«Primun non noncere» (Primero no dañar)- Don Chimino

Por: J. David Flores Botello

“PRIMUN NON NONCERE” (PRIMERO NO DAÑAR).- En salud, una verdad firme como columna vertebral es que lo primero no es curar… es no hacer daño. Lo sabemos todos los que hemos estado al pie de una cama, en un consultorio, en quirófano, en urgencias o simplemente frente a una receta. Pero a pesar de esa consigna sagrada, todavía suceden errores que pueden costar tiempo, salud e incluso la vida. A veces vienen de sistemas mal diseñados, otras de rutinas apuradas, cansancio acumulado, indicaciones confusas o confianza excesiva. Y no se trata de buscar culpables. Se trata de prevenir. Un evento adverso es cuando un paciente sufre un daño causado por la atención médica, no por la enfermedad misma. Y aunque parezca duro decirlo, ocurre más seguido de lo que quisiéramos. Desde una dosis mal calculada, una jeringa cambiada, una alergia ignorada, un examen al que no se le presta debida atención o un diagnóstico que se retrasa. También los hay en casa: un medicamento mal almacenado, una duplicación sin querer porque papá y mamá no se coordinaron, o una receta que no se entendió bien y se aplicó de manera indebida. Son errores que dañan, aunque nadie los haya querido. Hay otros que se quedan a la orilla, a un paso del daño: son las llamadas cuasifallas. Por ejemplo, cuando una enfermera se da cuenta a tiempo de que una pastilla que iba a dar no es la que corresponde. O cuando alguien se percata de que la orden escrita tenía el nombre de otro paciente. O cuando una mamá se detiene antes de darle doble dosis de algún medicamento al niño porque sospechó que el abuelo ya lo había medicado. Esos momentos que se salvan “por poquito” deben hacernos reflexionar, no suspirar con alivio y seguir igual. Una cuasifalla es un aviso. Una oportunidad para aprender, corregir y mejorar. También están los eventos centinela. Son los que estremecen. Una cirugía en el lado equivocado. Un bebé cambiado. Una muerte evitable. Esos no admiten excusas ni silencios: son llamados urgentes a revisar todo, desde lo más técnico hasta lo más humano. Por eso, no basta con saber medicina. Hay que ejercerla con método, con cabeza fría, con registros claros, con vigilancia continua y con trato digno. Y esto va más allá de portar batas blancas. La seguridad del paciente también se construye en casa: cuando los padres ponen atención a las indicaciones, anotan, verifican, cuando no se quedan con dudas, cuando piden una segunda explicación sin pena. La atención médica debe ser un trabajo en equipo, donde la familia participa, vigila y protege. En esta cultura que queremos construir, no debe dar miedo hablar de un error. Al contrario. Callarlo es lo que lo vuelve a repetir. La diferencia entre un sistema que mejora y uno que se hunde está en su capacidad de aprender de sus fallas. Y si se puede prevenir, entonces no es un accidente. Quisimos hablar de este tema y dejar un mensaje para médicos, enfermeras, internos, pasantes, choferes, laboratoristas, personal de farmacia, intendencia y administrativos. Pero también para las mamás, los papás, las abuelas que preguntan, que se quedan con la duda, que insisten, que observan. Todos tenemos algo que aportar para que la atención en salud sea más segura. Cuidar no es solo curar. Es evitar el daño. Es estar siempre atentos. Es saber que cada paciente confía, y no podemos fallarle.

DON CHIMINO.- Dende que tengo uso de razón me ha dado muina saber de las tranzas de los políticos. Cuando el orejón de Salinas de Gortari usurpó la Presidencia de la República, no reparé en protestar por verle robado la eletción a Cuauhtémoc Cárdenas. Cuando el Tomandante Borolas Calderón Hinojosa se robó la Presidencia, “ahiga sido como ahiga sido”, no me cansé de gritarle al mundo que era un espurio, hiprócrito y falso. Desvergonzado, ratero y borracho de cantina cara. Ya AMLO tenía el triunfo en la bolsa faltando no más de 10% de la votación y ¡zas!. Hicieron su chanchullo, cambiaron los números haciendo “ganar” al Chapelen con apenas medio punto de diferencia. Cuando a la tercera jue la vencida y ganó con un tsunami de votos, pensé que le iban a hacer daño los malosos de siempre y hasta tuve mello de que le quisieran hacer lo que a Colosio, pero, gracias a Dios terminó su período de Gobierno y le dejó el camino mucho más despejado a la Presidenta Claudia que, asegún se mira, no es tanto de abrazos y no balazos, y no es que les ande acabando sus vidas a los criminales, no, pero sí ha atrapado a un titipuchal de malandrines y se mira que el país ya se ta apaciguando. Ya comenzamos a imprecionarnos de los crímenes que se cometen, ya reatcionamos, ya no suceden sin que nos llamen la atención. Antes, había masacres de todo tipo y, en veces, como que nos hacíamos guajes, como que nos acostumbramos y perdimos la capacidad de sosprendernos por tantos que taban pasando. Muchas veces jue el propio gobierno quien mandó a desaparecer a los opositores, a los que protestaban por tan corructo régimen. El de Macuspana, Tabasco trasformó a México, hizo muchísimas obras y mantuvo una economía juerte con finanzas públicas sanas, sin necesidá de aumentar impuestos como muchas veces nos aplicaron esa medecina de que habría que pagar más impuestos, que nos apietáramos el cinturón mientras ellos se llenaban las bolsas de dinero. AMLO no quiso hacer la reforma judicial ni tampoco imponer a magistrados, jueces y ministros. Les dio chance pa´ver si ellos solos se regulaban, se cortaban y limaban las uñas pero, lejos de corregirse, más trampas hicieron, como triquiñuelas pa amparar a criminales pesos pesados o regresarles sus millonarias fortunas a pesar de las evidencias de la corrucción. Pinchis jueces tranzas. Y no se diga de más arriba con algunos magistrados y ministros que se asignaron jugosos sueldos casi al doble del de la Presidenta Claudia. Por ley, nadien, ni ninguna ni ninguno debe ganar más que la Presidenta de la República y estos jijos del poder judicial se ampararon ellos mismos contra la ley y siguen ganando sueldazos. Antes de irse a su rancho La Chingada, dejó como se dice, la vívora chillando. Envió a la Cámara de Diputados la iniciativa pa que se hiciera votación pa´elegir a magistrados, jueces y ministros y jue aprobada. Por fin, vamos los ciudadanos a votar pa´ elegirlos. Ya no serán nombrados por los meros machuchones, serán las gentes que con su voto harán que lleguen a ocupar esos cargos quienes deben hacer justicia y que sepan que, si vuelven a salir con sus corructelas se los puede cargar Pifas, porque ora va a haber un tribunal independiente que tará ojo avisor pa´correrlos o meterlos a chirona por tramposos. Le he preguntado a mi compa Chón cómo se hará la votación. Son 6 boletas de colores diferentes, se pondrán los números que tiene cada candidata y cada candidato. Del lado izquierdo las damas y del derecho los caballeros. Yo en un principio me hice bolas pero ya miré que ta re fácil. La gran mayoría de las y los candidatos nomás no los conoce uno pero, la clave ta y quién los propone. Los propusieron el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Legislativo y tambor habrá la posibilidá de votar por ministras y ministros que ya de por sí lo son y sería como ratificarlas y en ese caso, l´única que vale la pena que siga es Lenia Batres y de áhi en adelante nadien de los ministros actuales. En la boleta, además de un número que se le dio a cada participanta y participante, a un lado, con letras mayúsculas rojas aparecen las iniciales del poder que los propuso: PE (Poder Ejecutivo), PJ (Poder Judicial) y PL (Poder Legislativo). Y, como ya le dije y le repetiré, yo apoyo a la Cuarta Transformación y por lo tanto voy a votar por la que les mencioné pa´ que siga de ministra y además, voy a votar por todos los que tengan las letras de PE, que significa que son propuesta de la Presidenta Claudia y por lo tanto, votar por esos candidatos es apoyarla a ella y apoyar pa´ seguir construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación y… ¡ha Jijo! Or sí me rete colgué, áhi nos pa´l´otra, graciotas.