Aprender a sostener
Por: Alejandra Salgado Romero
“La próxima vez que quieras huir y renunciar pregúntate qué es lo peor que podría pasar si esta vez te quedas”
Rosario Cardoso
La vida me está enseñando, -una vez más-, que hay situaciones para las que no estamos nunca preparados/as, que nos revelan aspectos de nosotros/as mismos/as que nunca imaginamos siquiera… y que aun con todo lo complejo, complicado, triste y doloroso de cada momento, aprender y seguir, es la única opción que representa una esperanza. Por ello, quiero compartir algunas ideas sobre un tema que se relaciona con el destino de cada ser humano y se ha analizado mucho en los últimos años: la trascendencia de aprender a sostener. Para iniciar, es importante citar que, de acuerdo a especialistas, aprender a soltar equivale a no atarse a lo que nos reprime, no quedarnos encadenados/as a lo que nos hunde la autoestima, no insistir una y otra vez en lugares que están enviciados hasta tal punto que nos nubla los sueños y nos sumerge en situaciones y sentimientos negativos. Por ende, aprender a soltar no refiere jamás a olvidarse de sostener lo que realmente representa un verdadero tesoro, es precioso e importa en la vida de una persona. Es decir, aprender a soltar es, también, aprender a sostener lo que vale tanto para nosotros/as, como para las personas que nos aman genuinamente.
Se ha determinado que cuando realmente aprendemos el significado de soltar, jamás nos olvidamos de cómo sostener, en virtud de que habremos soltado lo que nos lastima, para darle lugar a nuestra primera prioridad: el amor propio y nuestro bienestar, adquiriendo, con ello, una nueva fortaleza y una renovada capacidad para distinguir y sostener con verdadera convicción y pasión todo aquello que nos enriquece y ennoblece a nosotros/as, a nuestros seres amados y a la sociedad a la que pertenecemos. Es necesario, en este tema, tener claro y no confundir la incapacidad de comprometerse con algo o alguien en la vida, con la expresión «aprender a soltar», como si fuera una moda narcisista, pues a menudo, cuando las cosas se complican en nuestras vidas, tendemos a huir o soltar para evitar el dolor o la incomodidad. Si bien esto puede ser necesario en algunos casos, no siempre es la mejor solución. En cambio, es importante recordar que las relaciones, situaciones y emociones pueden ser difíciles y requieren trabajo y esfuerzo para mantenerlas.
Sin duda, aprender a sostener implica comprometerse a trabajar en cada relación, a no huir cuando las cosas se complican y a encontrar soluciones a los problemas. Sostener también requiere empatía y compasión. Cuando nos comprometemos a sostener, nos permitimos conectarnos con los/as demás en un nivel profundo, lo que puede llevar a relaciones más significativas y satisfactorias. Además, el sostener puede fortalecernos como personas. Cuando enfrentamos desafíos y los superamos a través de la lealtad, el compromiso y la paciencia, podemos lograr un sentido de logro y satisfacción que nos mejora e impulsa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el sostener no significa tolerar abusos, faltas de respeto o toxicidad en nuestras relaciones… sostener se traduce en trabajar en las relaciones saludables y valiosas que tenemos en nuestras vidas, nunca de aferrarnos a algo que nos hace daño. Algunos/as autores/as han aportado los siguientes consejos para aprender a sostener: a) Comprometerse a trabajar en nuestras relaciones y situaciones, para que, en lugar de huir cuando las cosas se complican, nos comprometamos a trabajar en ellas y encontrar soluciones; b) Practicar la empatía y la compasión, conectándonos con los/as demás en un nivel profundo, tratando de entender sus perspectivas y necesidades; c) Ser pacientes y perseverantes, puesto que el sostener requiere tiempo y esfuerzo, por lo que no debemos esperar resultados inmediatos; d) Mantener nuestros límites, nunca tolerar el abuso o la toxicidad en relaciones o situaciones, aprendiendo a establecer límites saludables y a soltar lo que nos daña.
Es importante, para cada ser humano y para la sociedad que entre todos y todas forjamos, entender que en nuestras relaciones, situaciones y emociones, de forma natural, frecuentemente enfrentamos desafíos y dificultades y el aprender a sostener nos permite comprometernos a trabajarlas de forma propositiva y honesta, eligiendo siempre honrar el amor de nuestros seres cercanos, encontrando soluciones y fortaleciendo nuestras relaciones, recordando siempre que el sostener puede ser difícil, pero también es el camino que nos enriquecerá, aquello que será gratificante y fortalecedor. Por último, y dada la trascendencia de lo que para una servidora significó el siguiente texto, me permito compartirles unos párrafos escritos por Jorge Luis Borges: “Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…”
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alexaig1701@live.com.mx.