Por: Álvaro Venegas Sánchez


Andrés Manuel López Obrador como persona le han dicho ignorante y gritado naco, pata rajada. En 2018, Ricardo Anaya quiso apantallarlo con desplantes académicos y conocimientos tecnológicos; Antonio Meade, irónizó: cómo es posible que quiera ser presidente, ni siquiera usa o sabe usar tarjeta de crédito. Ya en la presidencia fue objeto de adjetivos y descalificaciones. Vale recordar: en el acto solemne de toma de posesión, los que avalaban gasolinazos, exigieron que bajara el precio de la gasolina. Héctor Aguilar Camín, llegó al colmo de mentarle la madre. Tampoco impactó la insidia “narcopresidente”. Nada logró tambalearlo.


En septiembre de 2021, publicó A LA MITAD DEL CAMINO. Libro testimonio de lo alcanzado en los tres primeros años de gobierno, los desafíos pendientes en la segunda mitad del sexenio y de cómo imaginaba podría estar el país al terminar 2024. Advirtió entonces, o desde entonces, la necesidad de narrar el final de su mandato. Y logró el propósito a pesar del ritmo de trabajo. Desde febrero de este año, simpatizantes, personas asiduas a la lectura y posiblemente hasta sus detractores, se habrían adentrado en la lectura de ¡Gracias! Texto de 20 capítulos y 548 páginas.


Lo dirige y dedica a los jóvenes anticipándoles que, “el Movimiento de regeneración nacional fue apoyado por miles, hombres y mujeres que forjaron una voluntad colectiva dispuesta a cambiar de verdad la vida pública de México; ellos son los protagonistas principales de la histórica transformación que estamos viviendo; no soy el único, a mí me toco encabezar la lucha, pero sólo soy uno de tantos”. Al final hace dos reflexiones que, sin duda, enardecen a los que se creían dueños del paraíso de corrupción, simulación y desigualdad social que AMLO destruyó. Primera: “me retiro tranquilo y satisfecho porque considero que ayudé, junto con muchos ciudadanos, a iniciar una etapa nueva en la vida pública; se sentaron las bases y se avanzó mucho en llevar a la práctica los postulados de la nueva política denominada Humanismo Mexicano”.
Continúa: “se reconoció a los de abajo, a los del México profundo, que permanecían olvidados y humillados; se dejó de manifiesto que el modelo neoliberal, sólo beneficia a una minoría y es completamente inviable para conseguir la felicidad de las mayorías; se pudo demostrar que es posible fortalecer económicamente al país sin corrupción, derroche, deuda, altos impuestos, devaluaciones y, al mismo tiempo distribuir el ingreso nacional con justicia para no marginar a nadie; sacar de la pobreza a muchos y reducir la desigualdad social”.
La otra reflexión contiene un agradecimiento y una solicitud: “a las mujeres y hombres de antes y de ahora, precursores, conocidos y anónimos, pero siempre fieles y generosos, que me dieron su confianza en la larga travesía para ayudar con mi imaginación, ideales y trabajo en bien de nuestra generación y, sobre todo, de los que vendrán después de nosotros”. A los adversarios ofrece disculpas sinceras: “nunca pensé hacerle daño a ninguna persona y me retiro sin odiar a nadie. Si me expresé con dureza y radicalismo fue con el fin de alcanzar la bella utopía, el sublime ideal del amor al prójimo”.
Es de esperar que las y los jóvenes, con mayor razón los estudiantes, no los envuelva la apatía y lean este libro de López Obrador, el mejor presidente que hemos tenido de 1983 a la fecha; que investiguen, cercioren si de verdad hemos padecido gobiernos deshonestos, abusivos, despiadados, insensibles a los problemas y reclamos populares, entreguistas a la voracidad de empresarios nacionales y extranjeros. En este sentido, me satisface que uno de mis nietos, ha leído ya dos capítulos: 1) De Tepetitán a la Ciudad de México y 4) La guerra sucia y el desafuero. Además, vio con atención los tres debates presidenciales, tiene opinión de los contendientes y lo que representan; y espera el 2 de junio para estrenar su credencial del INE votando por primera vez. Hasta creo que lo hará por Claudia Sheinbaum .
AMLO, por supuesto habría cometido errores, pero es una realidad inobjetable: en menos de seis años mejoró la economía, rescató PEMEX y la CFE; generó empleo e infraestructura que cambian el rostro del país, ha respetado la dignidad y ha reconocido la aportación de los adultos mayores, ha dado esperanza de movilidad social a los jóvenes, ha combatido la impunidad con todo y lo podrido del Poder judicial, no ha limitado la libertad de expresión, no ha perseguido a quienes disienten de la política de la 4T y atacan con calumnias a él y su familia y menos ha utilizado a las fuerzas armadas para reprimir la protesta social.

Comparte en: