En vísperas de la conmemoración por el Día de Muertos, locatarios de mercados en esta capital se quejaron de las bajas ventas y el aumento de los costos en insumos que revenden durante esta temporada.

Señalaron que después de dos años en los que los panteones fueron cerrados por la pandemia de Covid-19, esperaban mejorar sus ingresos en estas fechas, sin embargo, la escasez de flores de cempasúchil (por inundaciones en Tixtla), el incremento de precios de veladoras, imágenes religiosas y el tradicional pan de muerto, han generado la baja en sus ventas.

Ana Martínez, vendedora de veladoras, dijo que en años anteriores comenzaban a hacer sus pedidos en los primeros días de octubre para poder organizar su comercialización, pero el incremento de costos y la crisis generada por la escasez de ventas durante la pandemia, generaron que sus pedidos fueran a destiempo.

“Prácticamente tenemos una semana de haber recibido la mercancía y la gente muchas veces viene con anticipación solo para conocer los precios de la veladora y la verdad se les hace caro y se van”, añadió.

Señaló que el incremento del costo en la mercancía es de al menos un 30 por ciento y agregó que las veladoras de plástico que antes se vendían en 20 pesos ahora tienen un costo de 36 pesos.

Los vendedores de la tradicional flor de cempasúchil señalaron que agricultores de Tixtla bajaron su producción por la inflación y las lluvias en la pasada temporada, y que debido a eso se encareció, igual que la de terciopelo.

“Hubo quienes no sembraron debido a que los insumos que utilizan para su producción también subieron de precio o simplemente las lluvias y la inundación de los sembradíos los hizo perder su cosecha”, indicó la comerciante Alicia Basilio.

Pero confiaron en que estos 1 y 2 de noviembre se incrementen sus ventas, porque “hay gente que viene el mero día a comprar y de aquí se van para el panteón”.

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