Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Octubre 24.- Casi 500 millones de personas desarrollarán cardiopatías, obesidad, diabetes u otras enfermedades no transmisibles (ENT) debido a la inactividad física entre 2020 y 2030, con un coste de 27 mil millones de dólares anuales (27 mil 470 millones de euros); es decir, casi 300 mil millones de dólares para 2030 (305.190 millones de euros), según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo ha advertido este miércoles la OMS en el Informe sobre la situación mundial de la actividad física 2022, que mide el grado de aplicación por parte de los gobiernos de las recomendaciones para aumentar la actividad física en todas las edades y capacidades.

Los datos de 194 países muestran que, en general, los progresos son «lentos» y que «deben acelerar el desarrollo y la aplicación de políticas para aumentar los niveles de actividad física y, de este modo, prevenir enfermedades y reducir la carga de los sistemas de atención sanitaria, ya sobrecargados».

De acuerdo con los datos contenidos en el informe, menos del 50 por ciento de los países tienen una política nacional de actividad física, de los cuales menos del 40 por ciento son operativos. Además, solo el 30 por ciento de los países tiene directrices nacionales de actividad física para todos los grupos de edad.

Mientras que casi todos los países informan de la existencia de un sistema de seguimiento de la actividad física en los adultos, el 75 por ciento de los países realiza un seguimiento de la actividad física entre los adolescentes, y menos del 30 por ciento realiza un seguimiento de la actividad física en los niños menores de 5 años.

En cuanto a las políticas que podrían fomentar el transporte activo y sostenible, la OMS lamenta que solo algo más del 40 por ciento de los países cuentan con normas de diseño vial que hacen más seguros los desplazamientos a pie y en bicicleta.

«Necesitamos que más países amplíen la aplicación de políticas que apoyen a las personas para que sean más activas caminando, montando en bicicleta, haciendo deporte y practicando otras actividades físicas. Los beneficios son enormes, no solo para la salud física y mental de las personas, sino también para las sociedades, los entornos y las economías… Esperamos que los países y los asociados utilicen este informe para construir sociedades más activas, más sanas y más justas para todos», ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Aunque las políticas nacionales para abordar las ENT y la inactividad física han aumentado en los últimos años, actualmente el 28 por ciento de las políticas no están financiadas o no se aplican, según denunció la OMS.

El informe muestra que sólo algo más del 50 por ciento de los países han llevado a cabo una campaña nacional de comunicación o han organizado eventos de actividad física con participación masiva en los últimos dos años.

Otra de las conclusiones más importantes del informe es la existencia de «importantes lagunas» en los datos mundiales para seguir el progreso de importantes medidas políticas, como la provisión de espacios públicos abiertos, la provisión de infraestructuras para caminar y montar en bicicleta y la provisión de deporte y educación física en las escuelas. El informe también pide que se subsanen las deficiencias de algunos datos existentes.

«Nos faltan indicadores aprobados a nivel mundial para medir el acceso a los parques, los carriles para bicicletas y las vías peatonales, aunque sabemos que los datos existen en algunos países. En consecuencia, no podemos informar ni hacer un seguimiento de la provisión global de infraestructuras que faciliten el aumento de la actividad física. Puede ser un círculo vicioso, la falta de indicadores y de datos conduce a la falta de seguimiento y de responsabilidad, y luego, con demasiada frecuencia, a la falta de políticas y de inversión. Lo que se mide, se hace, y aún nos queda camino por recorrer para hacer un seguimiento exhaustivo y sólido de las acciones nacionales en materia de actividad física», ha señalado la jefa de la Unidad de Actividad Física de la OMS, Fiona Bull.

Conducta sedentaria aumenta el riesgo de demencia hasta en un 30%

La inactividad física y la conducta sedentaria es uno de los principales factores de riesgo de demencia, hasta el punto de aumentar el riesgo hasta en un 30 por ciento, según han asegurado las doctoras Carmen Terrón, coordinadora de la Unidad de Deterioro Cognitivo y Demencias del Hospital Nuestra Señora del Rosario, y María S. Manzano Palomo, neuróloga del Hospital Infanta Leonor de Madrid.

Las expertas han señalado que los doce factores de riesgo modificables de demencia establecidos actualmente serían responsables de un 40 por ciento de los casos de demencia o, dicho de otro modo, «si se pusiera en marcha un plan de prevención de demencia se podría evitar o retrasar un 40 por ciento de los casos».

«Esto convierte la actividad física en un factor protector frente al desarrollo de demencia y enfermedad de Alzheimer, así como frente a patología cerebrovascular, además de tener un efecto positivo sobre la salud y la calidad de vida», aseguraron las neurólogas.

Además, agregan que el sedentarismo favorece el desarrollo de otros factores de riesgo de demencia, como la obesidad y la alteración de metabolismo lipídico y glucémico, por no hablar de su relación con una disminución de la función cognitiva a lo largo de la vida y un mayor riesgo de demencia de cualquier etiología.

Así pues, las doctoras Terrón y Manzano aconsejan evitar la inactividad física todo lo posible, por lo que limitan el tiempo de sedentarismo a menos de dos horas al día; levantarse y moverse tras 30 minutos de sedestación ininterrumpida; aumentar el tiempo diario de actividad física ligera a dos horas cada día.

«La prevención de la demencia es una posibilidad real y un deber para la comunidad médica. Y más teniendo en cuenta que, al mismo tiempo, esta enfermedad genera una gran preocupación social, pero existe un gran desconocimiento sobre muchos de sus aspectos fundamentales», aseguraron.

En definitiva, las neurólogas son partidarias de poner en marcha estrategias de prevención de la demencia de manera multimodal, con cambios fundamentales en los hábitos de vida.

«De esta manera podremos mejorar su eficacia e intentar alcanzar el objetivo de aumentar la expectativa de vida saludable y disminuir los años vividos con discapacidad (11 años de media en los países de renta alta), teniendo en cuenta que la demencia es una de las principales causas de discapacidad en las personas mayores. En particular, es urgente poner en marcha planes globales de promoción de la salud y acción social dirigidos a la población más vulnerable», concluyeron.

Metaverso podría contribuir al sedentarismo y a los hábitos de vida poco saludables

La Organización Mundial de la Salud para la región de Europa (OMS Europa) ha advertido de que las nuevas tecnologías que permiten a los usuarios sumergirse aún más en la realidad virtual, como es el caso del futuro metaverso, podría contribuir al sedentarismo y a los hábitos poco saludables.

«Esto se considera un reto desde el punto de vista de la salud. Pasar más tiempo en línea conectado al metaverso con los gadgets puede reducir los niveles de actividad física y dar a los anunciantes muchas más formas de promocionar productos poco saludables como la comida basura, el tabaco o el alcohol», ha explicado el doctor Kremlin Wickramasinghe, jefe en funciones de la Oficina Europea de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles (Oficina de ENT) de la OMS.

Así, las empresas digitales ya están invirtiendo en nuevas tecnologías que ofrecerán a la gente la oportunidad de sumergirse en el llamado metaverso, una profunda realidad virtual aumentada y que supondrá una mezcla de medios sociales y un videojuego masivo en línea.

En estas primeras etapas en las que las partes interesadas aún están desarrollando este espacio, «los expertos en salud pública y los responsables políticos deben definir claramente e integrar las estrategias de promoción de la salud en los ecosistemas digitales», avisan desde la OMS Europa.

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