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Estados Unidos. El mundo se encuentra inmerso en una crisis hídrica sin precedentes, con al menos 25 países y una cuarta parte de la población mundial sometidos a un estrés hídrico extremadamente alto, según revela un análisis del World Resources Institute (WRI).
Este informe también señala que alrededor de 4 mil millones de personas en todo el mundo experimentan estrés hídrico durante al menos un mes al año, y se proyecta que para 2050 este número podría aumentar significativamente hasta alcanzar el 60 por ciento. Esto provocado principalmente por la contaminación en el agua.
Una de las principales causas de esta crisis es el desequilibrio entre la demanda de agua y la disponibilidad de recursos hídricos. Desde 1960 la demanda de agua a nivel mundial se ha duplicado, impulsada principalmente por el crecimiento poblacional y el desarrollo industrial, agrícola y energético.
El estrés hídrico, que mide la relación entre la demanda de agua y el suministro renovable, pone en peligro la seguridad alimentaria, la energética y la vida misma de las personas. Países como Bahrein, Chipre, Kuwait, Líbano, Omán y Qatar se encuentran entre los más afectados, con un uso del 80 por ciento o más de su suministro de agua renovable.
Otros países que experimentan problemas de abasto de agua son:
-Emiratos Árabes Unidos
-Arabia Saudita
-Israel
-Egipto
-Libia
-Yemen
-Botswana
-Irán
-Jordania
-Chile
-San Marino
-Bélgica
-Grecia
-Túnez
-Namibia
-Sudáfrica
-Irak
-India.
Crisis hídrica en México
En México, regiones como Baja California Sur y la Ciudad de México enfrentan una escasez de agua extrema, sumándose así a la lista de países afectados por esta problemática.
Las regiones más vulnerables son Oriente Medio, África del Norte y el sur de Asia, donde un porcentaje significativo de la población enfrenta un estrés hídrico extremadamente alto.
Se estima que para 2050, incluso bajo un escenario optimista de limitación del aumento de la temperatura global, mil millones más de personas vivirán con un estrés hídrico extremadamente alto. Esto plantea la urgencia de tomar medidas para conservar y gestionar eficientemente los recursos hídricos.