Por: Antonio León

SEÑOR PRESIDENTE DE IGUALA, lea por favor este fragmento de un discurso de Federico García Lorca, para que se inspire y construya la biblioteca municipal, que costaría menos que las tres obras suntuosas que planeó para la salida a Teloloapan, México y Chilpancingo.

“No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro. Yo ataco desde aquí a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos necesitan con urgencia. Bien está que todos los hombres coman, pero no menos importante es que todos los hombres sepan, que gocen todos los frutos del espíritu humano, porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de cualquiera que tenga algún tipo de poder.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento, porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita, y ¿dónde están esos libros?, ¿quién regala un libro al hambriento de saber?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que deberían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus tierras de labor. Cuando el insigne escritor ruso, Fiódor Dostoyevsky, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía abrigo, tenía terrible sed y no pedía agua, tenía hambre y no pedía pan, pedía libros, es decir, horizontes, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía del alma insatisfecha no se compara con ningún otro pesar del ser humano.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura, porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz. Porque la luz obrando sobre los individuos, es lo que hace a los pueblos, y hace que los pueblos vivan y se engrandezcan debido a las ideas que nacen en las cabezas privilegiadas, llenas de un amor superior hacia los demás.

Por eso ¡no sabéis qué alegría tan grande me produce el poder inaugurar la biblioteca pública de Fuente Vaqueros! Una biblioteca que no es solamente una reunión de libros agrupados y ordenados, sino una voz contra la ignorancia, una luz perenne contra la oscuridad, una luz que nos hará mejores seres humanos” (fragmento del discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros).

Por todo esto señor presidente municipal, construya la biblioteca municipal si de verdad quiere que se recupere la grandeza de Iguala.

Hasta el martes próximo estimado lector.

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