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Manchester, Inglaterra. Una impresionante exhibición de olfato goleador de Erling Haaland, autor de cinco goles en una hora de juego, sirvió al Manchester City para derrotar 7-0 al Leipzig (8-1 global) este martes y volar hasta los cuartos de final del certamen europeo de clubes más importante.
El 1-1 de la ida en Alemania abría la puerta a un duelo emocionante en el Etihad Stadium. Pero Haaland se encargó rápido de matar cualquier intriga (22, 24, 45+2, 53 y 58). La fiesta la completaron el capitán local Ilkay Gundogan (49) y el belga Kevin de Bruyne (90+2).
Con su triunfo el City regresa al ‘Top 8’ europeo en su empeño por lograr su primera Champions League, mientras que el Leipzig fue eliminado sin contemplaciones en un partido que se le complicó por una decisión arbitral muy discutida.
Tras 20 minutos de juego el árbitro señaló un penal después de consultar el VAR por mano de Benjamin Henrichs y Haaland abrió el marcador con un disparo raso pegado a uno de los postes.
Dos minutos después, con el Leipzig todavía intentando reaccionar al golpe, el arquero Janis Blaswich jugó en largo sin mucho convencimiento y el City armó la contra. De Bruyne estrelló el balón en el larguero y Haaland, atento al rechace, acertó de cabeza.
La feria de oportunismo del ‘Androide’ noruego alcanzó su cima justo antes del descanso. El portugués Ruben Dias remató de cabeza en un córner y tras tocar en un poste el balón se paseó por toda la línea sin querer entrar hasta que apareció Haaland para empujarlo.
La fiesta de los Citizens continuó en la segunda parte con Gundogan acertando con un disparo cruzado tras combinar con Jack Grealish.
Pero era la noche de Haaland, que hizo su cuarto gol al aprovechar un rechace del arquero en una acción en la que ya había rematado de cabeza con una potencia extraordinaria.
Siguió con el quinto tanto de la velada, mostrando sonriente su manita a la grada, tras rematar desde el área otro rebote de un Blaswich desbordado.
El broche de oro lo puso el belga Kevin De Bruyne, con un disparo a la escuadra del arco, cerró la ‘fiesta’ del City, una pesadilla para el Leipzig.