Por: Álvaro Venegas Sánchez

La Jornada, 12 de enero de 2009, publicó una imagen de la movilización realizada en Madrid, contra la operación Plomo Endurecido, que el ejército de Israel inició el 27 de diciembre de 2008 y concluyó el 8 de enero de 2009 con la muerte de mil 400 palestinos, muchos de ellos civiles. Al reverso de la página los lectores encontraron una carta enviada por la que ahora es coordinadora de los comités para la defensa de la cuarta transformación.

En aquel tiempo, formaba parte del gabinete “legítimo” y pese a que había sido secretaria de Medio Ambiente y haber cumplido el encargo de la construcción de los segundos pisos, obra emblemática del periodo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal, era poco conocida a nivel nacional. Ahora bien, el periodista Arturo Cano, previendo el escenario político electoral de 2024, en su libro de reciente circulación, Claudia Sheinbaum: PRESIDENTA, reproduce y comenta entrevistas que ella concedió y también la citada misiva publicada en 2009. Ni duda cabe, respuestas y carta, revelan trayectoria, formación política y académica y sobre todo la persona que es Claudia. Considerándola de interés público la reproduzco tal cual.

SALVAR AL MUNDO QUE HOY SE LLAMA GAZA, así la tituló Sheinbaum. Empieza hablando con orgullo de sus orígenes. A continuación, el texto: “Provengo de familia judía y estoy orgullosa de mis abuelos y de mis padres. Mi abuela materna, exiliada de Lituania por razones económicas y raciales, llegó a México con parte de su familia en la segunda década del siglo XX. Mi abuelo paterno llegó a México por la misma época, también exiliado de Lituania, por razones políticas y raciales: era comunista y judío”.

“Mis abuelos maternos llegaron a México huyendo de la persecución nazi. Se salvaron de milagro. Muchos de mis familiares de esa generación fueron exterminados en los campos de concentración. Ambas familias decidieron hacer de México su patria. Fui educada como mexicana. Amando su historia y su pueblo. Soy mexicana y por eso lucho por mi patria. No puedo ni quiero negar mi historia; hacerlo sería, como dice León Gieco, negar el alma de la vida. Pero también soy ciudadana del mundo, por mi historia y porque así pienso que debe ser”.

“Me refiero, por supuesto, a hombres y mujeres libertarios, humanistas, no racistas, que luchan por la paz… (Imagina) como compuso John Lennon. Por ello, por mi origen judío, por mi amor a México y por sentirme ciudadana del mundo, comparto con millones el deseo de justicia, igualdad, fraternidad y paz, y, por tanto, sólo puedo ver con horror las imágenes de los bombardeos del estado Israelí, en Gaza… Ninguna razón justifica el asesinato de civiles palestinos…”

“Nada, nada, nada puede justificar el asesinato de un niño. Por ello me uno al grito de millones en el mundo que piden el alto al fuego y el retiro inmediato de las tropas israelíes del territorio palestino. Como dijo Alberto Szpunberg, poeta argentino, en una carta reciente: de eso se trata: de salvar un mundo, este único y angustiado mundo que habitamos todos, que a todos pertenece y que hoy se llama Gaza”.
Claudia Sheinbaum Pardo.

Tres años después de la publicación de dicha carta, ante un nuevo episodio en el conflicto israelí-palestino, Sheinbaum Pardo refrendó sus palabras de entonces: “Sigo pensando lo mismo”.

Al final del escrito el periodista Arturo Cano, cierra con un breve comentario de la entrevistada: “Recorrimos el país desde muy chicos. Conocimos muchísimos pueblos de Oaxaca, Guerrero y Chiapas porque mi mamá gustaba buscar textiles mexicanos”; también, rememoró: “visitamos prácticamente todos los sitios arqueológicos de México y tomamos cursos de verano en el Museo de Antropología e Historia”.

Terminé de leer el libro, de 188 páginas, con la idea de saber ahora algo más de lo que sabía sobre quien, todo apunta, podría ser próximamente la primera mujer presidenta de México.

Iguala, Gro., septiembre 25 de 2023.

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