Por: José Eduardo Cruz Carbajal


Iguala, Guerrero, Febrero 18.- ¡Hola! Hoy en el día del amor y la amistad quisiera decirte varias cosas: La primera de ellas es que ¡Te amo! ¡Te amo demasiado! Es un amor fuerte, genuino, real. Hemos pasado diez años juntos, y pensar que todo sucedió sin planearlo…Lo recuerdo perfectamente, nos conocimos en el patio de la universidad, estoy seguro de que ninguno de los dos imagino que ese encuentro sería el inicio de nuestro caminar juntos…Sin duda una gran aventura.

Me has acompañado fielmente, en mis triunfos, en mis estancamientos, en mis momentos de tristeza y soledad. Si hay una certeza que tengo en mi vida es esta: Pase lo que pase, estarás acompañándome, y hoy yo también quiero que tú tengas la misma certeza que yo tengo acerca de ti: Pase lo que pase cuenta conmigo, tienes mi amor, mi cariño, mi oración, mi bendición, mi abrazo, mi beso, ¡Me tienes a mí! ¡Nunca lo olvides!

Eres con quien deseo compartirlo todo, mis aciertos, mis errores, mis inseguridades, mis miedos. Recuerdo con amor y cariño el día en que te conté que mi amado tío había fallecido, estuviste allí acompañándome, me viste llorar, estuviste allí oyendo mis lamentos, mi negación a aceptar que su muerte no tenía marcha atrás, mi incertidumbre ante no saber cómo sería la vida ante su ausencia. Hoy después de dos años de su muerte puedo decirte que me siento mejor, sigo sin entender su muerte, aun lo extraño, pero lo recuerdo con cariño y amor.

Atesoro todo lo que me has contado, me siento agradecido profundamente por saber que soy parte de tu vida, gracias por presentarme a tu familia, aún recuerdo el tiempo que pase con ellos, muy corto, pero todos muy atentos, me hicieron sentir en familia, me hicieron sentir el calor de hogar. Ser amigos es ser familia, es sabernos parte uno del otro, es un amor que se construye cada día, con detalles, con tiempo, con charlas, mi amistad contigo es sin duda mi mejor inversión

¡Eres mi persona favorita en el mundo! Mi oración a Dios este día es pidiendo bendiciones para ti, pidiendo su protección y su guía para tu vida, pidiendo que te guarde del peligro, que te haga invisible a los que quisieran tu mal, pidiendo seguir siendo tu amigo, tu mejor amigo, pidiendo no solo ser tu mejor amigo, sino también ser el amigo que tú necesitas que yo sea. ¡Sin duda eres la mejor parte de mi vida! ¡Te llevo conmigo! ¡Vives en mí!

¡Te amo!

¡Las palabras no me alcanzan para expresarlo!

Referencias:

Silvera, A. (2017). Al final mueren los dos. México: Ediciones Urano.

*José Eduardo Cruz Carbajal (Iguala, Guerrero) es psicólogo y maestro en tanatología. Contacto: psiceduardo15@gmail.com

Comparte en: