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Estados Unidos. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, tildó ayer de «locura» la nueva «carrera armamentista» nuclear que se prepara, al asegurar que la única manera de prevenir el uso de armas atómicas es «eliminándolas».
«Me he comprometido a hacer todo lo que esté en mis manos para movilizar a los países sobre la necesidad de hacer desaparecer estos artefactos de la faz de la tierra», declaró Guterres con motivo del Día Internacional para la Eliminación Total de Armas Nucleares, que coincidió con el fin de las sesiones de alto nivel de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
«El número de armas nucleares podría aumentar por primera vez en décadas», alertó, tras lamentar que «la arquitectura mundial de desarme y no proliferación se está desintegrando».
Están modernizando las armas nucleares para que sean «más rápidas, precisas y sigilosas», advirtió.
Guterres llamó en su discurso a dar «marcha atrás» a la carrera armamentista.
«La única forma de prevenir el uso de armas nucleares es eliminándolas antes de que puedan desatar una catástrofe humanitaria de proporciones épicas», sostuvo al cerrar las intervenciones de alto nivel en la Asamblea de Naciones Unidas.
Aunque no mencionó ningún Estado, el temor a un conflicto nuclear volvió a surgir con las amenazas de Rusia tras la invasión a Ucrania o la carrera emprendida por Corea del Norte.
En medio de tensiones geopolíticas crecientes, los arsenales nucleares de varios países crecieron en 2022, en particular los de China, aunque otras potencias han seguido modernizando su arsenal, indica un informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri) publicado en junio.
El número total de cabezas nucleares entre nueve potencias –Reino Unido, China, Francia, India, Israel, Corea del Norte, Pakistán, Estados Unidos y Rusia– cayó a 12 mil 512 a principios de 2023, frente a 12 mil 710 de los primeros meses de 2022, de acuerdo con Sipri. Sin embargo, los investigadores temen que se invierta la tendencia.
En particular preocupa Irán, que niega querer armas nucleares pero cuyas reservas de uranio enriquecido han superado los niveles autorizados por el acuerdo de 2015 sobre su programa nuclear civil. Y Corea del Norte, que ayer advirtió en la ONU que la península coreana está «al borde de una guerra atómica», culpando de ello a Washington y su estrategia en Asia.
En tanto, Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se reunió con el ministro ucranio de Energía, German Galúschenko, en la conferencia general de esta entidad de la ONU, y aseguró en su cuenta en la red social X que está comprometido a apoyar todas las centrales nucleares ucranias.
Según Grossi, las misiones del OIEA presentes en las centrales y el programa de asistencia a la región de Jersón subrayan el compromiso del organismo con la seguridad nuclear.