Por: Vicky Barrios

Iguala, Gro., Noviembre 3.- Por costumbre y tradición, este 2 de noviembre las familias visitan los cementerios del municipio y privados, se estima que este año más de 15 mil personas visitaron a «Los fieles difuntos» en los distintos camposantos.

En este 2022 no sólo se llevó flores a los panteones, sino que calles, avenidas y carreteras también se vieron llenas de flores de cempasúchil, veladoras y arreglos florales, las pequeñas «tumbas» o nichos que hay en la vía pública en honor de su familiar muerto, ya sea por accidente, por la inseguridad que se vive o la lucha que libran las organizaciones criminales, en el municipio, estado y país.

Según registro de algunas organizaciones, en lo que va del año, en el municipio de Iguala, se han contabilizado 116 muertes violentas, la mayoría en la vía pública.

Al preguntarle al párroco de San Francisco de Asís, Víctor Manuel Aguilar, por qué se colocan cruces o nichos cuando muere una persona en la vía pública, el clérigo respondió: «La cruz es el signo de la salvación que Cristo ganó para nosotros muriendo en ella. Al colocarla en cualquier lugar con respeto, indica nuestra fe y confianza en Él como redentor nuestro e invocamos su bendición y protección sobre otras personas y sobre nosotros mismos», explicó.

Por su parte, el padre Agustín Beltrán Flores, dijo que el colocar una cruz, significa que en ese lugar murió un cristiano que fue bautizado, que creyó en Cristo y espera la resurreccion final, “la cruz es símbolo de vida para quienes tenemos fe y esperanza”.

A su vez, doña María, quien colocaba una veladora y unas flores para su hijo en una cruz en una de las principales calles de la ciudad tamarindera dijo: «Poner una cruz en el lugar donde una persona perdió la vida, es orar por su alma que quedó en ese lugar, es una forma de recordarlo, de rendirle tributo y en ocasiones una forma de sanación para nosotros su familia. También le llevamos flores al panteón donde está su cuerpo”.

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