Por: Edelmiro Castro Sedano

Mañana domingo 2 de octubre se cumplirán 54 años de la Matanza de Tlatelolco, día que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, entonces presidente de México, ordenó masacrar al pueblo y los estudiantes ahí reunidos, fecha que año con año se organizan manifestaciones para recordar el suceso.

En las escuelas de las Universidades, del Politécnico y otros grupos afines participan para protestar contra el gobierno reclutando a jovencitos que muy lejos están de saber cómo se desarrollaron los hechos, que fue lo que originó el movimiento y principalmente el tipo de gobierno presidencialista represor y cerrado al diálogo que pedían los estudiantes.

Un movimiento que en sus orígenes planteaba razonamientos cuestionando al gobierno. De ahí surge la apertura democrática que se vive en estos días y puede decirse que finalmente se lograron los objetivos. ¿ A quién favorece el manejo de la marcha y sus consecuencias provocadas por la vandalización y destrucción de exhibidores de los negocios afectados, que llevan a cabo jóvenes adoctrinados en el saqueo, pintarrajeo y destrucción?

El 2 de octubre debe olvidarse, por el bien de todos.

Por si faltara motivo ahí tenemos el caso de los 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, que fueron enviados a Iguala a provocar e intentar robarse otro autobús de la Terminal Camionera y al parecer se equivocaron de unidad y ahí inició la persecución que todo mundo conoció. 43 vidas terminaron, desaparecieron sin ninguna justificación

Explotando pena, rencor, dolor por haber perdido a un familiar se organizaron los padres y madres de familia para protestar en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, presidente de México en ese entonces, contra el gobierno Guerrero, contra la Procuraduría General y contra el Ejército Mexicano.

La noticia se dio a conocer internacionalmente y los padres de familia llevaron su protesta a Buenos Aires, Argentina; a España, a Francia a Alemania y más países que se solidarizaron con la causa de los mexicanos agraviados que exigían la presentación de sus familiares con vida.

Han pasado ya ocho años de aquella fecha fatídica en la que perdieron la vida 43 jóvenes en las céntricas calles de Iguala, que eran las esperanzas de mejor vida, que eran el orgullo de la familia y una promesa para la Patria.

Sólo queda esperar la solución que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador entregue a los padres de familia, a quienes ofreció JUSTICIA, veremos si quedan conformes.

MOLQUITERA.- Los legisladores de la 4T, es decir Morena, aprobaron en esta semana suspender el cambio de horario y volver al anterior horario para complacer el capricho de AMLO, que lo ofreció en campaña. Sin duda alguna abundan los espinazos flexibles, los agachones.

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