Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Febrero 15.- Linda Cristina Pereyra, esposa de Genaro García Luna, subió al estrado para testificar en defensa del exfuncionario y dio a conocer al jurado cómo fue que adquirieron las propiedades que durante el juicio la fiscalía exhibió como evidencia de la riqueza que generó el exsecretario de Seguridad por los supuestos sobornos que recibió del narcotráfico, en especial del cártel de Sinaloa.

En la corte de Nueva York, Pereryra aseguró que la mayor parte de las propiedades que poseen fueron adquiridas a través de créditos y dijo que los ingresos mostrados por los fiscales fueron producto de la actividad de García Luna como funcionario público y su ascenso hasta convertirse en secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, además de la compra-venta de inmuebles.

La esposa de García Luna, quien fue la única testigo de la defensa, hizo referencia a una serie de propiedades, entre ellas:

Terreno en Paseos de los Cedros.

Terreno en Retorno de Aldama.

Dos propiedades en Jiutepec, Morelos.

Terreno en Paseo de los Cedros donde puso la «Cafetería Cedros».
Terreno en Morelos donde puso el restaurante «Los Cedros».

Casa en un terreno en «Montana de Moras».

Casa en Monte Founier, donde está el acuario mostrado en el juicio.

Pereyra aseguró que la compra constante de propiedades se debió a la persecución por parte de los medios de comunicación, ya que los fotografiaban y era inseguro. Agregó que a ello se debió que decidieron ya no hacer pública su declaración patrimonial hasta antes de 2007.

Luego de que la fiscalía mostró fotografías de motos y un auto Mustang, la esposa de García Luna dijo que uno de los hobbies del exfuncionario es la de coleccionar y reparar autos antiguos, entre ellos el que en una imagen fue presentado como evidencia. Dijo que ese auto lo compró García Luna y lo restauró junto con su hermano y después lo vendió al doble del precio.

Agregó que otra afición del exfuncionario son las motocicletas y mostró las facturas de dos Harley Davidson que compró, una en 2007 con su tarjeta de crédito y la otra en 2009 con su cuenta de ahorros, las cuales la fiscalía también había mostrado como evidencia. En el juicio Sergio Villarreal Barragán, El Grande, afirmó que Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, le había regalado una motocicleta edición especial a García Luna.

“Yo vengo a apoyar a mi esposo, pero con la verdad”, aseguró Pereyra, quien aclaró el origen de sus bienes y cómo fueron adquiridos, buscando desestimar las evidencias que la fiscalía había mostrado en el juicio contra García Luna.

La esposa de García Luna dijo que al salir de México, en 2012, el patrimonio de García Luna y ella consistía en dos casas en Jiutepec, la de Monte Founier, la cafetería y el restaurante en Morelos.

Al concluir su testimonio, la defensa también se declaró en descanso, como antes lo había hecho la fiscalía, por lo que mañana se prevén los alegatos finales de ambas partes para que el jurado pueda deliberar y determinar si García Luna es inocente o culpable.

Defensa de García Luna acusa a ‘El Rey’ Zambada de imprecisiones sobre sobornos

En el contrainterrogatorio a Jesús El Rey Zambada, el testigo estrella de la Fiscalía de Estados Unidos, la defensa de Genaro García Luna buscó acorralarlo y evidenciar las imprecisiones en sus declaraciones acerca de los montos de los sobornos que presuntamente pagó el cártel de Sinaloa al exsecretario de Seguridad.

Ayer, en el primer día de su testimonio, El Rey Zambada aseguró que sí conocía a García Luna ya que en dos ocasiones le entregó personalmente el pago de dos sobornos por un monto total de 5 millones de dólares en un restaurante de la Ciudad de México.

Sin embargo, la defensa del exsecretario de Seguridad encabezada por el abogado Cesar de Castro dijo que en reuniones con fiscales y en su testimonio en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán en 2018 había declarado otras cantidades como parte de su estrategia para tratar de demeritar su testimonio ante el jurado.

El hermano de Ismael El Mayo Zambada reconoció que pudo haberse confundido con las cantidades ya que le “daba mucho miedo hablar” de García Luna por “lo poderoso que es y uno piensa en su familia”.

A pregunta expresa sobre si tenía alguna evidencia de estos sobornos, El Rey Zambada reconoció que no tenía ni recibo, ni pagaré alguno con el cual demostrar el dinero que le fue entregado supuestamente al exfuncionario, por lo que sólo es su testimonio y aseguró que había dicho la verdad.

El Rey Zambada no sólo aseguró que le dio sobornos a García Luna, sino también a un presunto sobrino de él de nombre Víctor Hugo García para que el entonces comandante de la Policía Federal, Édgar Bayardo, un aliado e informante del cártel ingresara a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Siedo) para filtrarles información sobre operativos e investigaciones, así como de cargamentos detectaros por la DEA.

El hermano del Mayo Zambada también narró el esquema de corrupción en el gobierno que hizo posible que traficara cocaína a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuyas maletas, dijo, traían logotipos oficiales y eran descargadas por agentes de la Policía Federal asignados a dicha terminal aérea.

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