Karla Galarce Sosa
Acapulco, Gro. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, pidió hacer conciencia, denunciar el delito de trata de personas y poner atención a las maneras en que las víctimas son engañadas.


“Es necesario reflexionar y cambiar aquellas maneras de mirarnos y de relacionarnos, que son terreno fértil para este delito de la trata de personas”, dijo promoviendo una cultura de prevención, durante la lectura del comunicado de la mañana de este domingo en las redes sociales de la Arquidiócesis de Acapulco.


Mencionó que hace tres meses que se desarrolló la Jornada Nacional de Oración por la Paz, los líderes católicos expresaron en un mismo deseo, el propósito de paz y de justicia.


“La tragedia de la guerra a nivel mundial y en nuestra patria, las ejecuciones y asesinatos, los secuestros y desapariciones, las extorsiones y cobro de piso, el control por parte de grupos (del crimen) en algunas regiones, de la distribución de mercancías y materia prima (…) toda esa carga de violencia nos hace sentir de manera más acuciante la necesidad de paz”, expuso.


Convocó a que la situación no haga perder la esperanza ni desistir de ser artesanos de paz, pues la base de la confianza es todavía más fuerte.


Informó que se convocó a orar por la paz cada tercer domingo de mes, con una intención especial. “Hoy vivimos la tercera de estas jornadas de oración y la intención de ella son las personas, víctimas de la trata.

La trata es un delito que atenta gravemente contra la dignidad humana y ofende a toda la sociedad. Se retiene a una persona a través de engaños, enganchándola con el señuelo de un trabajo bien remunerado o un papel artístico o a través de amenazas”, señaló.


Añadió que muchas víctimas de trata se encuentran en una difícil situación económica, con la ilusión de un futuro mejor. “Algunos tratantes han explotado esta debilidad ofreciendo un trabajo en otro lugar, un papel estelar, con un sueldo magnífico, muy por encima de lo ordinario. Para la inmensa mayoría de quienes caen en este engaño el resultado es cruel e inhumano”, advirtió González González.


Advirtió asimismo que ninguna persona es una mercancía, es decir nadie puede verse a sí mismo ni ser visto por los demás de esa manera.

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