El mosquito del dengue se defiende – Don Chimino
Por: J. David Flores Botello
EL MOSQUITO DEL DENGUE SE DEFIENDE.- ¿Sabía que el mosquito del dengue puede hacerse resistente a los insecticidas? Así como las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos, el Aedes aegypti, que así se llama el zancudo que transmite el dengue, puede volverse inmune a los productos que usamos para matarlo. Y esto es un problema serio, porque mientras más resistente se haga, más difícil será controlarlo, lo que se traduce en más casos de dengue. Se hace resistente cuando usamos repetidamente los mismos insecticidas, el mosquito desarrolla mecanismos de defensa. Uno de ellos es modificar los llamados “sitios diana”, que son las estructuras en su organismo donde actúan los insecticidas. Por ejemplo, los organofosforados y carbamatos inhiben la acetilcolinesterasa, una enzima crucial en el sistema nervioso del mosquito. Cuando esta enzima se bloquea, el mosquito queda paralizado y muere. Pero con el tiempo, los mosquitos resistentes desarrollan enzimas que desactivan el insecticida, o modifican sus genes para que el veneno no les afecte. Las enzimas son como herramientas microscópicas que tenemos los seres vivos dentro de nuestro cuerpo. Están hechas de proteínas y su trabajo es acelerar o facilitar muchas reacciones que ocurren dentro de las células. Si el cuerpo fuera una fábrica, las enzimas serían los obreros especializados que hacen que todo funcione más rápido y mejor. Hay enzimas que ayudan a digerir los alimentos. Otras que ayudan a eliminar venenos.Y en el caso de los mosquitos, hay enzimas que desactivan los insecticidas. Sí, así de listos: el mosquito fabrica esas enzimas para defenderse, como si produjera un antídoto dentro de su cuerpo. Por eso, cuando usamos el mismo insecticida muchas veces, algunos mosquitos aprenden (por evolución) a producir más y más de esas enzimas, hasta que el veneno ya no les hace nada. Lo preocupante es que el uso indiscriminado de insecticidas no solo genera resistencia, también puede afectar a otros insectos benéficos, como los polinizadores, e incluso tener efectos nocivos en la salud humana, especialmente en los niños. Por eso, la verdadera batalla contra el dengue se gana en casa, eliminando criaderos, tapando depósitos de agua, limpiando patios, y reduciendo al mínimo el uso de insecticidas. Cuidemos nuestra salud… empezando por cuidar nuestro entorno. Porque el mosquito puede resistir a los químicos… pero no puede con una comunidad organizada.
DON CHIMINO.- ¿Recuerda que le patiqué la vez pasada que mi Puchunga se curó consultando su croblema con la inteligencia artificial? Esa vez le tuvimos diciendo al tal Chatgepeté todas sus dolencias, le dijo qué análisis se hiciera y que tan luego tuviera los resultados, se los mandara. Y sí, asina mero le hizo. Le dijo qué medecinas le podrían servir, que juéra con un médico pero, conseguimos todo con un conocido de una farmacia. El mero día que se publicó su colugna del Daví, o séase el sábado pasado como a mediodía, me llamó por teléfono, me dijo que le metí gol. Y es que esa noche del jueves que él hace su Pediatruco, como ya era tarde y yo agu no llegaba, me llamó, me dijo que taba cansado, se retiraría porque ya le taba ganando el sueño, que lo dispensara no esperarme que, la parte que yo escribiera se la agregara a lo que él ya ´bía escrito. No se me hizo difícil después de ¿20 años? que llevo con él, agradecido que me ahiga dejado ser parte de su colugna sabatina, que me deje paticarles mis Chimino aventuras de cada vez. Después de tanto tiempo de trabajar juntos, no se me dificultó nadita agregar lo mío a lo que él ya ´bía escrito. Ya que terminé lo envié a la redapción del perióquido, pediórico, pe-ri-ó-di-co, peri-ódico, periódico. Tengo que aprender a hablar bien las palabras. Y bueno, el Daví me dijo que no anduviera yo enseñando a las gentes a algo que puede ser peligroso y irresponsable. Que si las gentes le hacen caso al chat Gepeté una de esas se pueden intopsicar, envenenarse, poner en riesgo su vida y lo más pior, la de un niño. Me dijo que por favor lo aclarara yo pa´no verse en la pena de él aclararlo. Le dije que me dispensara, que a lo mejor jue una chiripada pero, qué bien que le atinó el tal Chatgepeté. Que él usa mucho la inteligencia artificial porque le ayuda a estudiar los temas que más le importan, que tambor le ayuda a hacer sus presentaciones con diapositivas en Pagüer poing, le facilita lepturas de archivos grandes, le resume artículos de investigación y lo usa como apoyo cuando hay síntomas parecidos con enfermedades diferentes. Me dijo que no es una persona la que contesta lo que le preguntamos, es una máquina y se equivoca con frecuencia. Sobre todo cuando uno no le pregunta bien las cosas. En veces, no sabemos ni tansiquiera hacerle las preguntas pensando que nos va a adivinar lo que uno quiere decirle, y no. Si uno no sabe preguntar, la respuesta puede ser totalmente distinta a lo que es la verdá o lo correpto. O sea que nos estaría recomendando algo que no sería bueno pa´la salú. Pocas veces se pone serio conmigo el Daví pero ese día me dijo que se sosprendió mucho de lo que les patiqué tocante a mi Púchun, que se curó gracias a la consulta al mentado chatgepeté, y sí pues, no lo voy a negar y menos con lo que le pasó a mi compa Chón. Lo que pasó jue que, por hacerme caso, Chón le paticó al Chatgepeté de unos males que taba sintiendo él tocante a que ya no paraguas iguanas cuando le tocaba hacerle los honores a mi comadre Choforita, que en veces le daba pena con ella porque, anque lo agarrara a cachetadas nomás nones. Que eso no le pasaba antes, sino que le empezó cuando comenzó a tomar las pastillas pa´ la presión. De la pena ya le sacaba la vuelta a mi comadre pa´no quedarle mal si quería piojito pero, se le hizo fácil pedirle consejo al Chatgepeté y le recomendó uno parecido al viagra pero que su efepto era de 3 días. Jue a la farmacia y como son de venta libre, se mercó una cajita con 2 pastillas. Se puso de acuerdo con mi comadre y se jueron de fin de semana a Acapulco. La recomendación era de tomarse la pastilla por lo menos media hora antes del encuentro. Llegaron a la habitación del hotel como a las 3 de la tarde, se metió al baño, sacó una de las pastillas y se la tragó con un buche de agua de la llave. Entre las cinco y seis de la tarde se metieron a la alberca. Él se estuvo echando clavados y por debajo del agua, nadando, llegaba al otro lado, unos 20 metros de largo. Me contó que nomás aguantó tres clavados porque se empezó a mormar, sintió que se le taban tapando sus narices y se empezó a zonar pero no le salía ni moco ni agua que se le viera metido ni nada. Jue hasta onde taba su mujer, la abrazó de la cintura por detrás, y, cuando sintió sus pompas de ella pegadas a su parte de alelante de él, “como si tuviera resorte”, asina me dijo, se puso su miembro como brazo de santo. Ella asina lo sintió y le dijo que si quería se iban a la habitación. Le dijo que sí, que jueran porque él tambor sintió que taba como pocas veces. Y me siguió diciendo: –“ella se salió primero, yo me esperé tantito para ver si se me bajaba… y no. Siguió igual. Le pedí a tu comadre que me prestara su sombrero pues no sabía cómo hacerle para que no se viera. Le puse el sombrero encima y me envolví de mi cintura para abajo con la toalla. Cuando me subí al elevador me fui al fondo y me voltée de espaldas a la puerta de acceso. Al salir, lo hice de ladito para que no se viera nada. Llegando a la habitación me pidió que nos bañáramos juntos, que ella me iba a enjabonar y yo a ella. Así le hicimos recordando tiempos como cuando estábamos recién casados. Pasamos más de una hora juntos en la cama y yo igual. No se bajaba para nada. Al principio tanto ella como yo gozamos, disfrutamos y estuvimos como si fuera luna de miel, pero, con el paso del tiempo nos empezamos a preocupar porque por más, no se bajaba de intensidad. Me metí al baño, abrí la llave del agua en tibio y después terminé usando agua lo más fría que salía a ver si así se bajaba… y no. Pasadas las 12 de la noche fuimos a una clínica, llamaron al urólogo, me hizo un ultrasonido doppler, me dijo que la pastilla que me tomé se cruzó con la que uso para la presión”. Pobre de mi compadre, por andarle haciendo caso al Chatgepeté, por poco terminan mochándoselo y poniéndole un implante y… ¡ándenles! Ya me rete colgué, áhi nos pa l´otra, graciotas.