Por Graciela Mazón Salgado

La conducta se define como la manera con que las personas se comportan en su vida y sus acciones. Las clasificaciones más habituales de la conducta son:

Conducta innata. Son comportamientos que están presentes en los seres humanos desde su nacimiento, formándose en el vientre de la madre.

Conducta aprendida. Esta conducta se adquiere a través de la experiencia y el aprendizaje. Conducta social. Se refiere a las interacciones y comportamientos que ocurren en contextos sociales.

Conducta emocional. Se tratan de respuestas y expresiones relacionadas con las emociones. Estas abarcan conductas como el llanto, la risa, la expresión facial y el comportamiento agresivo o pacífico.

Conductas involuntarias. Las conductas involuntarias son aquellas que surgen de manera no intencional. incluyen retirar la mano del fuego cuando se quema, respirar y otros reflejos involuntarios.

Conductas apetitivas. Se definen conductas apetitivas como aquellas acciones que se llevan a cabo por la búsqueda de recompensas o gratificaciones, algo que motiva e incentiva a la persona a actuar.

Conductas agresivas. Son acciones o comportamientos que tienen la intención de causar daño físico, emocional o psicológico a otras personas, animales u objetos.

En la actualidad Los jóvenes sienten que algo les está sucediendo, incómodos y preocupados, sienten intriga y miedo por los impulsos, sobre todo en el plano sexual; el cuerpo puede parecerles prestado, que no está hecho a medida, se enamoran de sí mismos y al mismo tiempo no se cuidan al vestirse o asearse. Últimamente, los alumnos tienen comportamientos muy agresivos, siempre están a la defensiva, todo les molesta, cuando una persona con experiencia les quiere dar un consejo, ellos no lo toman en cuenta.

Mi recomendación es trabajar la personalidad de cada ser humano desde la infancia, trabajar con ellos en el hogar, en las escuelas, ofrecerles una muy buena educación, ya que últimamente me ha tocado observar a mucho jovencito y jovencita berrinchudos, grosero, y los padres en vez de corregirlos, los premian.

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