Por: Álvaro Venegas Sánchez

Inevitable, el testimonio-denuncia de Sanjuana Martínez, me recordó palabras del libro LOS AMOS DE LA MAFIA SINDICAL, de Francisco Cruz Jiménez: “En México parece practicarse una sola política laboral, la del cinismo; abundancia para unos cuantos privilegiados y pobreza, carestía e inflación para todos los más; los líderes sindicales son lo que parecen y aparentan: dictadores, caciques, derrochadores”. Y exhibe ocho historias para ilustrar la triste realidad: Víctor Flores (Ferrocarriles), Elba Esther Gordillo (SNTE), Napoleón Gómez Urrutia (de los Mineros), Francisco Hernández Juárez (Telefonistas), Joaquín Gamboa Pascoe (Obreros), Joel Ayala Almeida (FSTSE), Romero Deschamps (STPRM) y Víctor Fuentes del Villar (Electricistas).
El presidente López Obrador, cuando nombró como directora de Notimex a Sanjuana Martínez, no contuvo elogios y reconocimiento a su trayectoria periodística. Igual ocurrió al estallar el conflicto con el sindicato (SutNotimex) y durante el tiempo de la huelga para contestar en las mañaneras a reporteros que sacaron el tema. Cambió después de tomar la decisión de clausurar la Agencia; sobre todo luego que la exfuncionaria reveló intereses detrás del conflicto y liquidaciones con cantidades millonarias a huelguistas. Algunos con escasa antigüedad y otros, a quienes nombra cachirules, que ni estaban sindicalizados o habían sido liquidados conforme a derecho. Millones, qué caray; eso quisieran recibir de las Afores los trabajadores que se jubilan con más de 30 años de servicio.
Afirma ella: el presidente instruyó para que le ayudaran a Jesús Ramírez (de comunicación social de la presidencia) y a Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado. Sin embargo, no permitieron que los medios públicos de comunicación informaran del desarrollo del litigio del caso Notimex: peor aún “esos medios mientras a mí me negaron el espacio entrevistaban a la lideresa sindical acusada de corrupción ante la FGR y la Secretaría de la Función Pública”. Agregó: Ramírez se desentendió del asunto y Villamil, cuando le reclamé me sorprendió su respuesta: “yo vine a conciliar y tú preferiste el conflicto”. Tuve que contestar: “Vinimos a transformar y eso a veces genera conflicto, no vinimos a conciliar, esa no es la encomienda del Presidente ni el compromiso con los mexicanos”.
No es todo, denuncia que el director jurídico de la Secretaría del Trabajo, José Luis Sánchez Cuazitl, “quería comprarme con 11 millones de pesos, pero al resto de los trabajadores liquidarlos con lo mínimo que marca la ley”. Era el segundo intento de soborno. El primero, dice, había sido peor y refiere que, de 150 millones de pesos que calculaban costaría la liquidación, podrían dárselos, pero de esa cantidad tendría que entregar 20 por ciento para la campaña de Claudia Shinbaum. Además, se queja, tuve que lidiar con la Secretaría del Trabajo cuya titular María Luisa Alcalde, actualmente secretaria de Gobernación, tenía de asesor a su papá, Arturo Alcalde. A este abogado laboral, por la forma en que le habló y presionó lo señala con el símil El padrino.
Por decreto la Agencia de Noticias del Estado mexicano llegó a su fin. ¿Era necesaria su existencia? Ya no importa. Sólo habrá que recordar que el fuego amigo la consumió y esperar aclaraciones para que no queden dudas en el imaginario colectivo. La extitular afirma que, en el último encuentro con AMLO en Palacio Nacional, le informó lo que pretendía hacer la secretaria Alcalde a los huelguistas del extinto SutNotimex y frente a una relación escrita de anomalías que le presentó el presidente dijo: “Gracias Sanjuana, no vamos a permitir abusos”.
López Obrador, juzgando el pasado, ha dicho muchas veces que ningún presidente puede decir que no sabía; “se entera, sabe qué autoriza un Secretario”, justo el punto respecto a Luisa María Alcalde y Marath Bolaños López. El principio NO MENTIR, no puede patearse y quedar entredicho. Retomo palabras de un político del viejo régimen: Problema que se resuelve con dinero no es problema. Sí, porque hacían lo que querían con recursos de todos los mexicanos.
Duelo de declaraciones, sin aportar pruebas y explicaciones no convincentes de los funcionarios aludidos, por tanto, obligados a dar la cara, causaría la sensación de que México no ha avanzado y seguimos navegando con una historia más, la nueve, “de la triste realidad”.
Iguala, Gro., enero 15 del 2024

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