durante la enfermedad pero que ahora sí requieren o pueden beneficiarse de la atención especializada ya que estos síntomas persistentes pueden afectar su vida diaria”. Se desconoce cuántas de las personas que enferman por COVID desarrollarán síndrome post-COVID, el porcentaje varía desde el 10 hasta el 70%. Los indicios que se tienen en la actualidad sugieren quienes tienen más posibilidades de desarrollarlo y se incluyen: adultos mayores de 50 años, personas que presentaron un caso más grave,

personas con problemas subyacentes, sobre todo quienes padecen problemas cardiovasculares, hipertensión, diabetes y obesidad. “La persona que presenta síndrome post-COVID debe ser valorada por su médico familiar quien le orientará con qué médico de las diferentes especialidades debe acudir como son cardiología, neumología, hematología, nefrología, endocrinología, psiquiatría o medicina física y rehabilitación. Por eso, considerando el impacto que a largo plazo puede producir la COVID en algunas personas, incluso en aquellas que tienen síntomas leves, se suman a las razones por la cuales debemos continuar practicando las medidas para reducir el riesgo de enfermarnos del cada vez menos nuevo coronavirus, las medidas ampliamente conocidas son distanciamiento social, uso adecuado de cubrebocas, evitar multitudes o grandes reuniones, practicar una excelente higiene de manos y evitar tocarse la cara”.

Les comparto la bendición y el milagro que Dios permitió a mi hija y a mi yerno con la llegada de mi nietita Alejandra que ha traído una gran alegría a nuestra familia, gracias Padre Nuestro, bendícela y líbrala de todo mal, amén.

DON CHIMINO.- Al señor de camisa de mangas largas y chaleco rojo con rayas blancas atravesadas, como los que usan los señores que tan trabajando en las carreteras pa que los míremos y téngamos cuidado, se me hizo chospechocho, primero porque, si áhi en Jardines de México tan modernizados, quesque a la vanguardia, ¿Cómo jue que nos recibió con un cartelón hecho a mano con letras apretujadas explicándonos el por qué es su logotipo una flor de dalia? Y no solo eso, sino ¿Por qué nomás se dirigía a nosotros: a mí, a mi Puchunga, a su prima Norma y a su marido Beto pa irnos explicando sobre los diferentes jardines por donde nos anduvo trayendo? Había hartas gentes en los pasillos y no solo no llamaba su atención de ellos sino que pareciera que solo éramos nosotros cuatro los únicos, es más, me di cuenta que algo se traiban él y el Beto porque, cuando llegamos a una fuente con una torre de mármol blanco de tres pisos que se encontraba a desnivel de onde tábanos nosotros, el Julano del chaleco llamativo y que nos guiaba por dónde ir, cruzó mirada con Beto y le señaló con su cabeza pa que agarrara camino por un pasillo que bajaba y llegaba cercas de esa fuente que en la parte de abajo y como base, tenía cuatro caballos reparando cad´uno encima de un señor que pareciera que lo tuviera cargando a machis al cuaco, uno en cada punto cardinal. En medio de la torre, un como plato derrondo, gordo y tambor a cad´uno de los cuatro puntos cardinales, una cabeza de un león melenudo rugiendo. En la parte más alta, parado sobre otro plato derrondo pero más chico y menos delgado que el de en medio, envuelto por una especie de cobija gruesa alrededor de la cintura que le tapaba todo menos su pierna izquierda medio doblada y desnuda dende la dorrilla hasta antes del tobillo, era la figura de un señor barbón como si juera un gigante de tan alto con un tridente más alto que él en su mano derecha, anque ya se miraba de eda, taba medio mamado y parecía que atisbaba al horizonte retadoramente. –“Es Poseidón” Dijo mientras sacaba otro cartel cuadrado con escritura igual como cuando nos leyó lo del logotipo. –“Es el dios de los mares también conocido como ”agitador de los mares”, al igual que otros dioses marinos era representado con la forma de un caballo. En su aspecto benigno, Poseidón se concebía creando nuevas islas y ofreciendo mares en calma. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios”. Taba como merolico leyendo su cartelón cuando Beto garraspió dos veces, jue como una señal, el tipo se calló, bajó su cartel y nos dijo: –“Los voy a llevar al restaurante más grande que tenemos, podrán degustar un desayuno buffet con 30 platillos variados, su especialidad es la comida mexicana, por este pasillo por favor”. Beto, que siempre iba delante de nosotros, se jue retrasando y nosotros ya de tanta hambre casi empujábamos el guía pa llegar más rápido, al pasar por el jardín que le mientan de las cactáceas que tiene un pasillo largo como de dos y medio metros de ancho y a ambos dos lados, como si juera un bandaral o cerca como de 2 metros de alto, unos hermosos órganos como los que se miran en los cerros cuando pasa uno por la Cañada del Zopilote iyendo de Iguala a Chipancinco y a la visconversa. El menudo que me zampé por la mañana ya se me ´bía bajado, ya me andaba por llegar y probar de todos los platillos, se me hacía agua la boca pero, cuando llegamos hasta onde taba un enorme, imponente y hermoso ejemplar de órgano, cuya base o tronco más viejo media unos 2 metros de alto y de grosor como metro y medio de donde le brotaron más de 40 hijos como de 4 metros cad´uno y que le tantié que por lo menos tenía 100 años de vida, me tuve que detener para contemplarlo, era realmente bello, me gustó tanto que le pedí a mi Puchunga me tomara una foto al lado de tan majestuoso ejemplar, parecía yo un pigmeo parado al lado de un enorme gigante… y, híjoles, ya me volví a colgar, áhi nos pa l´otra, graciotas

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