Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Marzo 13.- El actor Ignacio López Tarso falleció este sábado a los 98 años de edad, informó su familia. Fue un hombre fuerte, lúcido, de impresionante memoria, congruente, siempre activo, dio cátedra de vida y profesionalismo a lo largo de 98 años; pero desde hace más de una semana sostuvo una gran batalla por recuperarse de una oclusión intestinal y una neumonía grave, la cual finalmente terminó con su prolífica trayectoria de más de siete décadas dedicadas a “contar historias de gran calidad”.

López Tarso, quien era “una biblioteca impresionante” nació un 15 de enero de 1925 en la Ciudad de México. Nunca quiso dejar de trabajar, salvo cuando se vio obligado por enfermedades o la pandemia; incluso se adaptó a las redes sociales, al streaming y a las entrevistas por Zoom durante el aislamiento social, cuando recibió con alegría sus vacunas del covid 19.

Su vida fue el teatro, las tablas, a donde siempre quería regresar; pero también el reconocimiento nacional e internacional lo obtuvo en cine y televisión; aunque en fechas recientes aseguraba que en estos formatos las oportunidades eran escasas para trabajar. Fue político y sindicalista. Siempre se enorgulleció de la época que le tocó vivir.

En sus últimos momentos de vida, Juan Ignacio Aranda, su hijo, le puso música de Vivaldi, pero ya estaba seminconsciente y con insuficiencia renal, cardiaca y pulmonar.

Palacio de Bellas Artes rinde homenaje al actor

Después del homenaje luctuoso que se le realizó este domingo en el Palacio de Bellas Artes, los restos mortales del primer actor Ignacio López Tarso serán cremados, así lo reveló su nieta Mariana Serrano.

“Lo vamos a cremar, no sabemos (dónde va a quedar la urna). Mañana será la cremación”.

Mariana también destacó que no planean ninguna celebración religiosa, pues ni su abuela ni su familia comparten ningú tipo de creencia; sin embargo, destacó que esta ceremonia no será la única, pues la Asociación Nacional de Actores (ANDA) tiene planeado hacerle un tributo a la memoria del primer actor.

El actor no tuvo que pactar con la muerte para quedar inmortalizado en la historia del cine mexicano. A diferencia del personaje que interpretó en la película Macario, el artista construyó su carrera con más de medio centenar de filmes, más de 100 obras de teatro y participaciones en series de televisión. Aquel filme de 1959 fue uno de los más importantes de su trayectoria. “Hacer Macario sería el colmo de mi buena suerte”, contó en una entrevista. Actor vitalicio de Televisa, miembro de la Academia de Hollywood y amigo de Luis Buñuel, López Tarso ha quedado para siempre en la historia del cine junto a mitos como María Félix, Pedro Infante o Jorge Negrete.

El primer acercamiento que López Tarso tuvo a la actuación fue a los ocho años, cuando sus padres lo llevaron a una función de teatro de carpa, según contó muchas veces. Cuando se apagó la luz y se abrió el telón, aquel niño quedó impactado. Tiempo después, a los 24 años, entró a la Escuela de Teatro de Bellas Artes. Pero antes había pasado por el seminario, donde entró solo por su interés por seguir estudiando –nunca tuvo la intención de ser sacerdote– y por el servicio militar.

En 1954, el actor tuvo su primera aparición en cine con una película que casi logra que abandone la profesión, La desconocida, del director Chano Urueta.

Eran los años de oro del cine mexicano, López Tarso continuó trabajando en cine pese a esa primera mala experiencia y compartió elenco con José Ángel Espinoza en El hombre de papel (1963) o con Lucha Villa en El gallo de oro (1964); fue dirigido por Luis Buñuel en Nazarín (1958); por Luis Alcoriza en Tarahumara (1964) o por Roberto Gavaldón en La vida inútil de Pito Pérez (1969). Gavaldón también lo había dirigido en Macario, que estuvo nominada a los Oscar en 1960.

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