Por: Edelmiro Castro Sedano

Lo dicho, lo esperado. La ciudadanía respondió de manera gratamente positiva al acudir a la manifestación del día domingo 26 en el Zócalo de la ciudad de México y en más de 100 ciudades del país y otras en el extranjero, con ello demostrarle al virreycito demócrata que habita en Palacio Nacional que el pueblo, el verdadero pueblo que acude por propia voluntad sin necesidad de ser acarreado ni esperar su torta y su frutsi, cuando considera que la patria está en peligro y para ello le endosó el compromiso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya que es ahí donde uno de los tres Poderes que conforman el gobierno como lo mandata la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, declarará si el Plan B elaborado al gusto y los deseos del presidente de la república, que quiere regresar al pasado cuando el gobierno organizaba las elecciones y él mismo declaraba vencedor legal, que no viola o contradice los principios establecidos en la Carta Magna. Vergüenza aparte del papel deplorable y sumiso del Poder Legislativo cuyos integrantes pertenecen en su mayoría a Morena y muy cumplida la genuflexión denigrante de todos los legisladores que lamieron los zapatos de quien les procura su comida.

En una más de sus ocurrencias pronosticó AMLO que la oposición no reunía ni 100 mil personas y que si las reunía se iría a su rancho en Tabasco. Lo presenciamos por los medios de comunicación que cubrieron el evento y vimos a la multitud reunida en Pino Suárez, en 20 de noviembre, en Avenida Madero y las restantes calles aledañas al zócalo. Y lo más relevante, la concurrencia no dejó basura en el zócalo, contrario a las concentraciones del merolico mañanero.

El lunes 27, desde su púlpito matutino, como era de esperarse, no pudo ocultar su enojo por lo nutrida que estuvo la manifestación y despotricó a diestra y siniestra sacando a relucir su ya trillados adjetivos calificativos que le endilga a quien no piensa como él y los llama conservadores, fifís, aspiracionistas, corruptos, no somos como ellos, etc., un etc. que no tiene límite mas que su verborrea repetitiva.

Seguramente no durmió el señor del palacio al confirmar sus temores: ya no las tiene todas consigo; ni todo el dinero del erario le alcanza para comprar voluntades de aquellos depauperados del sistema que no ha sido capaz de sacarlos de su miseria ancestral que los obliga a emigrar para buscar en otro país las oportunidades que en el propio nunca le fueron otorgadas. Sin duda alguna le tuvieron que administrar algunos sedantes y somníferos para lograr conciliar el sueño, además le tuvieron que administrar antidiarreicos en dosis mayores para atacar las evacuaciones involuntarias y recurrentes que le hayan provocado al ver que la ciudadanía acude al llamado del deber cívico para manifestar su inconformidad en casos de abusos y ataques a las libertades consagradas en nuestra Constitución. No hay duda de que su manifestación anunciada será mayor, con dinero hasta los perros bailan. Buen provecho señor, está usted servido. La derrota le llama a la puerta.

MOLQUITERA.- La condena a García Luna en tribunal de E.U., no es un logro del gobierno mexicano ni de AMLO; en México jamás hubiera pisado la cárcel. AMLO pide que lo extraditen a México, para ser juzgado por sus delitos. No. Ya vimos que sucedió con Salvador Cienfuegos.

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