La amistad

Por: Alejandra Salgado Romero

“De todas las posesiones la amistad es la más valiosa»
Heródoto

Se acerca el 14 de febrero, “Día del amor y de la amistad”, una fecha que he visto durante muchos años como un día más. En este año, en el que estoy enfrentando pruebas muy complejas, la compañía de algunos seres se ha vuelto determinante… y la amistad de algunas personas, una auténtica tabla de salvación. Lo anterior, inevitablemente me obliga a ver esta celebración de diferente forma, y aunque fácil no será, procuraré vivir el día festejando ese sentimiento que es tan real, como mágico: la amistad. Lo anterior, a nivel personal; en cuanto a mi ámbito profesional, como académica, comunicadora y activista, estoy convencida de que, en nuestro contexto, -de forma por demás lamentable-, la pobreza, la violencia, los abusos de los derechos humanos y otros graves problemas que figuran en la agenda mundial tienen en común la falta de respeto por normas y valores fundamentales. Para afrontar esta devastadora realidad, debemos ocuparnos de sus causas, promoviendo y defendiendo un espíritu común de solidaridad humana. La propuesta de Naciones Unidas puntualiza que, “a nivel mundial, esta idea puede concretarse de diversas maneras, que van desde la asistencia internacional al fomento de políticas; a nivel individual, puede manifestarse como amistad, simple e imperecedera”. Sin duda, la amistad es, en sí misma, un placer que aporta felicidad y una sensación de bienestar; por ende, la suma de lazos de camaradería en todo el mundo puede contribuir a generar esos cambios fundamentales que se necesitan con urgencia para lograr una estabilidad duradera.

Aristóteles aportó que “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos”, y Robert Rowney, Psiquiatra certificado y Director de la Unidad de Trastornos del humor de la Clínica Cleveland, puntualizó que hay ciertos hábitos que distinguen a los verdaderos amigos/as, y que los hacen parecer un/a integrante de nuestra familia, mismos que a continuación cito: a) Nos motivan a aceptar más cosas de nosotros (as) mismos (as): nos animan cuando estamos siendo extremadamente negativos (as), y sin duda nos ayudan a comprobar que las personas se sienten mejor cuando están rodeadas de personas cercanas, que les brindan apoyo y ánimo cuando lo necesitan; b) Nos dicen cuando no estamos en lo correcto: son capaces de detectar nuestras fallas y señalarlas cuando lo necesitamos, pues nos indican tanto lo que hacemos bien, como lo que hacemos mal, así como de darnos el apoyo que necesitamos en ambos casos; c) Podemos contar con ellos (as): el mejor regalo que un (a) amigo (a) te puede dar es su más absoluta atención y preocupación, y los (as) verdaderos (as) amigos (as) lo saben, por lo que se preocupan de estar presentes, considerando nuestras necesidades como propias; d) Nos escuchan de verdad: ponen siempre en práctica lo que aportó el experto Paul Sacco, PhD y profesor ayudante de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Maryland, quien afirmó que la clave de una conversación balanceada es prestar atención activamente a lo que está diciendo la otra persona; e) Nos acompañan en momentos difíciles: conocer y confiar lo suficientemente en alguien como para aceptar que te acompañen durante un momento es difícil, es un signo de amistad de verdad, pues quienes están en tu vida incluso en ese tipo de instancias, son prácticamente familia; f) Nos ayudan a mantener los pies sobre la tierra: los (as) buenos (as) amigos (as) estarán pendientes de que “no se nos suban los humos a la cabeza”, ya que nos conocían antes de que lográramos cumplir un objetivo importante, saben quiénes somos en realidad, por lo que no sólo celebrarán nuestros logros, sino que también serán “nuestro cable a tierra”; y, g) Son capaces de perdonar: como describe Randy Tara, autora y productora de Project Happiness (Proyecto Felicidad), las amistades verdaderas saben cómo llamar a la calma “cuando hay un conflicto, los amigos de verdad tienen el valor de enfrentar el problema en lugar de hablar por la espalda y alimentar el resentimiento. Los amigos de verdad son capaces de entender, y esto los lleva a ser capaces de perdonar”.

En lo que respecta al ámbito de la crianza y el educativo, se debe comprender que las y los amigos, son una parte muy importante en el desarrollo psicosocial de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, por tanto, es muy importante centrarnos en la relación de amistad que en estas etapas de vida establecen, pues pasan más de la mitad de las horas del día con sus compañeros y compañeras, ponderando que donde más importante es la relación de la amistad es en el ámbito escolar, ya que es aquí donde empiezan a relacionarse y a aprender a trabajar de forma colaborativo, lo que es muy importante para después enfrentarse al mundo laboral. En cuanto a las relaciones sociales que las y los niños, jóvenes y adultos van adquiriendo con determinadas personas, la amistad supone un valor de suma importancia por su conciencia personal y social en la mutua influencia de las normas y su cumplimiento con las actitudes y valores. En la vida escolar, en un clima socio-afectivo positivo, todo el alumnado (y el profesorado y sus padres, madres y/o tutores) está implicado en comportamientos de convivencia, lo que significa una manera de vivir compartiendo las semejanzas y las diferencias, aceptando y valorando normas, desarrollando actitudes prosociales y practicando valores como solidaridad, comprensión y respeto.

Por todo lo anterior, festejemos este 14 de febrero a través de actitudes que promuevan valores como los ya citados, además de la honestidad, igualdad, gratitud… con este motivo, deseo expresar mi gratitud infinita a quienes me han enseñado el verdadero significado de la amistad, a quienes me han brindado el alto honor de su amistad y sobre todo a quienes, en mis momentos más frágiles, complejos y vulnerables, a través de su generosa amistad, están marcado una imborrable huella en mi vida.

Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alexaig1701@live.com.mx.

Comparte en: