Por: Álvaro Venegas Sánchez
Adagio o dicho, “Cuando se pelean las comadres salen las verdades”, aplica bien en el caso de la campaña para renovar la dirigencia de la sección 14 del SNTE. El comité ejecutivo nacional emitió la convocatoria y una vez abierto el registro, cinco planillas se inscribieron en tiempo y forma. Todas contemplan 55 candidatos para las Secretarías del comité seccional, otros más para integrar el Comité electoral y cuatro Consejeros nacionales. La Oro, encabezada por Salvador René Molina Avilés; Naranja, Silvano Palacios Salgado; Verde, Otilio Valenzo Romero; Roja, Pablo Díaz Oropeza y la Blanca, Juvenal Valencia Tamayo.
Para recorrer las ocho regiones del estado, a efecto de presentarse y dar a conocer sus propuestas, requerían dedicar mínimo una semana cada una. No fue así. El martes 25 los trabajadores de la educación, activos y jubilados, tendrán que acudir a las urnas dispuestas para tal fin para sufragar por la planilla de su preferencia mediante el voto universal, directo y secreto. La que obtenga la mayoría, cumplidas las formalidades, asumirá la representación por el periodo correspondiente. Ante las circunstancias, los equipos se desplazan con o sin la presencia del candidato a Secretario General para contactar a la base trabajadora y pedir el apoyo. El margen de tiempo desfavorece, pero son las reglas que estratégicamente les impusieron.
Debido a esta situación la difusión propagandística, especialmente la polémica, están en las redes. En mi Delegación, la DIV-50, la visitaron representantes de tres planillas: Blanca, Oro y Naranja. Bien portados todos. Prevaleció la mesura y las propuestas en la invitación. La atención y respeto de la gente fue imponente. Es así porque al personal en retiro por jubilación, nadie puede decirle por dónde caminar y tampoco se entusiasma con promesas escuchadas durante décadas en los cambios o nombramientos. Los jubilados y pensionados forman el sector más humillado en sus trámites al retirarse de la vida laboral y el que más lamenta las conquistas perdidas de un gremio que sirvió al Estado y al pueblo de México como trabajadores de la educación.
En las redes sociales predomina la descalificación mutua. Y es de sorprender, por una razón: la pugna por dirigir la Sección 14 no es de disidentes contra institucionales sino entre compañeros. Han sido porra del mismo equipo; boxeadores del mismo manager. Incluso, orgullosos, lucieron camisetas con los colores de los partidos Nueva Alianza y hasta del PRD cuando éste propuso maestros del SNTE como candidatos. La CETEG, que hubiera representado un riesgo, las reglas la excluyeron; además, esta agrupación ya no le interesa democratizar al SNTE. Lo suyo es trato directo cuando quiere, como quiere y con quien quiere.
Por tanto, que entre compañeros exhiban sus corruptelas, venta de plazas, que desfondaron el CEBE y se acusen de vitalicios, etcétera, perjudica por igual a todos los participantes en la contienda; dañan anticipadamente la autoridad moral de la representación seccional justo cuando urge tener una interlocución fuerte ante las autoridades para la legítima defensa de los derechos e intereses de la base magisterial. Desde luego el magisterio necesita una representación digna, que no siga siendo tratada como la esposa siempre fiel que se conforma con administrar lo que le dan. Por supuesto, no sugiero que está mal que denuncien; simplemente llama la atención que callaron en su momento por conveniencia y ahora explotan aprovechando la coyuntura.
De los contendientes, a Silvano Palacios Salgado atribuyen solamente haber formado parte de la estructura sindical durante dos periodos consecutivos. Pecado menor en comparación a los demás. Tal vez por ello pareció al comité ejecutivo nacional ser el más presentable y claro, al equipo que encabeza, procuraron reforzarlo con otros que le aporten experiencia. Afinado el trabajo tiene el reto de conquistar la confianza compitiendo contra los otros cuatro. El comité nacional no vota y menos puede obligar al magisterio a darle el voto. En todo caso tendrá que reconocer a quien logre la mayoría en las urnas.
Esta forma de elección de dirigentes es novedad en el SNTE, en otros sindicatos es costumbre. Así lo hacen SUSPEG, ISSSTE, IMSS, el de telefonistas, STUNAM, etc. La dirigencia del SNTE fue obligada a abandonar la renovación a través de nombramiento de Delegados al Congreso por la reforma laboral. Por tanto, el voto universal, directo y secreto en esta organización gremial también llegó para quedarse.
Fallas seguramente hay como en todo lo que principia. Sin embargo, soy de la convicción que es una buena herramienta para profundizar la democracia sindical. Habré, en otra ocasión, recordar qué escribí al respecto desde hace al menos 12 años; las propuestas que formulé cuestionando “las planillas de unidad” en los congresos electivos y abogando por congresos deliberativos sobre los problemas y demandas más sentidas y para transparentar las finanzas. Por ahora, aplaudo y felicito a quien triunfe estrenando la nueva modalidad, pidiéndole se dedique no a presumir sino a trabajar en bien del magisterio de Guerrero.
Iguala, Gro., octubre 17 del 2022.