¿Cuántas olas? – Don Chimino

Por: David Flores Botello

¿CUÁNTAS OLAS?. – Con el frío la tripledemia arribó al Hemisferio Norte, la confluencia de los virus de la Influenza, COVID y el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) se hizo presente desde hace unas semanas en Estados Unidos, en nuestro país ya empezaron los primeros reportes de los tres virus los cuales por sí solos pueden causar epidemias. El daño que causarán juntas no se compara ni tantito con lo sucedido con COVID al inicio del 2019 lo cual debe darnos tranquilidad sin que eso signifique bajar la guardia. En Estados Unidos están teniendo muchos problemas esta temporada principalmente por el VSR causante de bronquiolitis y neumonía en niños pequeños que han colapsado sus hospitales pediátricos, la buena noticia es, que la mayoría de los niños son dados de alta por mejoría en poco tiempo. Cada temporada Otoño-Invierno hemos padecido por el virus de la influenza y por el VSR, el primero ha ocasionado en México durante los últimos 12 años, un promedio anual de 30 mil a 50 mil defunciones. En cuanto al VSR, de 33 millones de menores de 5 años que se infectan a nivel mundial, aproximadamente fallecen 60 mil. Antes de iniciada la pandemia era común que al año de edad el 50% de los niños ya había tenido contacto con el VSR y a los 2 años ya todos se habían infectado. Con la pandemia se perdió el contacto entre personas y se creó una especie de brecha inmunológica, los niños no estuvieron en contacto con los virus, no pudieron formar anticuerpos de manera natural y ahora quizá por eso están más susceptibles y presentando cuadros más complicados. ¿Qué hubiera sido de la humanidad si no se hubiese tenido una vacuna contra COVID-19 en menos de un año? Hubiera sido catastrófico, más millones de seres humanos fallecidos (ya van 6.6 millones a nivel mundial), crisis económica, crisis alimentaria, hambruna, aumento de la violencia y más y más dolor. La vacuna contra COVID vino a salvar vidas, como otras vacunas lo han hecho con otras enfermedades. En el caso de la tripledemia solo hay vacuna disponible para influenza y Covid, para el VSR aún no se tiene para su aplicación pero, es muy probable que pronto pase a formar parte de la cartilla de vacunación para los niños menores, las embarazadas, los ancianos y todos aquellos que tengan algún agravante como los asmáticos, hipertensos, neumópatas e inmunocomprometidos entre otros. Con la pandemia se despertó y se arraigó en muchos la cultura de la prevención, la gente ya se lava con más frecuencia sus manos, el cubrebocas ha pasado a ser un objeto de uso diario cuando salimos de casa y estamos en lugares cerrados o muy conglomerados, el alcohol gel y el uso de sanitizantes también se volvió una normalidad en nuestro entorno. El COVID, que ya causó la muerte a 6.6 millones de personas a nivel mundial ya viene nuevamente con sepas diferentes, más contagiosas pero menos agresivas, en EU están aplicando vacunas contra influenza y Covid en estadios y centros deportivos porque allá la tripledemia está presente y quieren prevenir un mayor problema en las próximas 4 semanas. Los tres virus producen síntomas parecidos: fiebre, congestión nasal, tos, dolor de cabeza y de garganta. Quienes no estén dispuestos a vacunarse por la razón que consideren no lo hagan, pero, a quienes sí tienen confianza en las vacunas, sin importar la edad, más vale aplicarse cuanto antes vacuna contra influenza para dar tiempo al organismo de producir defensas específicas para el virus, así ya no solo tendrían defensas contra COVID por haberse vacunado antes sino también contra la influenza. Una ola más de COVID está iniciando, la cepa Ómicron BQ.1 y su sublinaje Q.1.1 como “perro del infierno” están siendo los principales causantes, este último de tan peculiar nombre “hace referencia a la mitología griega, concretamente a Cancerbero, el perro de tres cabeza y cola de víbora cuyo cuidador era Hades. Este animal protegía las puertas del inferno para que las personas vivas no pudieran entrar y que las muertas, no se pudieran escapar”. No se sabe cuántas olas de COVID habrán ni cuántas personas más fallecerán por dicha enfermedad cuando, el pasado 15 de noviembre, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, reportó que la humanidad ha llegado a los 8 mil millones de personas, que la población mundial se ha relentizado, que somos más, pero no porque nazcan más, sino porque morimos más tarde, asi que, por sí o por no, más vale estar al corriente con nuestras vacunas.

DON CHIMINO.- Ya se mira a las gentes más relajadas, cada vez son más menos los que usan cubrebocas pero a mí me sigue dando mieditis sobre todo cuando alguien se pone a paticar cercas de mí a grito pelado sin traerlo puesto, yo no me lo quito si tengo gentes enfrente y si uno habla sin cubrirse me aguanto el resuello lo más que puedo, me hago guaje y me voy a otro lugar más despejado no juera siendo que me enfermen, poco me gusta andar a pincel por las calles por lo mismo porque no faltan las gentes conocidas que se encuentra uno y que tan deseosos de paticar con uno después de tanto tiempo de encierro pero, necesito caminar lo menos 20 minutos diarios quesque porque si no, se me sube más l´azúcar. Lo cabrón es que anda uno arriesgando el pellejo, no tanto porque salga alguien asaltarlo a uno, no, sino que las banquetas tan pa llorar, desniveladas, rotas, tapadas por jardineras, por árboles, por coches estacionados áhi, por mercancías que los comerciantes tanto ambulantes como fijos ponen sin importar que uno no pueda pasar, hay partes de banquetas que son muy estrechas, otras más anchas y en otras ni banqueta hay o se encuentra con jegüite o tapiada por sillas onde, principalmente las señoras y alguno que otro viejito acostumbran sentarse en lo que ellos dicen que es su banqueta, no les importa que pasen los coches y les echen polvo, ni que en veces estén a punto de machucarles las patrullas cuando se sientan a la orilla de las banquetas y, como uno no puede pasar tenemos que bajarlos a la calle pero ojo avisor pa que no lo atropellen a uno los coches o los que pasan en motos hechos La Mocha o los pinchis camionsotes que transportan valores y que van por las calles como si jueran pistas, en veces hasta tres seguidos, uno tras otro y tras otro, como cuidándose, sin importarle si alguien se les atraviesa y ni Dios quiera atropellen a un cristiano. L´otro día jui a visitar a mi compa Flor allá por la coloña Luis Quintero, me jui por la calle Valentín Gómez Farías en mi Forcito, cuando llegué al Periféquiro pa atraverlo me encontré con los esos topes que pusieron a todo lo largo de la disque ciclo pista que hicieron no sé ni con cuántos millones de pesos, cuando llega uno áhi debe bajar la velocidá y ver si no viene nadien en la pista y esperar a que pueda uno atravesar pos no hay semáforo, ese día, por poco se estampan conmigo unos mocosos que venían echando carreras en una cuatri moto por la mentada pista que adivinar a quién se le ocurrió ponerla áhi, ójala y no vaya a ver un atcidente. Tambor pude ver que ya nos superamos, antes éramos pueblo bicicletero y ora somo motocicleros, hay un chinguísimo de motos, yo creo que ha de ser porque a los estudiantes ya les dan un apoyo económico y como es seguro que les llegue, pueden comprarlas a pagos con ese dinero, lo que sí está muy mal es que la gran mayoría de la gentes no usan casco, suben hasta tres gentes y ninguna lleva nada que les proteja la tatema por si, ni Dios lo quiera, llegaran a tener un atcidente. Y sí, les vale queso manejar sus motos sin casco y la autoridá ni sus luces. Debieran parar a las gentes que manejan sus motos sin casco, decirles de los peligros que traye andar en moto sin casco, las primeras dos veces que los sosprendan manejando sin casco sería una llamada de atención, para la tercera, recogerles la moto y multarlos por tercos, desobedientes y irresponsables… y, híjoles, ya me colgué de nuez, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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